Capítulo 21

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Camino por la aldea buscando a Cora, desde la noche de la fiesta no he hablado con ella. Se comportó muy raro y lucía nerviosa.

Me encuentro con la guardia real así que me preparo para hablar con el acento francés.

—Delfín —me dice una voz femenina tomándome del brazo, acompañando mi caminar. Volteo y me encuentro con Lady Yvette.

Lleva el pelo suelto y lacio, y una que otra trenza pequeña suelta. Una falda capeada larga de color plata y un corse bajo un jersey plateado y dorado.

—Lady Yvette —digo deteniéndome y soltándome.

—¿Cómo se encuentra?

—Bien, gracias por el interés.

—¿Lo veré ésta tarde?¿En el bosque? —alza las cejas. Me muerdo el labio inferior.

—Basta, éste coqueteo de tu parte debe terminar —digo en un murmuro.

—Sé que no soy una reina, como María pero eso no significaba que no podamos estar juntos —frunzo las cejas—. Me refiero fuera de la comunidad —susurra sin el acento. No puedo evitar sonreír, me llevo la mano a la boca para cubrir ese acto.

—Me halagas, y eres muy hermosa pero declinare tu ofrecimiento.

—¿Por qué?¿A caso sales con alguien? —alza las cejas.

—No, pero...

—Y piensas que soy linda —me interrumpe—. Espera a que me conozcas, no querrás alejarte —presume. Alzo las cejas con una pequeña sonrisa.

—Que egocéntrica —digo sin intención de ofenderla. Mira al cielo con una sonrisa.

—Nos vemos en el bosque, Príncipe —dice y se aleja. ¿Me citó? Lástima que se quedara esperando, no necesito una tercera chica que venga a revolverme los sentimientos.

—Príncipe Francisco —me dice un noble—. Se solicita su presencia en el castillo —me dice y me señala a la guardia real, diciendo, «vaya ahora».

Al llegar al salón del trono, encuentro a La reina madre, a el príncipe Carlos, la princesa Claudia, a Cora, y a un desconocido. Aunque lo he mirado con anterioridad.

—Hijo mío —me saluda Catalina con un beso en la frente.

—Madre —digo—. ¿Qué sucede aquí? —miró a "mis hermanos" y a Cora, quien tiene las manos cruzadas sobre su estomago y la mirada lejos de mí. ¿Qué nos pasó?

—Francisco te presento al príncipe Tomás de Portugal —dice "mi madre" llevándome hacia el desconocido —un muchacho por lo menos cuatro años menor que yo, rubio y de ojos verdes- — está aquí para aliarse con Francia.

—Eso es fantástico, lamento que mi padre no esté aquí para recibirte —digo haciendo una inclinación a modo de respeto hacia Tomás, él sonríe encogiendo los hombros.

—No hay problema, el compromiso está principalmente con su nación y la intención de defenderla —dice, ya que el Rey de Francia marchó a la guerra en Caláis contra Inglaterra.

—Así como el tuyo al desposar a nuestra hermana —dice Carlos.

El entendimiento me llena, Catalina dijo que está aquí para aliarse con Francia, lo cual sólo ocurre con la unión matrimonial, así como Escocia y Francia conmigo y María.

—Es algo apresurado, digo, a penas llegó hoy —dice Claudia apretando las manos sobre su estómago.

—Y estoy encantando con lo que veo —dice Tomás, sonrío.

Sueños Salvajes || Alonso Villalpando || EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora