-Zacky.-musité alterada una y otra vez, intentando de algún modo meterme en él.-Zacky.
-Tranquila.-dijo él tomando mi rostro.-Estoy acá. Tranquila. Estoy acá, Didi. Estoy acá.-me abrazó con fuerza y lloré en su pecho un largo rato hasta que mamá entró con la cena para los tres.
No podía soportar haber visto a mi padre ahí, como escuchando a escondidas, llegando sin Caro en brazos riendo. No podía soportar que las cosas parecieran normales pero que fuera imposible que la realidad volviera a ser la de antes.
- Vamos a comer algo. Podes... Podes quedarte hoy.-le dijo mamá a mi novio.-Quedate con ella, no preparé nada y...
-Voy a cuidarla.-dijo él con suavidad y me junté a su lado.-Mañana voy a llevarla a la escuela, vamos a lograr que me regale una sonrisa y, si se porta bien, le doy un beso.
Reí con suavidad en su pecho y negué. Siempre lo conseguía. Mamá tomó mi mano y empezamos a comer. Todo era silencio, pero no importaba. Ya no importaba que la ausencia nos inundara, porque estábamos ahí y eso era lo que valía. Me acurruqué junto a él y besó mis labios una y otra vez antes de ayudar a mi madre con los platos. No quería que se fuera, no quería estar sola, pero retenerlo sólo lograría que mis "estoy bien" se volvieran todavía más falsos de lo que ya eran.
-Cambiate, Didi.-murmuró sobre mis labios.-Yo ya vuelvo. Te amo mucho, ¿okey?
Asentí y me dejé caer en la cama mientras ellos se iban. Busqué mi ropa y me metí en el baño. Mamá había dejado que Zackary se quedara y eso sólo podía significar que papá no regresaría por un largo rato. Al salir, lo encontré a Zackary ordenando mis fotos. Me abracé a su espalda y suspiré antes de quitarle la remera y doblarla sobre una silla.
-Tu mamá me prestó este.-dijo mostrando un short de papá.-Ya salgo.
Se metió en el baño y aguardé por él, tendida en la cama. Miré el cuarto en silencio. Extrañaba a papá.Detuve el auto y entré tan rápido como pude. No lo soportaba. Claro que no. No podía seguir escuchándola en mi cabeza. No. Las lágrimas se me escapaban y las maldiciones también. A Caro no le gustaba verme llorar, pero es que la extrañaba tanto. Por el amor de Dios. No tenerla conmigo era una tortura. La extrañaba.
Arrojé las llaves, el teléfono, la campera, todo lo que estuvo al alcance de mis manos. Lloré. La había perdido para siempre. Su ausencia parecía aumentar con cada mes que pasaba y ya no lo aguantaba. Encima Diana... Por Dios. También ella parecía recriminármelo. Busqué el teléfono y la llamé, pero no atendió. Ya no me atendió. Seguí intentando hasta que el teléfono se apagó y decidí llamar a la casa de ellas.
-¿Hola?
-Fany.-dije y me senté con la cabeza contra la pared.
-Harry, es muy tarde ya.
-¿Diana no va al colegio?-pregunté sin darle importancia.
-Diana no va desde hace cinco meses, Harry. Ya lo hablamos, ¿te acordas?
-Ella tiene que volver a la escuela.
-Era su hermana, Harry. Era su hermana y ella está tan afectada como vos.-dijo molesta y me llevé las manos al cabello.- Dejala ir. Dejala ir porque Diana tampoco va a poder hacerlo hasta que lo hagas. ¿No lo entendes? ¿Crees que no me duele lo de Caro? Por Dios, si. Pero tengo que estar bien, por Diana. Zackary se la pasa en casa y ni eso puede lograr que ella vuelva. Las cosas están mal. No sos el único que la perdió.
-No tiene fotos de Caro en su cuarto.
-No puede verlas. Ella... Tiene ese tono porque Caro le pidió que lo pusiera una vez. Nunca lo sacó. No se atreve a hacerlo. No quiere alterar nada, no quiere cambiar las cosas de lugar. Quiere mantener todo intacto.
-Caro era la luz que lo llenaba todo.-dije y pasé la mano bajo mis ojos.
-Sí. Lo sé. Ella era tu luz, Harry. Diana era el reemplazo. Es más grande, lo entiendo. Diana se acuerda de las cosas que Caro no.
-Si la hubiésemos adoptado antes...
-¿Cuándo? ¿ Por qué sería diferente? Diana me dice mamá. Me costó mucho, pero lo logré y yo soy su mamá, aunque ella se acuerde de todo.
-A mi me dice Harry.
-Y vos le decís Diana.
- Porque se llama Diana.-dije. Entonces recordé a su novio y cómo la había llamado.-Didi.-musité.
-Si. Didi. Vos se lo pusiste, ¿te acordas? -no respondí.-Es muy tarde, Harry. Mañana tengo que intentar llevarla a la escuela.
-Dejame pasar por ella a la salida.
-Va a irse con Zackary. Deberías darle una oportunidad, ¿sabes? Ella lo ama.
-El amor a esa edad no existe.
-Adiós, Harry.
-No quise...-pero cortó.Volví a arrojar el teléfono y lloré. Realmente había echado a perder a mi familia entera.-Vamos, Didi.-pidió Zackary, sosteniendo mis trenzas entre sus dedos.-Yo voy a estar con vos. Lo prometo.
-¿Y si...?-musité.
-Mirame. Estoy acá y voy a estarlo. Vamos a la escuela. Todo va a estar bien.
Me tomó el rostro entre las manos y me besó. Le dejé que lo hiciera y asentí. Iría. Tomé su mano y él acomodó mis trenzas con cuidado. No todos los días le salían unas trenzas cosidas tan hermosas. Repasé la espalda de su campera negra con la mano y me junté más a su lado.
-Adiós.-dijo mamá besando mi mejilla una y otra vez.
-Te dije que estaba bien.-murmuré.
-Salvo porque perdiste la cabeza.
Asentí sin poder decir nada más y salimos. El frío me chocó de golpe y me estremecí, logrando que mi novio me rodeara con su brazo y besara mi frente. Sabía que él estaba preocupado. Llevaba mucho tiempo así. Estaba asustado por lo que pudiera pasar si yo no volvía a ser la de antes.
-Zacky, te amo.
-Te amo, Didi.-dijo él.-Estás haciéndolo muy bien. Voy a lograr que todo salga bien.
-Ellos van a preguntar por...
-Nadie va a preguntar nada.-me aseguró él.-Yo ya me encargué de todo.
Ya se veía el amontonamiento de gente. Inspiré profundo y quise voltear, pero él no lo permitió. Me tomó con más fuerza y avanzó. Cerré la mano en torno a la manga de mi mochila y los dedos de Zackary presionaron los míos.
-Estás conmi...
-¡Styles!-gritó alguien y quise correr lejos. Tanto como fuera posible, pero nunca sería lo suficientemente rápida.-Hasta que volvió la muñeca de la escuela. Extrañaba verte.
-Alejate, Justin.-dijo mi novio.
-Vamos, Zackary, hermano, sólo quiero saludarla.-dijo el otro y tomó una de mis trenzas. Los cabellos teñidos color ceniza aparecieron demasiado cerca de mí, descubriendo sus ojos azules. El perfume excesivo me embriagó y me sentí abrumada por un instante.
-No la toques.-dijo empujándolo y poniéndome detrás de él.-Y no soy tu hermano.
Tiré de su mano y él cerró su brazo en torno a mi cintura a la vez que avanzábamos hacia la puerta del establecimiento. No tenía ánimos para una pelea, no después de estar tanto tiempo bien con él. Nos movimos en silencio entre los pasillos, evitando cualquier clase de comentario y agradecí que todo el mundo estuviese en la puerta todavía. Nos paramos junto al salón y me apoyé contra su pecho en lo que esperábamos que la campana sonara.
-Sé que es tu amigo y...-comenzó como arrepentido y lo rodeé con ambos brazos negando.
- Vos sos mi único amigo. Sos la única persona con la que quiero estar y... Te amo.
-Te amo.-dijo él y buscó mis labios con rapidez antes de reír.-Podrían habernos descubierto, Didi.
-Correría ese riesgo.-reí con suavidad y su mirada de tornó dulce de golpe.
-Me gusta así.-dijo.-Esto me gusta.
-A mi también. Antes... Ser popular daba asco.-dije y lo miré.-Salvo por la parte en la que te conquisté.
-Es que sos irresistible.-rió.
-Sobretodo con el rimel corrido y escapando de una fiesta a la que casi no vas.
-Y terminé yendo para golpear a un idiota. Me llevé a la chica más hermosa y... Soy un héroe.
-Lo sos.-dije y la campana sonó.
Lo era.
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Hey angel
FanfictionMiró al cielo. Lo sabía. Él extrañaba de más a quien ya no estaba.