Un dia en el skatepark (10)

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CAPITULO 10

Me desperté al día siguiente en mi cama, con la sábana y el edredón por el cuello y con mi pijama de ositos rosas puesto. Hoy era... ¿viernes? Sí, creo sí, bueno, igualmente hoy no había clases por no se que fiesta. Sinceramente, de la noche anterior sólo me acordaba de... oh, ¡Carlos! Ese beso, había sido magnífico. ¿Esto es estar enamorada? ¿En serio? ¿Qué asco no? Siempre añorando a la otra persona, y nada más levantarte por la mañana refunfuñar porque no esta a tu lado, que mierda, anda que se quejaran poco de mi y tal mis padres y Jorge si sigo así.

Bueno, ya iba siendo hora de levantarse, era domingo y había que aprovechar el día antes de empezar otra vez con las clases. Abrí el armario y saqué unos pantalones muy demasiado cortos para mi gusto de color blanco, unas medias transparentes oscuras, una camiseta azul marino de lana que dejaba ver mi hombro izquierdo y unas vans blancas. Me vestí y después escogí como complementos un collar dorado y unos pendientes a juego. Cogí el móvil y hablé por el grupo de whatsaap que teníamos unos amigos y yo.

YO: buenos días chicos

BEA: buenos días Ally

SEBAS: buenos días

YO: dónde y cuando?

TESS: ya? Tan temprano estas pensando en quedar?

YO: Tess, son las 11:30 es buena hora.

JESÚS: a las 12:45 en la plaza del insti

YO: veis! Jesús es el único que me entiende

JESÚS: di que si pingüina ;D

YO: ainss mi pingüino como me cuida <3

PORKY: si venga, dejaros de rollos, hasta la 13:00

CELIA: porky como siempre 15 minutos por detrás

TROTU: hará frío?

SEBAS: no creo Cecilia ;)

TROTU: Sebas, tu vas?

SEBAS: si, y tu trotu?

TROTU: si ^^ nos vemos allí, voy a vestirme

BEA: yo también voy a arreglarme, dew chicos

CELIA: dew guys

Bajé a la cocina a desayunar, no tenía mucha hambre así que me las apañé con un vaso de leche y una magdalena. Escuché pasos bajar por las escaleras y resultó ser mi hermanico mayor. Llevaba aún los pantalones de rayas verticales del pijama pero no llevaba la camiseta.

-Ey.

-Eh. -Me saludó alzando una mano.-

-¿Qué tal?

-Cansado, ¿y tú, cómo estás?

-De pie -le saqué la lengua-, nah, estoy bien. Por cierto, ¿conoces a Carlos?

-¡Por enésimo cuarta vez, no conozco a Carlos Pérez Marco!

-Que no, digo a Carlos, 16 años, rubio, caricatura en pequeño de mi futuro esposo.

-Ah... ese Carlos... no, ¿por? -Río.-

-Ja-ja, en serio, ¿lo conoces?

-Sí, ¿por?

-Porque yo también, -sonreí- pasé el día con él ayer.

-¿Qué? No, de eso nada. No te acerques a él.

-¡¿Qué?! ¿Por qué?

-Porque es un mal crío, sólo eso.

-Venga ya chaval, ¿me estás vacilando?

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