Amanecer (por Edward Cullen)

35. Dones

Dones

Pronto me detuve a revisar las mentes de mi familia, ellas creían en Renesmee, al fin creían, pero advertían que ese no era solo el problema, preveían algo de fondo y no estaban equivocadas.

_Pero ahí está el gran peligro que nos advertiste,_ dijo Tanya. _No directamente desde la niña, puedo verlo, pero seguramente de los Volturis. ¿Cuándo se dieron cuenta de ella? ¿Cuándo van a venir?_ preguntó sabiendo de ante mano cuál era el real peligro aquí, porque verdaderamente no había nada más peligroso que ellos.

_Cuando Bella vio a Irina ese día en las montañas_ expliqué a ellas que aún no sabían ese detalle _Ella llevaba a Renesmeé_

Kate siseó incrédula, pensando en que mi desesperación era tal que podía juzgar a su hermana por resentimiento.

_¿Irina hizo esto? ¿A ti? ¿A Carlisle? ¿Irina?_ preguntó con terror,

_No... alguien más_ susurró Tanya rogando en su mente que no fuera cierto esa acusación,

_Alice los vió venir por ellos_ expliqué estremeciéndome ante la mención de mi hermana desaparecida,

_¿Cómo pudo haberlo hecho?_ Eleazar soltó la pregunta al aire al mismo tiempo que se lamentaba por la reacción de Irina

_Imaginen si hubieran visto a Renesmeé sólo desde cierta distancia. Si no hubieran esperado nuestra explicación_ traté de explicar cómo ella había encontrado los hechos desde su distancia,

_No importa lo que haya pensado... ustedes son nuestra familia_ enfatizó Tanya,

"Son lo único que tenemos luego de nosotros mismos... nunca lo haríamos"

_Ya no hay nada que podamos hacer sobre la decisión de Irina. Es demasiado tarde. Alice nos dio un mes_ expliqué con mi pecho apretado, aún diciéndolo en voz alta nuestra sentencia sonaba a punto final, a la muerte misma.

"¿Un mes? ¿Un mes para qué?"

"Oh cielos... ¿es un mes todo lo que tenemos?" cayó en la cuenta Tanya...

_¿Tanto tiempo?_ inquirió sin embargo Eleazar, por su mente pasaban periodos de tiempos en los que él pertenecía aún a los Vulturis y en otras ocasiones ellos no habían sido tan indulgentes como lo había sido con nosotros,

_Todos están viniendo. Debemos estar preparados._ contesté a esa duda en su cabeza, él jadeó comprendiendo porque el tiempo que se estaban dando para venir a nosotros.

_¿La guardia entera?_ preguntó con la voz contenida, él sabía muy bien lo que significaba eso,

_No sólo la guardia,_ dije apretando la mandíbula, todos venían a ver el espectáculo, como si matar al clan más grande de América fuera lo mejor del mundo _Aro, Caius, Marcus. Incluso las esposas._

Todos los presentes mostraron sus caras de asombro, Eleazar repasó una y otra vez en su mente la cara de las esposas recluidas en las torres de Volterra y que solo eran sacadas en ocasiones especiales, la guardia, los vampiros sanguinarios que vestían túnicas de negro y que eran llevados a los grandes enfrentamientos como lo fue la lucha con los Rumanos y los niños inmortales, encargados también de la matanza de los hombres lobo.

_Imposible,_ dijo Eleazar finalmente.

_Hubiera dicho lo mismo hace dos días_ contesté

_Pero eso no tiene sentido. ¿Por qué pondrían en peligro sus vidas y a sus esposas?_ inquirió una vez más pensando en ellas y las pocas veces que habían salido a la luz,

_No tiene sentido desde ese ángulo. Alice dijo que es más que un simple castigo por lo que ellos creen que hemos hecho. Ella pensó que ustedes podrían ayudarnos._