Muerdo mis labios mientras me armo de valor. Okay, aquí voy. Avanzo hasta el Billar Fermín para encontrar a Cora. A tan sólo cinco pasos de distancia de la puerta giro sobre mis talones y me alejo.
¡Gallina!, exclama una voz en mi mente. Agito mi cabeza, debo saber qué es lo que siento por ella. Cora me atrae pero no quiero solamente acostarme con ella. Lo que quiero es conocerla, ser su amigo aunque sea.
Atravieso las puertas del bar y la encuentro en seguida, me mira unos segundos antes de sonreír. Le devuelvo el acto inconscientemente. Se acerca a mí.
—Bienvenido al Bar de Fermín, ¿viene solo o en compañía?
—Solo.
—Le recomiendo la barra, puede ver cómodamente el partido. —me lanza una mirada de «sígueme». Lo hago. Ella se coloca tras la barra y yo me siento en un banco— ¿qué haces? —pregunta, no molesta más bien curiosa.
—Quiero ser tu amigo.
—¿Vas a fingir que eres gay o algo así? —no sé si tomar eso como un insulto pero me rio.
—Soy Alonso, soy hetero, me gustan las mujeres te lo aseguro. —en sus ojos cafés puedo ver una gran cantidad de curiosidad— También me gusta tu sonrisa y sólo quiero conocerte. —ella mantiene ahí su bella sonrisa.
—Bien, entonces, Alonso, soy Cora y al igual que tú me gustan las chicas —mira hacia la izquierda, lo hago también. Un hombre de barba nos mira "disimuladamente"— ¿qué le sirvo? —dice Cora bajando el rostro mientras limpia con un trapo rojo la ya limpia barra— Debo trabajar o perderé el empleo y están prohibidas las visitas aquí —susurra.
—Entiendo —susurro— Una cerveza, por favor —pido alto.
*
Juro que resistí lo más que pude, una noche fue mi mayor esfuerzo. A las ocho de la mañana del domingo le mando un mensaje.
HOLA, ¿QUÉ HACES HOY?
NO, MUCHO. HOY DESCANSO ASÍ QUE ESTARÉ EN MI CASA.
BUENO, DISFRUTA TU DÍA.
LO HARÉ, IGUAL TÚ.
—¡Jos! —grito desde la puerta de mi habitación.
—¡¿Qué?! —me regresa desde donde sea que esté.
—¡¿Quieres hacer algo hoy?! —por lo general los domingos estoy en cama reponiéndome de una resaca enorme que no se va hasta el anochecer. Mientras los sábados son de fiesta junto a Jenni, ya sea de antro, festivales, o simplemente en un bar. Pero Jenni se había ido a trabajar como modelo de Bryan todo el fin de semana.
Con Jos patinamos en las rampas toda la mañana, haciendo trucos o cayendonos.
—Muero de hambre —digo. No desayune, sólo salimos de casa y ya.
—Vamos entonces —Jos hace un último truco y sale de la rampa, aún patinando. Lo sigo también sobre la tabla.
—¿Starbucks? —pregunto cuando lo alcanzo.
—Sí, seguro —seguimos entre las calles. Tratamos de no chocar con las muchas personas que caminan, pero no siempre se puede. Empujo a una señora.
—¡Perdón! —grito mirándola de lejos, me da una mirada de enojo y avanza, a su lado Cora corre. Detengo mi skate.
—¡Muévete, Lonso! —me grita Jos. Sigo con la mirada a Cora hasta que cruza la calle y sigue avanzando hacia mí, lleva en las manos una bolsa negra gigante. Patino hasta alcanzar a Jos, dejando de ver a Cora.
—Bro, mira, ella es Cora —detenemos nuestro andar y gira a ver.
—¿Quién?
—La que tiene una diadema de flores —digo. Está avanzando hacia acá, y no me ha mirado. Su rostro es el claro reflejo de la emoción.
—Son rosas, Alonso —me dice Jos.
—¡Lo que sea! Es ella.
—Es linda —asiente— ¿Vas a hablarle?
—Eh —ella dijo que estaría en su casa todo el día, me mintió— Vamos, vamos por los cafés —digo volviendo a patinar. Dos calles más adelante llegamos al starbucks. Jos me entrega su skate.
—Tú espera, yo entro —sin darme tiempo a contestar se adentra al local. Frunzo el ceño. Minutos más tarde escucho a mi tripa rugir, tengo hambre. Que Jos se apure, suelo ponerme de mal humor cuando tengo hambre.
—Alonso —giro para encontrarme con Cora— Hola —me sonríe. Mi tripa vuelve a rugir y frunzo el ceño.
—Hola —hecho una mirada rápida a Jos dentro del local, hay dos personas adelante de él en la fila.
—¿Qué haces? —pregunta mientras yo digo— ¿Qué haces por aquí?
—Espero a un amigo —digo— Pensé que estarías en casa todo el día —pronuncio con reproche. Su sonrisa se cierra y mira lo que trae en manos. El ambiente se ha puesto tenso, la he atrapado en una mentira, inocente, pero mentira.
—Debo irme —da vuelta.
—Cora —la llamo— Cora —la sigo— Espera.
—No, voy, tarde —se aleja.
—Estás hermosa —digo deteniéndome.
—Gracias —ella sigue caminando hasta doblar la calle.
¿Estoy un poco molesto porque ella me mintió y le digo que está hermosa?¿qué conmigo?
Mi tarde-noche se va escuchando a Imagine Dragons, checando archivos viejos de mi laptop, y bebiendo un poco de refresco.
Mi celular sonando interrumpe mi noche. Cuando miro el nombre de Cora en la pantalla mi corazón empieza a correr, no dudo en contestar.
—Hey, hola Cora —digo, pronto recuerdo que me mintió, ¿y yo le hablo como si eso fuera pasable?
—Hola, Alonso —dice con voz dulce, el resentimiento disminuye— Lamento haber huido hoy, realmente era tarde y...
—¿Por qué me mentiste? —pregunto cuando su oración se ha quedado sin final, no la interrumpí, ella no terminó.
—Es algo vergonzoso de decir — murmura, me la imagino con la cabeza baja jugando con sus dedos. Cora es predecible en cuanto a sus gestos.
Entonces comprendo; no confía en mí. Y no la culpo, prácticamente nos llevamos conociendo un día, tal vez sólo horas. Pues a pesar de que la conozco hace exactamente una semana hemos convivido poco.
—¿Te gustaría desayunar conmigo mañana? —pregunto— ¿Tal vez Dominique Ansel? Quiero confiar en ti y que tú confíes en mí.
—Suena bien —sé que sonríe, y lo hago también.
—Perfecto, ¿a las ocho?
—Hasta entonces, descansa.
—Descansa —cuelga y suelto un suspiro. No puedo evitarlo, la chica me está provocando dudas.
Gracias por leer.
![](https://img.wattpad.com/cover/108904728-288-k689896.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sueños Salvajes || Alonso Villalpando || Editando
FanfictionSoy un tonto que no sabe amar. Jenni, definitivamente estás loca no sé porqué te provoca mi forma de ser, creas un zoológico en mi interior. Cora, cierro los ojos y pienso en ti. Provocas cosas en mi cuerpo y no sabía que estaba hambriento hasta qu...