Me senté en el asiento del acompañante mientras mamá estaba adentro con la directora. Miré a Harry que se mensajeaba con alguien y me centré en el exterior, para ser más exacta en la peluquería.
-Harry, ¿puedo cortarme el pelo?
Me miró confundido y entonces vio la peluquería. Se volteó hacía mí mientras su celular seguía sonando y puso mi pelo detrás de mi oreja.
-¿No te gusta así?-negué. Lucía igual que Caro y lo sabía.-¿Qué querés hacerte?
-Quiero ser yo un ratito.-murmuré y respiré profundo.-Quiero... Quiero volver a mi color natural, cortarlo.
-¿Podemos esperar a que tu mamá salga?-asentí.-Me gustaría acompañarte. Me gustaría no ser famoso ¿sabes?
-Me gusta que seas famoso. Así podía verte cuando vos no podías verme. Me gusta lo que haces. Aunque me asusta que algún día te vayas y ya no vuelvas.
-Voy a volver siempre.
-¿Aunque ya no me parezca a Caro?
-Si.-dijo y me rodeó con el brazo.-Aunque no te parezcas a ella y aunque no quieras verme.
La puerta del auto se abrió y mamá besó mi mejilla contenta. Reí negando ante su entusiasmo. Le gustaban las cosas rápidas y esa había sido la reunión más rápida que presencié.Me puse el uniforme del nuevo instituto. La pollera negra y la camisa blanca no me molestaban. Me pasé la mano por el pelo, ahora corto como el de un chico y colorado. Me miré en el espejo un minuto y bajé, encontrándome a mamá con dos tazas en la mano. Besé su mejilla y Harry apareció a los pocos minutos.
-Tu papá va a llevarte hoy.-dijo con una sonrisa a la vez que juntaba sus papeles.
-Suerte en la reunión.-llegué a decir antes de que se fuera.
-Siempre le va genial.-acotó Harry y tomó su taza.-Te busco también. Tengo que ir al estudio.
-¿Vas a llevarme al estudio?
-Si. ¿Por qué no? Tenés que saber dónde trabaja tu papá.-sonreí de lado y fui a buscar mi mochila.-Te compré un teléfono nuevo.
-¿Qué?
-Cambié tu número. Me tomé la libertad de pasárselo a tus tíos. Creí que querías empezar de cero.
Lo tomé y besé su mejilla. Subimos al auto en silencio y prendí la música mientras miraba fuera del auto, nerviosa.
-No le digas a tu mamá que te compré algo con que distraerte en clase. Va a matarme.
-¿Crees que sea buena idea?
-¿El cambio de escuela?-asentí.-Vos sabés que yo quiero verte bien y si para eso querés cambiar de escuela, entonces vamos a hacerlo. Ahora andá. Llamanos di nos necesitas.
-Harry,-llamé luego de bajar. Me miró con algo de cariño y sonreí al sentirme aceptada como Diana.-gracias.
Entré en el primer salón de clases y saqué mis cosas. Nadie me hizo presentarme y todos parecían demasiado dormidos para notarme. Miré a mi alrededor. Parecía mi vieja escuela con caras nuevas. La profesora podría haber sido simplemente una suplente y entonces todos ellos serían los que estaban fuera de lugar mientras yo permanecía en el sitio correcto. Permanecí ahí hora tras hora hasta que alguien se sentó a mi lado. Era una morena de enormes ojos oscuros y manos llenas de anillos.
-Chica nueva y con lindo look. ¿De qué convento te escapaste antes de rebelarte?
-Soy Diana, de la pública 503.-dije.
-Ya me parecía que te conocía. Bienvenida, soy el segundo puesto en coreografía.
Tomé su mano sin mucha confianza y ella dejó su mochila sobre el banco. Parecía decidida a quedarse. La recordaba. Lo habían hecho muy bien en la competencia, nosotras no tanto, pero al parecer no era un juego limpio aunque nunca supe quién lo arregló.
-Supongo que vas a sumarte al equipo.
-No. Ya lo dejé hace tiempo. Fue mi última competencia.
-Te retiraste con la victoria.
-Algo así.
-Bien. Pero cuando quieras volver, tené en cuenta que te guardo un lugar. No muchas se apuntan desde que la nueva moda es provocar profesores en los salones de clase.
-Lo anoto.-murmuré.-Por cierto, no sé tu nombre.
-Candy me dicen. Bastante alegre. -asentí y miré al profesor que entraba.-¿Se te da historia?-la miré con una nueva y rió por lo bajo.-Genial. Entonces estamos en problemas.
Se puso la mochila sobre las piernas y pronto pasó el hombre dejando exámenes sobre las mesas. Maldije para mis adentros y él se apoyó en mi banco. Era joven, más de lo que se suponía que debían serlo para evitar tener problemas con las alumnas.
-Veo que tenemos una alumna nueva. Nombre y apellido.
-Diana.-dije y me miró.
-¿Qué tan malo puede ser tu apellido como para no usarlo?
Se acercó a su lugar y tomó la lista. Lo ví fruncir el ceño. Me miró y asintió.
-¿Así que sólo Diana? Interesante.
Volvió a sentarse y Candy me miró. Con burla soltó un "interesante" y negó a la vez que abría el libro de historia sobre sus piernas y me indicaba un párrafo. Nunca antes había hecho trampa. Miré el exámen. Si no lo hacía, desaprobaba. Comencé a escribir y ella sonrió. Algo me decía que tendríamos un largo tiempo juntas.
Cuando sonó la campana de salida ella no tardó en alcanzarme. Caminó a la par mío hasta la puerta y encendió un cigarrillo apenas salimos.
-Mañana después de clases vamos a entrenar. Es sólo un rato. Si querés date una vuelta. Podría gustarte. Sin presiones.-besó mi mejilla y se fue caminando con prisa hasta alcanzar un grupo de chicas que hablaban con gestos preocupados.
Caminé tres cuadras y subí a la camioneta. Harry lucía preocupado así que guardé silencio. Arrancó y no dijo nada hasta que llegamos a la puerta del estudio.
-Tenemos que esperar un poco.-dijo.-¿Cómo te fue?
-Bien.-dije.-Me gustó. Mañana tengo una clase más tarde.
-Mañana... Didi, mañana tengo un recital. Nada grande. Es más bien un evento. Tengo que hacerlo. Es mi carrera.
-¿Y si algo pasa?-pregunté y recordé el recital, la forma en que el globo flotaba, los gritos, la gente que lloraba.
Me acordé de Zackary, de lo que dolía no encontrarlo, de lo que fue llegar al hospital y que nadie me respondiera sobre él. La mano de Harry tomó la mía y la presionó con suavidad.
-No voy a dejar que nada pase. Va a haber muchísima seguridad. No voy a permitir que pase nada malo.
-No quiero que nada te pase.-dije con los ojos llenos de lágrimas y me abracé a él con fuerza.-No quiero perderte.
-No vas a perderme. Tranquila, Didi. Voy a estar bien. Voy a hacer el show y después voy a volver a casa, voy a cocinar pastas con tu mamá y vamos a ver una película los tres juntos.
Pero yo no me sentía tranquila. Me hizo bajar y entrar en el lugar por la puerta de atrás del lugar. Avanzamos por los pasillos en silencio hasta que él me detuvo y se paró frente a mí.
-Te tengo una sorpresa. Estoy trabajando en algo interesante.
-Papá,-lo interrumpí sin atreverme a mirarlo.-de verdad no quiero que te pase nada.
-Lo sé. -me abrazó con fuerza y besó mi cabeza.-Voy a cuidarme y a todos los que estén ahí. Ahora vamos, sé que esto va a gustarte.
Abrió la puerta y ví al tío Niall. Me detuve un instante y miré a Harry, reía. Abrió todavía más la puerta y ví al tío Liam. ¿De verdad estaban trabajando juntos? Di un paso dentro y el tío Niall me levantó del piso haciéndome dar vueltas en el aire a la vez que besaba mis mejillas.
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Hey angel
FanfictionMiró al cielo. Lo sabía. Él extrañaba de más a quien ya no estaba.