Bajé en la escuela con el gorro bien puesto, casi cubriéndome los ojos, un abrigo largo hasta las rodillas color negro y un jean negro haciendo juego con una remera roja. Sostuve la mochila gastada sobre un hombro y entré directo, recorriendo los pasillos hasta encontrar mi clase.
Me senté en el fondo y saqué una libreta vieja. Leila se sentó junto a mí. Se sacudió el pelo con rubio con una mano y la miré de reojo.
-Quedó mal. Eso pasa desde que ya no queres hablar conmigo. Mi hermano me da consejos de moda.-se quejó y reí bajito.-Dianita hermosa de mi vida, no quiero presionarte, solo te pido un receso juntas.
-Lei, sabes que...
-¿Que no vas a volver al equipo? ¿Que no queres ver a nadie? ¿Que necesitas un tiempo? Lo sé. Te juro que lo sé, pero yo te extraño, te necesito. Se me va la vida sin mi mejor amiga.
-Un receso.-accedí y comencé a tomar nota.-Ahora me acuerdo por qué conseguías tantas cosas de mí.
-Soy un verdadero dolor de cabeza.
-Hook.-la retó la profesora y Leila hundió el rostro en sus libros.Cuando la campana sonó, las dos avanzamos a la par por los pasillos. La miré de reojo y ella tomó mi brazo con el suyo.
-Estás muy, pero muy bien vestida hoy.-dijo.
-Me enseñaste bien.
-Creces tan rápido.-rió.
La empujé suavemente y una mano se enganchó en mi cabello, dejándolos deslizarse a medida que yo me alejaba.
-Justin, volves a tocarla y me voy a encargar de que no vuelvas a pisar una cancha.-dijo Leila sin voltear siquiera.-No es un juego.
-Pensé que se llevaban bien.
-Diana, sé lo que pasó. ¿Quién crees que le dio aquella paliza después de la fiesta? No fue solo tu novio. Yo me encargué de eso.
La miré sorprendida y ella sonrió cálidamente. Entramos en otra clase y tomó mi celular.
-Te dejo mi número por si llegas a extrañarme.
-Gracias.-murmuré y comencé a copiar.Salí de la escuela y caminé tres cuadras, tal como Harry había ordenado. Vi la camioneta del tío Niall y subí. Parecía emocionado, como si hubiese estado esperándome con ansias.
-¡Didi!-exclamó a la vez que me abrazaba.-¿Cómo está la sobrina más linda de todas?
-Bien, tío.
-Te extrañé. No podes volver, ilusionarme y desaparecer otra vez.
- No desaparecí. Fue Harry.
No dijo nada y arrancó. Yo no había desaparecido, me habían desaparecido que era muy diferente. Llegamos a su casa y me subió al hombro. Me dejé caer por su espalda y él entró y me tiró en un sillón.
-¿Muy aburrida la escuela?
-Algo. -me limité a decir.
-¿Cuándo vuelve Zackary?
-Mañana.-se asomó a la sala y me miró alzando las cejas.
-¿Su abuelo está bien?-asentí.-¿Ustedes están bien?
-¿Qué vamos a comer?-pregunté y pasé por delante de él. Abrí la heladera y saqué una milanesa que al parecer le había sobrado de la cena. La mordí.-Estás están buenas.
-Didi...-no quería hablar de eso así que saqué las milanesas y las dejé en la mesada antes de empezar a buscar papas para hacer papas fritas.-No tengo. Vamos a comprar.
-Me conocés.-murmuré.
-Más de lo que quisieras.-dijo él y me sacó el gorro antes de salir de la casa.-Vamos, Didi. Va a cerrar.
-No nos pueden ver juntos.-dije desde la puerta.
-No voy a dejarte sola en casa y menos si las cosas no están bien con Zackary.-retrocedí un paso como si escucharlo de una boca agena volviera reales mis sospechas.-Vamos.
Subí y él arrancó. Todo me daba vueltas. Zackary seguía sin llamar, lo que no era bueno porque se supone que después vendría a casa. El tío Niall no sabía dónde vivía y por eso cometió el peor de los errores. Apenas estuvimos por los alrededores de la casa comencé a buscarlo con la mirada, calle tras calle. Entonces lo vi. Puse la mano sobre el brazo del tío y él detuvo el auto.
Los labios estaban juntos. Él parecía sorprendido mientras ella la rodeaba el cuello con ambos brazos. Él la siguió el beso. Contuve el aliento hasta verlos separarse mientras los ojos se me nublaban de a poco sin que pudiera evitarlo. Zackary negó y la tomó ambos lados del rostro, acariciándole las mejillas con los pulgares, como solía hacer conmigo.
-Didi...-el susurro quedo del tío me devolvió a la realidad. Zackary seguía sin notarme.
-Vamos.-pedí con un hilo de voz.Cuando llegué a casa en la tarde el auto de Niall estaba en la puerta. Él me esperaba a la vez que miraba la hora en forma nerviosa.
-Se fue.-me dijo subiendo a la camioneta antes de que yo apagara el motor.-Tenes que llamar a Fany.
- No. Fany necesita este descanso, este momento en el que me toca ser padre.
-Harry, esto no se trata de ustedes, se trata de Diana.-dijo alterado.-Ella no va a estar bien.
-Tiene que estarlo.-murmuré.-No voy a dejarla ir a ella también.
-¡No es Caro! ¡No es ella!
-¡¿Por qué todos dicen lo mismo?!-grité.- ¡Ya lo sé! Caro está muerta. Lo sé.-bajé el tono y lo miré de reojo.-Diana está con mi mamá. No llamó a Fany. No voy a ser yo quien lo haga. No voy a hacer que me odie más de lo que me odia.
-Diana no te odia.
-Si me odia. Si no lo hiciera no visitaría a su papá cada vez que puede, no tendría la necesidad de buscarlo.
-¿Qué?
-Ella sabe dónde vive. Él la abandonó por Caro y ella lo sabe. ¿No lo entendes? Ella renunció a mí hace mucho tiempo.La abuela siguió acariciando mi pelo cuando desperté. Tarareaba una canción. El abuelo aún dormía en la habitación. Tomé la mano de ella y me acomodé con la cabeza sobre sus rodillas.
-Todo va a estar bien, amor.-murmuró.
-Fue una de las pocas personas en quien confié. No sé en qué punto empecé a hacer todo mal.
-Esto no es tu culpa. Él es el que hizo las cosas mal. No vos.
-Desde que Caro murió todo parece caerse a pedazos. Todo. No va a quedar nada.
-Voy a quedarme yo, tu abuelo, tu tía, tu papá, tu mamá, tus tíos. Vamos a seguir acá aunque no quieras vernos.
-Siempre quiero verte.
-Lo sé.-sonrió y volvió a acariciar mi pelo.-Cuando él se recupere vamos a vernos más seguido. Sabes que no me gusta volver a ponerte en esta situación.
-No quiero perder al abuelo.
-No vamos a perderlo. Él se va a poner bien. Vamos a intentarlo.
El timbre sonó y ella besó mi mejilla antes de ir a abrir. Sabía que era Harry. El tío Niall entró y se sentó junto a mí antes de que Harry apareciera. Me miró con reproche, pero no dijo nada.
-Acá estás.-dijo Harry, haciendo que me siente y tomando lugar a mi lado.-Vení acá.
Dejé que me abrazara y recosté la cabeza en su pecho. Estaba cansada y al parecer él también.
-Voy a preparar una buena merienda.-dijo la abuela tomando mi mano.-¿Queres, amor?-asentí.-Está bien.
-Tu abuela siempre te mima.-dijo Harry y apoyó el mentón sobre mi cabeza a la vez que acariciaba mi espalda.-Ay, Didi. Ya vas a ver que las cosas van a volver a estar bien.
-Zackary...
-Lo sé. Lo sé y estoy muy enojado por eso. Pero ahora quiero estar con vos.
-Para que no me lastime.-mascullé.
-No. Para que no estés sola, para que puedas tener a alguien con quién hablar si eso es lo que necesitas.
Lo miré un instante y me abracé a él con fuerza antes de volver a llorar bajito. Zackary estaba engañándome y eso iba mucho más allá de lo que yo me sentía capaz de soportar.
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Hey angel
FanfictionMiró al cielo. Lo sabía. Él extrañaba de más a quien ya no estaba.