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No fui al funeral ni salí de mi cuarto por los días que siguieron a la muerte del abuelo. Habían dejado entrar a Zackary y yo había escuchado cada una de sus palabras sabiendo que no me amaba y que, por más que yo lo hiciera, nada cambiaría. Todo me daba vueltas de a ratos y sentía que el mundo podía caerse y yo no caería, porque había algo que no me dejaba, como no me había dejado cuando la primera bomba explotó y todo lo que ví fueron pequeñas chicas como muñecas de trapo volando entre gritos y terror.
-Didi...-pidió mamá.- Didi, tengo que viajar y no... No puedo dejarte así, hija.
Pero no respondí y ella se fue. Apenas lo hizo, Harry tiró la puerta abajo y se sentó a los pies de cama. Tomó mi mano y entrelazó los dedos de ambos. Sentí que veía a Caro y aparté la vista.
-Didi, vamos a lograr que todo esté bien.
-Tengo que acostumbrarme a que mi entorno siempre se reduzca.-murmuré.
-No... Didi, por favor. Quiero que vuelvas a estar bien.
-Ni siquiera sabías de mi existencia cuando yo estaba bien.
Se apartó un poco y supe que lo había herido. Murmuró algo pero no le entendí y salió del cuarto. Al poco tiempo volvió con arroz en un plato. Me hizo sentarme en la cama contra su pecho y me dio de comer en silencio. Dejé mi mano sobre mis piernas y recosté mi cabeza en su hombro. Cuando el plato estuvo vacío lo dejó sobre la mesa de luz y me rodeó con ambos brazos.
-Solo quiero verte bien. Didi, fue muy difícil para todos y... Duele mucho. Yo también te necesito, ¿sabes? De verdad.
-Estoy acá.-murmuré.
-A veces creo que no querés estar acá.
-Pero ahora sí. No me gusta que todos se mueran.
-A mí tampoco.
-No puedo ir a despedirme ahí porque...
-Lo sé. Tampoco quería que fueras. Es algo muy triste.-lo miré y él besó mi frente antes de dejarse caer en la cama conmigo en brazos.-Ya es muy tarde. Tu mamá todavía no subió al avión. Podemos llamarla.
-¿No está enojada?- él negó y le marcó.  Ella atendió al instante.
-¿Harry?¿Diana está bien?
-Te amo, mamá.-dije y la escuché liberar el aire contenido.
-Yo también te amo, mi amor. Es hora de dormir. Tengo que subir al avión y...
-Voy a estar bien. Sólo... Llamane cuando llegues.
-Como siempre. Ahora a dormir. Te amo muchísimo.
-Yo te amo todavía más.
Harry cortó y me quedé entre sus brazos mientras él acariciaba mi pelo con suavidad una y otra vez. Pero no dormíamos. Es más difícil dormir cuando alguien ya no va a estar más y lo sabés. Harry puso música bajita y me junté mas a su cuerpo a la vez que él besaba mi frente.
-Todo va a estar bien.-musité y él asintió.-Tiene que estarlo.
-¿Puedo llevarte mañana a la escuela?-asentí.-Eso está muy bien. Voy a buscarte después.
-¿Podemos ir a ver a la abuela?
-Si, podemos.
-Te quiero, Harry.
-Yo también te quiero.
-No quería escaparme cuando el pasó lo del abuelo.
-Lo sé. Tendría que haberte buscado en la escuela. Podrías haber estado conmigo y no sola en la calle, pero tampoco quería que estuvieras en otro recital.-me cubrió mejor con las sábanas como si no supiese que mas hacer.-Didi, yo no soy ella, yo no lo sé todo ni puedo lograr hacerte bien como ella lo hace. Tu mamá no quiere hablar de Zackary porque dice que te hace mal, pero si vos necesitás hablarlo quiero que sepas que estoy acá.
-Lo sé.-murmuré.-A mamá no le gusta mencionar lo que hace mal. Por eso ya no dice el nombre de Caro.-dudé un instante y luego lo miré.-Fui a verlo cuando Caro murió, a nuestro papá, fui a verlo. Le conté lo que había pasado. ¿Sabes? Pasé mucho tiempo yendo a visitar un departamento vacío hasta que una familia lo ocupó.
Me tomó con más fuerza pero no dijo nada, quizás no encontraba las fuerzas necesarias o no creía que fuera conveniente. Me volví pequeña en su pecho y dormí como llevaba tiempo sin hacerlo. Aunque nunca se lo dijera, dormir con él me daba paz, me hacía sentir protegida y acompañada, como si Caro estuviera ahí. Pero eso me asustaba porque si él volvía a irse, no resistiría perder un cariño que pude obtener aunque fuera por unos escasos meses.

Cuando pasé por la casa de Liam Diana no bajó con el entusiasmo con que solía hacerlo. Apagué el motor y bajé antes que ella. Llevaba días apagada, desde que Fany se había ido. Le abrí la puerta y me dejó que tomara su mano.
-¿Estás pensando en Caro?-preguntó casi con miedo.
-No. No estoy pensando en ella.
-¿Por qué?
-Porque estoy pensando en vos.
-Perdón.-murmuró.
-No tenés nada por lo que disculparte.-le aseguré y la junté a mi lado antes de tocar el timbre.-Todo está bien.
-Fuiste a buscar a mi papá el otro día. Lo sé.
-No quiero que vuelva a abandonarte.-dije y me rodeó con ambos brazos. Diana nunca antes se había portado así.-No si eso va a hacerte mal.
-¿Vas a irte?
-No.
Liam abrió pero ella no se apartó de mí y entramos. Diana vestía de negro y tenía el cabello revuelto.
-Hoy tienen la competencia.-dije y miré a Liam.-Volvió a las porristas.
-No se ve muy feliz con eso.-murmuró él.
-Me fui a una fiesta aquel día.-susurró Diana con la vista clavada en el piso.-Yo era muy popular y no podía faltar. Estábamos tomando mucho y era divertido porque había pileta y buena música y todos mis amigos estaban ahí.-supe que era aquello de lo que Fany siempre decía que ella no quería hablar y la rodeé con mi brazo al instante.-La bebida sabía raro, pero yo ni sabía si estaba tomando vodka, whisky, alcohol etílico. Pero entonces ví que uno de los chicos ponía algo en el vaso que después me dió. Yo... No me acuerdo de mucho de esa noche.-intenté no alterarme pero su atención se fijó en mí y supe que me había delatado. La habían drogado.-Sé que alguien me tocó, me besó. Todo era ruido y... Salí corriendo cuando ví que se bajaba los pantalones.
Las manos le temblaban y la junté a mi pecho con fuerza. Estaba asustada. Estaba muy asustada y yo podía verlo.
-Fue cuando conocí a Zackary. Salí corriendo y choqué con él a varias cuadras de distancia. Ninguno de mis amigos me ayudó y él... Yo no quiero volver a ser popular.
-Nadie va a obligarte a serlo.-musité aún asimilando sus palabras.
-Quiero que vayas hoy, papá. Quiero que vayan. No me dejen sola.
-Didi...
-Voy a usar el uniforme y todos van a ver mis cicatrices y van a volver a llamarme puta. Pero si estás ahí eso no va a importar.
-¿Y si se dan cuenta que sos mi hija? No quiero que te hagan mal.
-No importa.-lloró tomándome con fuerza.-No importa, si seguís acá cuando eso pase, nada va a importarme.
Liam suspiró y subió. Bajó a los pocos minutos cambiado y salió de la casa. Escuché mi auto, la puerta y lo ví aparecer con la mochila de ella.
-Vamos.-dijo.-¿De verdad te gusta el equipo en el que estás ahora?-Diana asintió.-Entonces cambiate que vamos a estar esperándote acá para ir.

Hey angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora