Capítulo 23 "Una última caricia al pasado"

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Rádulf por fin llegó a su casa, una sensación de terrible agotamiento le inundaba, en su mente, en el recuerdo inmediato aún tenía la imagen de Karime alejándose lentamente, rondaban las palabras dichas y escuchadas hacía apenas un momento, pero todo parecía como lejano y extraviado.

Entró sin mirar y se dejó caer en la cama, cerró los ojos y trató de calmar su corazón agitado por tantas emociones, poco a poco fue serenando respiración y latidos, hasta conseguir una relativa tranquilidad y sobre todo organizar sus pensamientos.

Aunque su corazón latía en total ritmo por Cárdigan, en ese momento había una pausa, la última plática con Karime, la despedida, la cercanía de la muerte, todo le obligaba al recuerdo de aquella relación bella pero con un final tormentoso.

Recordó aquellos días de dolor después de descubrir el engaño de Karime, de cómo a pesar de todo, justificaba su actitud, y como, aquellos días habían sido de encierro y de escritura, de palabras viajeras que nunca llegaron a nadie. Abrió los ojos y volteó hacia un rincón donde habían algunas cajas de madera con papeles, suspiró levantándose y fue hacia aquel rincón, sin mucho buscar, encontró un pequeño fajo de papeles amarrados con una cinta blanca, la desató y leyó el primer escrito que saltó a su vista:

"Te di todo mi amor,

me entregué a este sentimiento

de cuerpo y alma,

como mi corazón sabe hacerlo.

Puse a tus pies: mi universo,

mis horas, mis minutos,

mis segundos fueron tuyos,

te di mi hoy y mí ahora,

dejando fluir a la luz de la verdad

todos y cada uno de mis deseos e inquietudes.

Pero el futuro vino a nosotros

aunque prometimos no mirarlo.

Un choque entre las creencias

y la esencia del sentimiento libró su batalla,

batallas futuras que tal vez nunca llegarían.

Y en el calor de este cruento enfrentamiento,

en la crudeza de la guerra,

tu corazón se refugió en otros brazos,

no sé si fue temor,

convicción o renuncia,

simplemente te di todo mi amor

y me quedé solo.

La noche se apoderó de mi vida,

una noche larga,

porque fueron mucho días en completa oscuridad,

el dolor comenzó a volverse parte de mi,

mi alma poco a poco se fue acostumbrando a él,

y comencé a enseñarle a mi espíritu

a soportarlo, a vivir con él,

a purificar el sentimiento hasta su grado máximo,

y mientras mi corazón sangraba en la soledad,

el tuyo se arropaba de frases de amor,

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