All my Loving [McLennon]

Capítulo 31

《Boyfriend》

John caminaba alegremente por las calles, todo el día había tenido "esa sonrisa de tonto", cómo dijo George.  La razón de ésta sonrisa era que John al fin tenía a Paul cómo algo más que amigo y era sólo de él, aquello era lo que siempre había querido.

Todo había ocurrido ese mismo día; Paul pronto terminaría su horario de trabajo y Lennon iba dispuesto a buscarlo para regresar a casa juntos. Antes de ir camino a buscar a McCartney, John visitó a su tía Mimi, a Ringo y George para darles tan genial noticia.

La tía Mimi, cómo reacción abrió los ojos muy grande, pero rápidamente cambió su semblante a uno serio.

"-¿Él te ama mucho?". Fue lo que dijo, tomando de su té caliente. John sólo asintió y ella sonrió.
"-Entonces está bien".

Aquellas palabras por parte de su tía hicieron muy feliz a John, que sin poder evitarlo, corrió a abrazarla.

En cuanto a George, éste adivinó apenas vió la sonrisa torpe de su amigo. Ringo por su parte, saltó de alegría y felicitó a su amigo.

John no podía estar más feliz.

Llegó al local de Cynthia y entró en él aún con la sonrisa plasmada en el rostro, justo en ese momento Paul y Cynthia salían por un pasillo.

-¡John!- dijo el pelinegro con sorpresa.

-Hola, Paulie.

-¿Qué haces aquí?- preguntó aún sorprendido.

-He venido a buscarte.

-Ah...- sonrió -Iré a cambiarme el uniforme, ¿bueno? Vuelvo en seguida.

-Claro, yo espero.

Paul caminó hacia la parte trasera, dejando a John y Cynthia parados cerca de la puerta.

-Hola, John.- saludó la rubia.

-Hola, Cyn. ¿Cómo va todo?

-Excelente. El local va cada vez mejor.- suspiró -Paul me contó que ya son novios.

-Así es. No pensé que te lo diría...

-¿Y tú estás feliz?- preguntó con una sonrisa amarga.

-Por supuesto que si. He esperado éste momento por gran parte de mi vida.

-Eso es genial. ¿Pero sabes cómo se siente Paul?

Lennon negó.

-Pregúntale.

-¿Tú sabes?

-Si no fuese así, no te lo diría.

-Tienes razón...- la sonrisa de John se había borrado, remplazando su semblante alegre y lleno de gozo por uno de preocupación y angustia. La duda ya había entrado por completo en su cabeza. -¿Puedes decirme qué te dijo?

-Lo mejor sería que le preguntes a él.- prosiguió -Pero... sólo te diré que está asustado.

-¿Asustado? ¿De qué?

-Preguntárselo a él.- y sin decir más, comenzó a caminar hacia el pasillo por dónde había salido junto a McCartney.

-Ya estoy listo.- habló Paul detrás de él, sonriendo de forma amplia.

-Hola amor.- dijo abrazando al mayor, quién se estremeció ante aquel apodo y el tan cálido acto.

-¿Nos vamos?- preguntó correspondiendo el abrazo.

-Claro. ¿Qué te parece si vamos por un helado?

-Vamos.

Salieron del local. John en todo momento tuvo la duda de qué era lo que asustaba a Paul, sin embargo no se atrevía a preguntar nada.

-¿Te pasa algo?- preguntó Paul al recibir su helado de fresa. John ya tenía el suyo, el cuál era de chocolate.

-¿Eh? No.

-¿Seguro? Te noto raro.- dijo alzando una ceja.

-Estoy bien.- suspiró y miró su helado con seriedad.

-Johnny.-cantó Paul, manchando la nariz de Lennon con aquel helado de fresa.

-¡Paul!- rió Lennon.

-Sonríe, Johnny Boy.- Lennon paró con su risa y miró fijamente los ojos color hazel.

-Extrañaba que me llamaras así.- dijo junto a una sonrisa torpe.

-Es un apodo que te sienta bien.- Paul sonrió y con la servilleta de su helado limpió la nariz de Lennon.

-Y a ti te sienta bien el chocolate.- dijo manchando con helado la nariz de Paul.

-¡Hey, me manchaste más que yo a ti!- dijo entre risas.

-Yo no lo creo.- y volvió a manchar a Paul, ésta vez en los labios.

-Tont- la queja de Paul fue callada por los labios de John, quién había dado un beso fugaz a su querido pelinegro, puesto que este último rápidamente se alejó.

-¿Qué ocurre?- preguntó John extrañado.

-Yo sólo...- negó -No es nada.

Paul le regaló una pequeña sonrisa a su novio y comenzó a caminar; John no tardó en seguirlo, aún algo extrañado.

Salieron de la tienda de helados y comenzaron a caminar por las calles, sin intercambiar palabras ni miradas. Lennon más de una vez intentó tomar la mano de su novio, cómo lo había hecho en algunas otras relaciones, pero el mayor no cedía y "coincidentemente" cuándo John quería por lo menos rozar la mano ajena, Paul rápidamente se alejaba o distraía.

John se sentía realmente mal con aquellos actos, pues su amado estaba evadiendolo sin explicación alguna. "¿Había hecho algo malo? ¿Qué le molestó tanto?" Se preguntaba John sin dejar de mirar el perfil de Paul, quién hablaba animadamente cómo si nada malo hubiese ocurrido.

John necesitaba saber qué le ocurría a Paul, pero no tenía el valor de preguntarle directamente.