Assassin's Creed Your Lineage

Una dolorosa perdida.

Había pasado ya 1 mes desde que me enteré de mi embarazo y ya tenía 4 meses...mamá y papá estaban sospechando algo y Florenzo y yo ya no podíamos seguir ocultándolo...pensábamos decirles a nuestros padres sobre mi hijo cuando apareciera Ezio, pero Leonardo no ha sabido nada de él ya desde hace 4 meses...pobre de Leonardo también ya lo involucre en algo que no debía, y se estaba presionando por asuntos míos...me sentía culpable con el y con Florenzo...así que trate de asimilar mi culpa y salí al jardín a sentarme en el pasto a respirar la fragancia de las flores de mamá, a relajarme un poco, a sentir la brisa del viento que me susurraba nuevamente el nombre de Ezio...acaricie mi vientre y volteando a todos lados observe que no estuviera mamá ni papá para hablar con mi hijo.

-Escucha mi vida...te habla mamá...sé que me estás escuchando...y por lo que te estoy haciendo pasar es imperdonable, he estado preocupándome y deprimiéndome cada día más por no saber dónde está papá...y todo eso que siento tú lo sientes, pero te voy a decir algo, cuando te tenga en mis brazos...este o no papá yo te haré el niño más feliz del mundo, no existirán ni las tristezas, ni las preocupaciones, ni las cosas malas en tu mundo, te prometo que aunque me cueste la vida, yo te voy a proteger de cualquier mal en esta vida...te lo juro...y cuando también te tenga en mis brazos...te juro que nos iremos de aquí, nos iremos a Roma y ahí empezaremos de nuevo solo tú y yo...no habrá ninguna persona que nos pueda hacer daño...y te amaré hasta el final de mis días.

Me gustaba hablar con mi hijo, yo sé que me escuchaba, no tenía perdón al hacer que mis problemas los sintiera mi hijo...tenía que controlarme y mentalizarme de que muy probablemente Ezio ya no iba a regresar.

En la hora del té, el comportamiento de Nana estaba fuera de lo habitual, temblaba demasiado y estaba tartamudeando, cosa que hacía que mamá se pusiera de malas pero eso no me preocupaba en lo absoluto si no el miedo que tenía Nana.

-¿Nana estás bien?
-S-si mi señora...lo siento si he echo algo malo
-Me sorprende que estés tan nerviosa...¿Te pasa algo?

Mamá se limpió los labios con una servilleta y la colocó en la mesa para después hablar con Nana.

-Has estado actuando muy extraño Nana...no quiero que actúes de esa manera no me gusta, si no te quitas ese nerviosísimo me temo que tendré que darte el día libre y te lo descontaré de tu sueldo en próximo mes.
-No mi señora, le prometo que solo es algo que me pasa de repente
-Bueno entonces trata de controlarlo por favor...sirve el té entonces pero con cuidado

Nana fue por el juego de te de porcelana y lo sirvió cuidadosamente pero extrañamente el mío ya lo tenía preparado.

-Espero no le moleste mi señora, el suyo me dio tiempo de prepararlo en la cocina
-Está bien Nana muchas gracias.

Nana se dio la vuelta y se dirijo a mi madre y a papá.

-Señores con respecto a lo que hablamos ayer...¿Puedo tomarle el día libre hoy? Quiero visitar a mi madre a Florencia
-Pero Nana quedamos que te ibas a ir hasta mañana en la mañana ¿Porque la prisa de irte hoy? -papá se quitó la pipa de la boca para hablar con Nana-
-No quiero dejarla un día más sola mi señor, está enferma y necesita de mis cuidados, se lo suplico mi señor quiero verla cuanto antes.

Mamá y papá se vieron al mismo tiempo y suspiraron, pero al final papá asintió con la cabeza y Nana rápidamente se fue despidiéndose de todos.

-Bueno ahora que Nana se fue necesitaré a alguien que me ayude en la casa...-mamá me volteo a ver sin decir ni una palabra más, yo no sabía que Nana había hablado con mis padres para tomarse unos días de descanso, pero entre el silencio y la mirada de mamá Florenzo rápidamente interrumpió-