ACEPTAR V/S AFRONTAR

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La crítica, esa maldita. Esa necesaria y dolorosa y maldita... cosa. Ese campo de dolor... en fin, la crítica. ¿Cómo debe uno aproximarse a la crítica? ¿Cómo debe uno reaccionar ante la crítica? Seguramente no hay una respuesta ni más correcta, ni más acertada que otra a estas preguntas. Todo depende de muchas cosas. No siempre nos llegan críticas hechas en buen tono, ni nosotros estamos día a día de buen humor para responder a ellas con amabilidad. No somos todos iguales, y por ende, no hay una respuesta obvia, solo consejos y, lo más importante, experiencias.

En mis entradas anteriores he sido muy franca. En esta, quiero serlo aún más. No voy a ocultar que en el tiempo que llevo escribiendo me han llegado críticas duras que me han dolido bastante. A veces, por esas críticas he dejado de escribir durante un tiempo (no demasiado largo) o, lo que me parece más doloroso, me he replanteado arcos argumentales completos de mis novelas o incluso me he preguntado si lo que estoy escribiendo vale la pena. Cuesta crear una armadura resistente, de esas con las que los golpes duelen menos o no duelen en absoluto. Cuesta asumir que la gente y sus palabras solo tienen el poder que nosotros decidimos darles. Y cuesta aún más encontrar el equilibrio perfecto entre la condescendencia y la ceguera. 

La experiencia me hizo tomar dos conceptos y darles mi propia connotación. No digo que esto esté bien, solo digo que a mí me sirve para saber qué críticas pueden, en un corto o largo plazo, ayudar a mi obra, y cuáles, sin desmerecer al lector que la realiza, prefiero no  obedecer.

ACEPTAR

Es común la frase: "acepta las críticas". Tiene variaciones, como esa que dice "acepta solo las críticas constructivas" o "acepta la crítica dependiendo de quién la haga". De tanto escuchar estas frases (y otras parecidas) me fui dando cuenta de que algo rechinaba, algo me molestaba un poco. Con el tiempo, detecté que el problema no estaba en eso de "constructivo/destructivo", ni en esa discriminación implícita en la tercera frase entre comillas más arriba. Esto iba más allá de esas cosas.

Porque, vayamos dejando claro algunos aspectos y comencemos con lo de "constructivo/destructivo". Salvo esos casos en que el crítico utiliza insultos, ya sean dirigidos al autor o a la obra, el tono en el que se hace una crítica es subjetivo, sobre todo en un medio escrito como Wattpad. Un comentario puede leerse agresivo, pero no tiene por qué serlo. Uno puedo leer entre líneas la intención del que comenta, pero esa lectura no tiene por qué ser correcta. Es cierto que algunos se escudan en esa ambigüedad; de esa manera, cuando uno les da a conocer su molestia, responden con un "no fue con esa intención". Pero repito, uno puede, en su incomprensión, fallar en su interpretación de la crítica. Y en el lado opuesto... ¿una crítica constructiva es necesariamente una crítica útil? Porque es dicha en un buen tono, con buena intención y es, en cualquier sentido, correcta, ¿sigue siendo una crítica útil para nuestra obra?

Por eso, usar ese parámetro de "aceptar la crítica constructiva y no la destructiva" me parece incompleto.  

El segundo caso, el de "depende de quién la haga", suele acarrear más problemas aún. Porque a veces a los autores nos baja el síndrome de "ellos no saben lo que significa escribir un libro o crear a un personaje". Lo digo porque me ha pasado... en mi dolor, cuando estoy hecha bolita en el suelo, en ocasiones me baja lo de "escribir es tan especial... nadie entiende mi arte". Eso es una basura. Cualquier persona puede leer lo que escribimos y, en esa misma medida, cualquier persona puede hacernos una crítica. No importa si es un lector novato, un lector de "malos libros" , un lector con medianos o grandes conocimientos de literatura, un lector/escritor. Da igual quien la haga, lo que debemos hacer es mirar la crítica en sí. Esto es algo con lo que yo aún lucho, uno de esos rasgos de ego que me molestan cuando ya pasa la tormenta y vuelve a primar en mí la razón. Entonces viene la Aileen racional (que lleva el sombrero de Sherlock, lupa y pipa, por supuesto) y me recuerda que todos tienen derecho a opinar sobre lo que escribo. 

PERO ESCRIBIENDO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora