Amanecer (por Edward Cullen)

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Mirando el futuro

El suave cabello de Bella se cernía suavemente sobre mi pecho, uno de sus brazos cruzaba mi vientre y una de sus piernas se enredaba entre las mías, nuestras respiraciones estaban volviendo a la normalidad luego de haber estado jadeado, gemido y gritado de placer... el gozo había vuelto a su lugar, al menos por esta noche. El sol se alzaba sobre la línea del horizonte como símbolo de un nuevo día y un nuevo comienzo... un recordatorio que teníamos vida después del sexo, después del amor y de nuestros encuentros placenteros.

_Renesmee..._ simplemente dije mientras mi mano que la envolvía acariciaba la suave piel de su espalda, sentí que se tensó en ese mismo segundo, cuando realmente cayó en la cuenta de que nos esperaba alguien en casa,

_Todo está bien, amor. Vístete, y estaremos en la casa en 2 segundos._ murmuré, en un segundo ya no la tenía en mis brazos y me dolió perder su presencia entre ellos, Bella se había levantado de la cama a toda velocidad. Vi su confusión e indecisión cuando su cabeza se movía rápidamente de un lado a otro, poniendo sus ojos primero en mí y luego rápidamente dirigiéndolos al Oeste donde se encontraba nuestra niña,

_Es todo sobre balance, amor. Eres tan buena en todo esto, no creo que te tome demasiado tiempo poner todo en perspectiva._ me apresuré a decir,

_ ¿Y tenemos toda la noche, cierto?_ preguntó con esperanza, sonreí ante su nueva adicción... si supiera que yo adoraría de allí en adelante las noches,

_¿Piensas que soportaría dejar que te vistas ahora si no fuera ese el caso?_ murmuré arqueando una ceja...

Ella estaba abrumada por las sensaciones, algo que sucedía conmigo también, pero al parecer en mí había sido útil domar la paciencia y la prudencia a través de mi vida vampírica ya que, si bien sentí un deseo desgarrador por ella, había estado llevándolo bastante bien, casi parto mis puños al apretarlos al costado de mi cuerpo cuando la vi parada a un costado de la habitación tratando de decidirse entre su hija y yo, habría querido estrecharla entre mis brazos una vez más y perdernos en la pasión, pero mi paternidad recién adquirida igual me llamaba, mi Renesmee me llamaba y supe al igual que Bella que nuestro lugar era a lado de nuestra hija.

Resignada y decidida Bella cruzó la habitación sin vacilar a abrir la puerta del gran closet que Alice había preparado para ella, sus ojos se agrandaron al entrar al amplio cuarto, que vacío hubiese servido seguramente como un cuarto de huéspedes. Fui tras ella deslizándome entre las sábanas que cubrían mi cuerpo y entré al cuarto, ya lo había visto en la mente de mi hermana y sabía cuales habían sido sus disposiciones en cuanto a la ropa, por supuesto la mayoría era propiedad de Bella.

_¿Cuál es la mía?_ preguntó aún sorprendida y tal vez ofuscada, aunque no lo demostró...

_A mi leal saber y entender, todo excepto este perchero de aquí_ señalé una barra que se extendía hasta la mitad de la pared cercana a la puerta _es tuyo_

Bella abrió los ojos aún más arqueando las cejas, mi hermana se había empeñado en el hecho en que Bella era quién tenía que lucir su nuevo cuerpo, destacar su apariencia y acentuar sus nuevas cuervas, yo debía conformarme con lo mínimo posible, después de todo aún tenía un montón de ropa en el closet de mi antigua habitación.

_¿Todo esto?_ preguntó abrumada, pensé por un segundo y luego murmuré "Alice" a modo de explicación, ella escupió el nombre de mi hermana como si hubiese sido un improperio.

_Bien..._ murmuró resignada, resopló y caminó hacia el primer conjunto que estaba protegido por una bolsa cerrada, activé mi olfato solo para darme cuenta de que no le gustaría lo que encontrara en ella, una bata de seda rosa se abrió camino a través de la bolsa abierta... no era lo que ella usaría para andar frente a mi familia, a demás era una prenda bastante tentadora para ser arrancada con mis dientes. Y precisamente eso era lo que debía hacer frente a ella, mantener mi deseo y tentación a raya.