Confesiones (20)

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CAPITULO 20

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Narra Pastel

Cuando ví que David se removía en el sofá me quité los cascos y me levanté para ir hacia él. Parecía un niño pequeño dando vueltas por una pesadilla. Posé mi mano sobre su hombro y él me la cogió tirándome encima suya. Luego se dio la vuelta y acabé yo debajo con él sujetándose con las manos sobre mí.

-Buenos días dormilón.

-Buenos días princesa -se agachó y me besó-.

-Siento que hayas tenido que dormir en el sofá por mi culpa -me disculpé-.

-Nah, tranquila, las haditas mágicas me taparon y me pusieron un cojín bajo la cabeza -sonrió-.

-¿Ah si? -Reí.-

-Si -rió conmigo-.

-Y... ¿tendría que estar celosa de esas hadas mágicas?

-Uy, que va, no tienes nada que envidiarles. Es más, se parecen mucho a ti, pero no son tan guapas -me besó-, ni tan listas -me volvió a besar-, ni tan sexys -volvió a juntar sus labios con los mios mientras yo pasaba una pierna por su cintura-, ni tan espectaculares -pasé la otra pierna con otro beso-, ni estoy tan loquito por ellas como por ti -me besó de nuevo pero esta vez más suave y despacio, dejando que el tiempo pasara con nuestros labios pegados-.

-Ya, que sepas que eres un pelota -reí-.

-Por eso me quieres -me sonrió seductoramente-.

-Que bien me conoce el jodio eh -ambos reímos-. Anda, vamos a desayunar.

Él se levantó del sofá y se puso de pie, luego me cogió de la mano pero en vez de dejarme en el suelo me tomó en volandas y me llevó a la cocina. Me dejó sentada sobre uno de los taburetes altos de la barra y mientras él se puso a hacer el desayuno. Fui a bajarme para ayudarle pero se dio la vuelta y me chistó.

-Ni se te ocurra, hoy lo hago yo.

-Vale, pero que sepas que ya tengo hambre, ¿qué tal si vienes y me das un adelanto?

Él sonrió y me dio un beso tras acercarse a mí. Después se fue y continuó con su tarea.

Mientras él hacía unas tostadas y las tazas de leche se calentaban en el microondas, yo me sentía inútil estando sentada sin hacer nada.

Empecé a llorar sin querer y David se giró a mirarme.

-¿Te tomaste ayer la medicina?

-¡No! -Me enfurruñé y me crucé de brazos. Me sentía furiosa y deseaba no haber llorado.-

-Ey, ven, que te las tienes que tomar.

-Oye -me levanté y fui hacia él melosa-, ¿qué tal si nos vamos a la habitación -le pasé las manos por el cuello y le hice circulitos con los dedos en el pelo de la nuca- y nos acostamos juntos?

-Pastel -se detuvo-, tienes que tomarte las pastillas.

Me mostró un frasquito azul con una etiqueta blanca con muchas letras, solo distinguí en letras mayúculas "ESQUIZOFRENIA".

-Toma anda -me dio un vaso de agua y me tomé las pastillas-.

-Gracias David.

-De nada mi amor, para eso estamos.

* * * * *

-Bueno, eh -no sabía si era el mejor momento para hablar con él pero tenía que hacerlo-, tengo que contarte una cosa.

Él pareció extrañarse y dejó la tostada sobre el plato. Me miró expectante.

-¿Y bien?

-A ver, ¿recuerdas que cuando nos conocimos en el instituto no subía al bus con todos, si no que me iba andando?

-Ajá -asintió a la vez-.

-Vale, pues, yo... iba al orfanato -suspiré, por fin se lo había dicho, pero aún quedaba más-.

>>Mi padre nos dejó a mi madre y a mi cuando yo era pequeña, nunca le guardé rencor, porque, ¿de qué vale odiar a una persona que ni siquiera conoces? Total que estabamos solas mi madre y yo en casa. Un día, cuando yo era pequeña aún, un hombre entró a robar en casa a plena luz del día. Iba entero de negro con una máscara que le cubría toda la cara y pistola en mano. Mi madre y yo nos asustamos y nos escondimos, pero yo recordé que había unos diamantes rosados que me encantaban y que los tenía guardados dentro de mi osito de peluche. Fui corriendo a por ellos pero él hombre ya estaba rajando el peluche. Al caerse los dos diamantes, los cogí y corrí a esconderme de nuevo, pero obviamente él me siguió. Me metí en el baño y me encerré en la ducha con la mampara de cristal. Aquel hombre se cargó la mampara de un disparo y cuando iba a cargar contra mí con otra bala apareció mi madre en el umbral de la puerta recibiendo la bala que llevaba mi nombre puesto. Yo aproveché y lo más rápido que pude cogí el cristal más grande que encontré para después clavarselo en la espalda, pero ya era tarde, mi madre estaba muerta y yo tenía las manos manchadas de sangre. Necesitaba decírtelo, para que supieras que legalmente estás saliendo con una asesina, a la que el gobierno mandó a un orfanato especial, donde me "reubicaron" y "reinsertaron" en la sociedad en vez de mandarme a la cárcel por ser menor. A los 18, cuando ya estabamos saliendo tu y yo, me dieron unos cuantos miles de euros y me desearon buena suerte en la vida. Yo intenté usar la cabeza con inteligencia y sabiduría, asi que empeñé uno de los diamantes, que aún guardaba con mucho cariño, por el que me dieron otros muchos millones. Ya con esa cuantiosa suma me alquilé un piso, y me dio para vivir hasta que me pediste que fueramos a vivir juntos. Sinceramente, gracias a ti pude volver a verle el color a la vida, ya que el único color que había aparte del gris era el rosado del diamante que me recuerda a mi madre.

-Mi amor -me abrazó mientras yo soltaba unos sollozos-, yo siempre te querré, hagas lo que hagas.

-Dios, David -rompí de nuevo a llorar-, no sé qué haría sin ti.

-Te quiero.

-Te amo.

Él me miró sorprendido, pero con una enorme sonrisa en el rostro. Me sequé las lágrimas con la mano y sorbí la nariz.

-Aún tengo que contarte una cosa.

-Dime.

-Yo... me cambié el nombre. Ya hacía que me llamaran Pastel desde pequeña, pero oficialmente empecé a ser Pastel a los 18. Yo... mi verdadero nombre... me llamo Ana -solté al fin-. Me lo cambié porque me recordaba demasiado a mi pasado. Pero ahora estoy contigo y me da igual todo -sonreí con lágrimas en los ojos-.

-Entoces, ¿me quieres?

-¿Qué pregunta es esa? Claro que te quiero, te amo David, estos tres años junto a ti han sido lo mejor de mi vida. La pregunta es, ¿tú me quieres a mí?

-Espero que esto te valga como respuesta -mientras lo decía se levantó, fue a uno de los cajones de la cocina y al vover se arrodilló frente a mí-, Ana, ¿quieres casarte conmigo?

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¿Qué os ha parecido el cap? :))

Se agradecen votos y comentarios, acepto todo tipo de críticas, pero prefiero las constructivas:)

Besos, Wolfie <3

Historias entrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora