Mi celular estaba en el suelo, lo tire a propósito provocando un ruido que hizo despertar al cachorro por unos momentos para luego dormirse en mi brazos, con todo la delicadeza que me podía permitir me acosté con el encima mío.
La televisión seguía encendida pero no le preste atención "¿Qué hare contigo? ¿Dónde te dejare cuando este en el trabajo? ¿Quién te vera? ¿Podre verte si te llevo conmigo? ¿O estarás bien si te dejo solo?" pensamientos que me comen neuronas.
El sonido que provenía de la televisión jugaba de fondo mientras mis ojos se fijan en el techo, el "podrido" techo, de un momento a otro no pensé en nada y quien sabe por cuánto tiempo lo estuve mirando. Mi atención fue liberada de este al sentir al cachorro moverse, mi vista fue a parar a sus redondos y claros ojos marrones iguales a los de un peluche. El me devolvió la mirada y de un momento a otro, salto a mi cara, meriendo mi nariz y lamiéndome sin piedad.
Risas salieron de mis labios cuando él se quiso bajar que muy a mi gusto lo puse delicadamente en el suelo. No paso ni una semana y ese ser tan puro e inocente ya se gano mi cariño como mi atención "el poder de un animal" pensé al verlo jugar con una lata de gaseosas que solo Dios sabe cuánto tiempo estuvo ahí.
Me fije en las bolsas llenas de comidas y gaseosas que había comprado, me dispuse a poner todo ordenadamente en la heladera. Las verduras tiradas por un lado y la carne apilada por otro, junto con las latas de gaseosas.
Baje la cama del cachorro que solo consistía de una almohada negra y una cama de perro del mismo color suficiente para un perro mediano.
El reloj de mi celular me indico que ya era hora de ir al trabajo," no te dejare, te irás conmigo" lo decidí ya que Dolores no estará por un tiempo, ese perro ira conmigo siempre que pueda, estará conmigo, por lo tanto nada podía pasar cuando Dolores vuelva tendría que hablar con ella.
No tendría que hacer tanto drama pensando en algo tan tonto como eso, sin más me fui al baño para a misma rutina, mirarme al espejo durante unos segundos y lavarme la cara, coloque de vuelta mi brazo ortopédico, puse al cacharro en la cucha (cama o cucha o cuna de perro) lo tape con mi campera para que no le hiciera frió y sin más salí con él en mis brazos.
Llegue a la Cueva, durante el camino, no me dio problemas el cachorro, con cuidado me las ingenie para introducir la llave en la cerradura y abrí la puerta, con mi pie la cerré, me adentre en el pasillo que era para el servicio, gire hacia la cocina y a un lado de la puerta coloque con sumo cuidado la cuna del cachorro. Saque mi campera y lo vi dormir, lo tape de vuelta con su cabeza afuera para que no se sofocara y me puse a limpiar el lugar para después abrirlo.
8 de la tarde ya era hora de abrir, le di un vistazo al cachorro para confirmar que seguía durmiendo y luego encendí el cartel de luces fosforescentes que indicaba que estaba abierto.
Con el tiempo empezó llenarse, hoy no vendría Matías, los clientes sabían esto y no pidieron nada de comida, todos pedían licores, entre el medio del bullicio y la televisión sentí un llanto.
Termine de atender a uno de los clientes y fui a ver al cachorro, cuando entre en su visión, se cerco corriendo hacia mí, me acuclille, saque mi guante izquierdo y lo caricia. Me fije en la hora del reloj de la cocina, vi que eran las 10 de la noche, suspire y busque sobras tan rápido como pude, no quería dejar mi puesto por tanto tiempo.
Encontré una pata de pollo en la heladera de la cocina, a una velocidad que igualaría a un chef corte en pequeños trozos la carne, en todo esto el cachorro me saltaba y bailaba a mis pies, con mi mano izquierda agarre el pollo picado y lo puse en el suelo, el no tardo en comer.
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LAS COSAS RAMDON Y TODO LO DEMAS
Random¿Que pasa cuando no tienes nada que justifique tu existencia? ¿Y si tienes total libertad? Aprovechando de las situaciones que suceden de manera random a los demas, buscando obtener ventajas y beneficios de esta. Evitando las consecuencias o dejando...