9 años en los que yo no había sabido ya nada de Ezio...aveces me quedaba sentada en la silla donde observaba la ventana por horas y me imaginaba que llegaba Ezio con su traje blanco...pero no era más que un sueño muy lejano...yo deje de verlo cuando tenía 15 años y ahora ya con 24 años de edad madure y esas ideas de que volvería a ver a Ezio alguna vez...se desvanecieron.
No quería contraer matrimonio y mi madre estaba empeñada a que ya tuviera un prometido pero lo que a mí me encantaba era ser modelo de los pintores reconocidos de toda Italia...mi pintor favorito que hacía que me viera en el cuadro mas realista que nada era Leonardo DaVinci quien estoy segura de que ha tenido contacto con Ezio...el único amor que voy a tener hasta el último día de mi vida.
El día del festival había llegado...el dogo de la cuidad tenía que presentarse en la fiesta ya que era prácticamente obligatorio que el asistiera por respeto y amor al pueblo...todos teníamos que usar máscaras y eso me emocionada...yo coleccionaba todo tipo de máscaras y mi favorita sería una que solo me cubría los ojos de color dorado...y mi vestido nuevo que mamá mandó a hacer desde Europa, tenía un color blanco como la nieve y con adornos de color rojo carmesí, "los encajes de color rojo carmesí le dan un toque muy intenso y seductor" Florenzo me dijo eso cuando vio que me lo probé por primera vez.
Me solté el cabello ya que casi nunca lo hago salvo en ocasiones especiales y me coloqué el nuevo vestido, me maquille los ojos y coloque en mi cuerpo un perfume traído desde París...si mamá se entera de que he usado su perfume seguro me mata, no pasare cerca de ella...y el toque final...el antifaz.
Salí de la casa tomada de la mano de Florenzo y salimos a la calle donde todos estaban emocionados por el festival...el vestido me arrastraba y observaba que algunas personas se vestían de bufones para hacer reír a la gente...o distraerlos para robarles el dinero, de todas maneras yo decidí mejor no acercarme a ellos.
Caminamos hasta el centro donde un hombre invitaba y motiva a las personas de la ciudad a que participarán en los juegos para ganar una máscara de oro y así poder pasar a una sección un poco más predilecta...donde verían más de cerca al Dogo, a Florenzo no le interesaba en lo absoluto ya que el siempre quiso estar dentro del festín gozando de la convivencia de sus amigos, había decidido irme a casa temprano ya que no me agradaban mucho este tipo de reuniones cuando estaba sola...pero por alguna razón del destino cuando iba en dirección a Florenzo para decirle que quería irme temprano sentí una enorme mano en mi espalda...seguido de un susurro seductor en mi oído..que decía...-¿Puedo acompañarte?...
Me detuve un momento y observe que me habían colocado un lazo en mi vestido y uno de los competidores de los juegos para ganar la máscara de oro me lo había quitado...observe sus ojos atravez del antifaz de plata que tenía en el rostro...y no podía creerlo...era Ezio.
-¡Ezio!...
Ezio se sorprendió y dejo de conseguir más lazos por lo que me observó.-¿Te conozco pequeña?
-Nueve años y solo me dices eso...Ezio sorprendido me quito el antifaz y en seguida se lo quitó el...observándome muy sorprendido.
-Me dijeron que...
-Estaba muerta...mi padre te dijo eso para que te fueras de mi casa y no te atraparan...Ezio no sabes..Ezio me tomo de la cintura y me azoto contra la pared besándome con fuerza y con pasión...tomó una de mis piernas y la colocó en su cintura...sentí poco a poco su lengua entrando a mi boca y no me dejaba ni si quiera jadear...mordí un poco sus labios y deslice mis manos por su espalda mientras lo besaba...sentí como su mano recorrió mi pierna y acaricio mi intimidad...no me importaba nada si nos veían no me interesaba yo quería esto yo deseaba esto...yo quería hacerlo aquí...y nada está vez nada me iba a separar de el.
ESTÁS LEYENDO
Assassin's Creed Your Lineage
FanfictionEzio Auditore está enamorado de ti, está es tu historia...tu linaje y debes luchar día con día contra las injusticias de los templarios y realizar tu sueño que es estar junto a Ezio y vencer cada obstáculo.