Guardián Erótico

Cap 14: Dos enemigos

Perdón que este actualizando tan tarde! Me enganche demasiado con esto u.u 

Empecé a escribir y no pude parar, pero al menos logré terminarlo n.n

Disfrútenlo!

_______________________________________________________________________

Mientras los chicos tomaban un pequeño descanso, Daiki le contaba todo lo que vio en el recuerdo de Kuroko. El rechazo, las burlas, como Shigehiro lo corrió de su escuela y la razón por la que Kuroko reaccionó así por verlo de nuevo. Satsuki estaba a punto de saltarle encima, pero Aomine la detuvo jalándola del cabello.

- ¿Por qué me detienes Dai-chan? – Satsuki trataba de liberar su cabello del agarre de Aomine, pero el demonio era más fuerte - ¡Es un cretino!

- Entiendo tus sentimientos, pero no podemos hacerle nada sin que se vea sospechoso – Aomine, a diferencia de lo que demostraba a menudo, tenía un poco de sentido común, y sabía que si una serie de "accidentes" ocurrieran así de la nada al capitán del equipo, probablemente culparían al grupo de Seirin.

Satsuki, a regañadientes, acepto no hacerle nada a Shigehiro.... Luego de hacer que uno de sus compañeros de equipo le lanzara el balón demasiado fuerte y le diera en la cara.

La práctica terminó a las 2 de la tarde. Ambos equipos se despidieron con un saludo grupal y acordaron juntarse para almorzar. Kuroko estuvo un poco mejor para jugar en el segundo turno, sin coincidir en ningún momento con Shigehiro. Por un lado estaba agradecido de que se lastimara la nariz y no pudiera jugar hasta el tercer turno, pero por otro lado sentía curiosidad por saber qué fue lo que paso para que tropezara de forma tan torpe y se diera de cara contra el suelo. Durante ese tiempo, Kise logró despertar para ver jugar a Kuroko, aunque le costaba mantenerse consciente y sin mareos. Momoi se aseguró de revisarlo tres veces para garantizar que solo había sido un golpe por las emociones de Kuroko, y a pesar de saber lo que en verdad ocurría, dejó que Kise leyera el expediente referente al primer amor de Kuroko por su propia cuenta. El cupido se entristeció mucho al ver por lo que Kuroko había pasado con su primer amor, pero a diferencia de los demonios, entendía que los seres humanos podían llegar a tener miedo, y que en el corazón de Shigehiro reinaba el arrepentimiento.

- ¿Y tú como sabes eso? – Aomine lo retaba, sin convencerse de que el capitán de Meiko estuviera arrepentido de su error – Kise, yo conozco a los humanos mucho más tiempo que tú y sé que muchos de ellos nunca se arrepienten de sus decisiones – Aomine se cruzó de brazos, mirando fijamente como Shigehiro era rodeado por sus compañeros de equipo - ¿Qué te hace pensar que ese tipo quiere pedirle el perdón a Kuroko cuando ni siquiera se molestó en buscarlo durante todos estos años?

- ¿Cómo estás tan seguro de que no lo buscó? – Kise guardó el expediente en su bolsa divina tranquilamente, convencido de sus palabras.

Amone no contestó su pregunta, no lo creía necesario. Sabía muy bien qué humanos como Shigehiro, que nunca tuvieron complicaciones y sabían evadir los problemas a cualquier precio, nunca pedían disculpas por aplastar a alguien más en el proceso, ni siquiera la excusa de la juventud torpe e impulsiva era suficiente para darle la contra. Por su parte, Kise se acercó a Furihata sin que este se diera cuenta y puso una mano en su espalda, específicamente en su cuello. Cerró los ojos y rebuscó entre sus recuerdos, hasta dar con el que buscaba. Una esfera de luz salió del cuello de Furihata, dejándolo un poco mareado, pero sin signos de ser algo preocupante. Kise sostuvo la esfera y la guardó en el bolsillo de su túnica, teniendo una sonrisa muy grande en el rostro.