All my Loving [McLennon]

Capítulo 29

《Cómo un matrimonio》

Paul miraba el rostro de John, quién dormía a su lado plácidamente, su pecho subía y bajaba con lentitud y calma; en opinión de McCartney, Lennon lucía realmente atractivo y adorable al momento de dormir.

Hace unas cuantas horas se habían entregado el uno al otro y ahora se encontraban descansando de aquella sesión de sexo en la que expresaron todo su amor.

"Si quiero". Fueron las últimas palabras de John antes de dormirse.
Las mejillas del pelinegro se calentaron al recordar todos los hechos ocurridos anteriormente.

-¿Estás despierto?- preguntó Lennon con pereza, asustando un poco al mayor.

-Si.

-¿Cuánto llevas mirándome?

-No mucho. Desde que me desperté.

John sonrió de forma ladina-. ¿Por qué?

-Te ves muy bien cuándo duermes.- respondió con un ligero rubor en las mejillas.

-Somos novios.-comentó John de repente.

-Si.- John entrelazó su mano con la de Paul y besó los dedos de su ahora novio.

Paul sentía una pequeña incomodidad, los homosexuales son repudiados por la sociedad y eso le preocupaba.

-Johnny...- dijo llamando la atención de el mencionado -Te amo, ¿sabes?

Sonrió-. Lo sé, yo también te amo.

Volvieron a besarse y al querer profundizar el contacto, Paul se movió un poco, causando un agudo dolor en su espalda baja.

-¡Mm!- soltó al reprimir un grito.

-¿Ocurre algo malo?

-Es solo que... me duele el trasero y la espalda baja.

John soltó unas cuantas carcajadas que avergonzaron al mayor.

-¡No te rías!- reclamó apretando los puños.

-Lo siento, lo siento.- se disculpó aún entre risas.

-Entonces detente, en serio fuiste muy bruto.

-Ya, pero es que tú me lo pedías ¿o lo olvidaste?

-No.- dijo junto a un mohín.

-¿Crees que podrás ir al trabajo?- preguntó John mirando el cuerpo desnudo y a medio cubrir de McCartney.

-No lo sé.

-Pídele a Cyn el día libre, no quiero que te vayas.- habló el pelicastaño mientras abrazaba el cuerpo de Paul.

-Debo ir, Johnny.

-No vayas.- suplicó depositando besos en el pecho del pelinegro, quién se estremecía con cada beso que recibía.

-John, no ahora... apenas y puedo moverme.

-Tranquilo, no haré nada.- y seguido de esas palabras apoyó su cabeza en el pecho ajeno, utilizándolo cómo almohada -Escuchar tu corazón es muy tranquilizante.- susurró -Una vez, recuerdo que llegué a tu casa y estabas dormido... entonces me acerqué a ti y me acosté a tu lado, me puse de la misma forma que ahora, pero me alejé después de uno o dos minutos por miedo a que despertaras.

-No desaprovechabas las oportunidades.

-Jamás.

Estuvieron así, en silencio y sólo escuchando la respiración del otro hasta que Paul miró la hora.

-Si no me levanto ahora se me hará tarde.- dijo y John se alejó del cuerpo de McCartney.

-Bien, te dejaré ir.

-Vale.- sonrío y cómo respuesta recibió un dulce y suave beso de John.

Ambos se levantaron, uno con más dificultad que el otro, soltando pequeños quejidos y reclamos en voz baja que hacían reír a Lennon.

Cuándo Lennon ya estuvo listo ayudó a su novio a vestirse y mientras John acomodaba el suéter de Paul, éste último peinó con cuidado y ternura el cabello de su novio.

-Parecemos un matrimonio.- dijo de pronto el ojimarrón.

-Vaya que si.- rió Paul, sintiendo aún esa incomodidad que intentaba ignorar por disfrutar esos momentos -¡Ya debo irme!- exclamó al ver la hora.

-Espera Paul-

-Lo siento, Johnny. Luego me lo dices.- Se levantó de un salto y antes de llegar a la puerta cayó al suelo.

-Te iba a decir que no hicieras movimientos muy bruscos, pero no me dejaste hablar, Paulie.

Resopló -¿Me acompañarías al trabajo?