All my Loving [McLennon]

Capítulo 27

《Secreto》

Paul tocaba diferentes acordes, estaba creando una composición y hasta el momento iba excelente, pero también tenía miedo de que John llegase sin avisar y descubriera lo que hacía, pues aquella composición sería una sorpresa para Lennon.

Paul ya había enviado una carta a Astrid para saber cómo estaba, ahora le escribía más seguido a la rubia desde la muerte de Sutcliffe, sentía que sólo de esa forma podía brindarle apoyo desde tan lejos.

-¡Paul!- escuchó a lo lejos. Por un momento su corazón dió un salto, pero rápidamente se tranquilizó al ver que quién abría la puerta era George.

-Hola Geo.- saludó junto a un suspiro.

-¿Te asusté?

-Un poco.- admitió sonriendo.

-¿Qué haces?

-Ah, es un secreto.

-¿Secreto? ¿De qué se trata?

-Si te lo digo, dejaría de ser un secreto.- Paul le sacó la lengua, burlón.

-Vamos, dime. ¡Seré cómo una tumba! Lo prometo.

-Júralo.

-Lo juro. Ahora dime.

-Estoy creando una canción para John.- susurró.

-¿Y cómo se llama esa canción?

-No te diré. Ya sabes demasiado.- George dejó escapar una queja.

-Está bien. De todas formas, espero la termines pronto, ya quiero ver la cara de John al escucharla.

Ambos rieron y en ese momento Ringo entró por la puerta.

-¿De qué se ríen?- preguntó junto a una sonrisa.

-Paul está componiendo una canción para John.

-¡George!

-¿¡En serio!? Eso es genial.

-Si, pero es un secreto. John no debe saberlo.

-Pero no se lo dije a John, se lo dije a Ringo.- se defendió Harrison.

-Tranquilo, no diré nada.- habló Richard, sonriendo ampliamente.

-Lo mismo dijo el cejón.- dijo con el ceño fruncido y haciendo un mohín.

-No me llames cejón.

-Ni mi llimis cijin.

-¡Ya detente! ¡Lo lamento, en serio no diré nada!

-¿No dirás nada sobre qué?- el trío miró hacia la puerta y ahí estaba John.

-Ah, nada... - comenzó a hablar McCartney- estábamos hablando de que Ringo... ¡tiene un fuego! Y no quieres saber en dónde está.

-¿Yo?

-Si, tú.

-Vaya cosas de las que hablan.- rió Lennon -Me daré un baño, así que no vayan al baño que estaré un buen rato ahí.- y sin decir más, se fue.

Al momento de ser cerrada la puerta por completo, Paul golpeó el hombro de George.

-¡Hey!- se quejó sobando la parte golpeada.

-¿Acaso no te cansas de cagarla?

-Lo siento, se me salió.

-Debo tener más cuidado- comenzó a hablar Paul guardando su libreta de notas y dejando su guitarra a un lado.

-Tranquilo. Tú canción será genial y John la va a amar.- le animó Ringo con una sonrisa ladina.

La expresión de McCartney se relajó, formando una pequeña sonrisa.

-Gracias Rings.