Hey angel

9

-Harry.-lloró Fany al otro lado de la línea.-Harry, no vuelve. No sé dónde está.
Compartí una foto de ella en Twitter, en instagram, en todos lados mezclada entre otros desaparecidos. Nada. Diana y Zackary no aparecían. Las noticias lo llenaban todo. Sentí un nudo en la garganta y en el estómago. Faltaban horas para una presentación que no podía cancelar y mi hija había desaparecido en las explosiones .

-Zacky.-lloré, buscándolo a tientas en ese caos.
Los oídos me zumbaban. No entendía qué había pasado, pero me dolía algo y no encontraba a Zackary. La gente gritaba y había mucha sangre en todos lados. Quise moverme y me quedé prendida de un globo rosa, teñido de rojo en algunas partes y con pedazos de piel. Necesité que alguien me dijera que eso no era piel.
-Vamos.-dijo un hombre, tomándome por debajo de los hombros, haciéndome soltar un alarido.
-No.-lloré, intentando voltear. Intentando con todas mis fuerzas encontrarlo.-Zackary.-grité.-Zackary.
Me sacaron del estadio sin que pudiera dar con él y me subieron a una de las ambulancias con otras tres chicas. Todo era un desastre. Había mucha gente. Había demasiada gente pero mi novio no estaba ahí. Me dolía mucho y Zacky no estaba. Tenía miedo. Tenía mucho miedo. Todo volvía a mi mente y no le encontraba sentido alguno. Busqué mi teléfono, pero no estaba. Zacky lo había guardado por mí. Comencé a llorar más y más, igual que las otras chicas ahí. Miré el lugar, no entendía nada. La gente gritaba y lloraba y las remeras tenían rojo y las ambulancias estaban llenas. Todo parecía haber enloquecido de un instante al otro.

Las fans estaban molestas porque había acortado mi presentación. Gritaban. Y yo quería gritarles también. Gritarles y llorar, porque mi hija seguía sin volver a casa y no quería tener que ir a reconocer su cadáver, si es que algo había quedado. Tenía que volver a casa y encontrarla. Era mi hija y yo no tenía que estar dando un estúpido concierto, tenía que estar buscándola.
-Fany.-lloré al teléfono.-Por favor. Decime que la encontraron, Fany.
-Necesito que vengas.-dijo ella.-Estoy con Zackary. Dice que no pudo encontrarla por ningún lado.
-¡Estaba con ella!-grité.
-Hubo explosiones, Harry.-lloró.-Estaban cerca.
No quería escucharlo. Subí al avión y terminé la llamada. Tenía que encontrarla. Lloré mientras intentaba verla por la ventana. Ella tenía que estar ahí, en alguno de esos puntos, edificios, lugares. Mi hija tenía que estar ahí.
Revisé las respuestas de las fans, nadie decía nada, nadie sabía de Diana.
"Hospital en la calle 9"- leí.
Y allí fui, encontrándome con la mayoría de los internados por el concierto. No podía preguntar por ella. No había nadie que brindara ayuda. Revisé todo el primer piso, abriendo puertas y recibiendo gritos, llantos, todo menos a mi Diana.
-Didi.-lloré y, al abrir una última puerta del tercer piso, la encontré ahí, tendida en la cama. Casi cierro antes de reconocerla, pero era la única que no había lanzado un alarido de sorpresa o similares.-Didi.-Tenía el cabello esparcido en el rostro y una venda en la pierna.-Didi.-repetí. Estaba paralizado. Era ella y su corazón latía, lo oía por esa máquina. Sus ojos de clavaron en mí.
-Harry.-dijo ella y quiso ponerse de pie, pero no se lo permití. Corrí junto a ella, la sostuve contra la cama. No quería que de moviera. No quería que nada le doliera.-Harry.
-Por el amor de Dios.-dije abrazándola con fuerza para luego apartarla y ver su mueca.- No te encontrábamos. Tengo que llamar a tu mamá. Didi.-le aparté todo el cabello del rostro y besé su frente mientras más lágrimas caían. Contenerme era imposible. Ella estaba ahí.
Permanecimos unos minutos en silencio mientras Fany juraba que llegaría en un abrir y cerrar de ojos. Ella aún lloraba y yo también, supongo que ambos estábamos asustados.
-Zacky...
-Está con ella.-murmuré y volví a abrazarla.

Todo fue silencio durante largas horas. Zacky dormía junto a mí, sin soltarme, agarrado con brazos y piernas. Habían logrado devolverme a casa, yo estaba bien. Un par de rasguños que ya no dolían, pero que a mamá la aterraban como siempre.
-No voy a ir nunca más.-murmuré y mamá tomó lugar junto a Harry y siguió llorando.-No quiero que vayas.-lloré entonces mirando a mi padre.
-Didi, es mi trabajo.-dijo con una mueca y negué efusivamente.
-No.-lloré y me incorporé, abrazándolo a la vez que Zacky se levantaba sobresaltado.-No quiero que sigas. Ya no. No podes dejarnos.
-No voy a ir.-murmuró él.-Voy a intentar evitarlo. No voy a poner a nadie en peligro.-la voz se le quebró y me tomó con más fuerza.
-Papá, no quiero que vayas.-lloré.

Era la primera vez que me llamaba así. La tomé con fuerza y hundí el rostro en su cabello. Ella había estado ahí. Había formado parte de esa catástrofe, pero la había encontrado. Nunca antes había sentido tanta gratitud al verla tirada en su cama con su novio.
-Necesitas dormir, Didi.-dijo Fany.
-No quiero dormirme.-lloró ella.-Ya no. Mamá...
-Vení acá.-dije y me senté junto a ella, haciendo que se acerque más.-Tu mamá y yo estamos acá. Mirame.-tomé su rostro y sequé una a una las lágrimas aunque siguieran saliendo.-No vamos a irnos. Vamos a quedarnos con vos.-junté mi frente a la suya y luego la besé.-Nadie va a volver a lastimarte. Nadie. Pero necesito que duermas. Necesito poder verte dormida como si nada hubiese pasado, porque tenía mucho miedo de no encontrarte. Tenía muchísimo miedo de no encontrarte, hija. Y todavía tengo miedo, así que necesito que vos estés bien.
Ella se abrazó con fuerza a su madre y tuve que contenerme antes de largarme a llorar. Así, con fuerza, clavando los dedos en la espalda de su abrigo, hundiendo el rostro como intentando meterse en ella, uniendo ambos latidos. Así me había tomado Caro antes de morir.