Capitulo 19: Silencio

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Gritos, llantos insoportables, golpes y caras que desvían sus ojos. Una mesa volcada, furia goteando de su voz, caras sin expresiones y unos ojos que me consolaban sin palabras.

Abrí mis ojos al escuchar el ruido de bolsas, me levante gimiendo del dolor y mire las colchas, manchadas de sangre seca. Pase mi lengua por mis labios sintiendo el sabor metálico de mi sangre y sonreí, mire mi mano que temblaba sin cesar y hago un puño varias veces pero sigue temblorosa. Mi sonrisa se agranda y siento el dolor en todo mi cuerpo.

El ruido de las bolsas volvió a presentarse, camine con varios quejidos escapando de mis labios pero sin perder mi sonrisa, prendí las luces de aquella habitación y vi sus patitas traseras saliendo de la bolsa mediana. Sonreí al verlo, levante levemente la bolsa con mi mano temblorosa, el saco su cabeza y volvió a sumergirse en ella, me reí y intente levantarlo pero al hacerlo se removió intentando llegar de vuelta a la bolsa.

-Olvide la comida- le dije mientras mire como se saboreaba con su lengua pasando por todo su hocico.

Deje al cachorro en la cama y note que pequeñas manchas en su pelaje, me agache con curiosidad, al acercarme me llego un olor a sangre y lo aleje de esa cama, vuelvo a olfatearlo y es el.

-Perdona cachorro. Te ensucie- dije sonriéndole.

El como respuesta lamio mi cara y movió su cola, lo volví a dejar en la cama y agarre la bolsa. Sentí al cachorro detrás de mí. Le sonreí al darme cuenta que ya baja solo sin ayuda.

Baje con el cachorro siguiendo mis pasos, llegue a la cocina y Marcus comía un sándwich que mancho todo el mesón y él le resto importancia al darse cuenta.

-Hola... me olvide de darte esto. Es la comida que estaba en casa – puse la bolsa en su mesón y el la abrió con curiosidad.

-¿Cómo estás?- analizaba todas las comidas y las separaba.

-Solo llegamos a la primera sesión -

Abro su heladera y miro todo lo que hay adentro, rascando levemente mi cabello mientras pienso en que me robo.

-Báñate y luego curo tus heridas-

-Bien, pero primero...- agarro un recipiente lleno de carne y verduras. Y escuchando sus risas subo las escaleras.

Siento de vuelta al cachorro tras de mí, abro y cierro puertas. Buscando el baño, hasta que al abrir una, lo encuentro. Voy a la habitación donde duermo y rebusco en las bolsas, saco lo necesario, termino de comer la carne y verduras, dejando el recipiente en el piso para el cachorro y vuelvo al baño.

Me encierro y abro la lluvia pero unos llantos me hacen parar de desvestirme. Abro con curiosidad la puerta y miro abajo al cachorro que se menea la cola alegre. Sonrió y abro lo suficiente para dejarlo pasar. Me baño sin cuidado, el agua se tiñe de rojo y marrón. El cachorro olisquea todo lo que está en el baño, curioso de todo.

Salgo y con una pequeña toalla algo manchado de suciedad, me seco y me pongo con unos vaqueros negros, mi deportivo y una remera simple.

Bajo y encuentro a Marcus guardando todo la comida que traje en los cajones de la cocina. Nota mi presencia y levanta su mirada con una sonrisa.

-Que... ¿Eres hombre?- me sonríe y se lo devuelvo pero con confusión pintado en mi rostro.

-Te bañaste muy rápido ¿acaso eres hombre?- me pregunta con gracia.

-Capas lo sea y Dios se confundió - le sonrió.

El ríe y me hace un ademan para que lo siga. Pasa por mi lado y se dirige a la sala de estar, se sienta en el sofá y palmea un par de veces a su lado. Me siento a su lado y veo que tiene todo listo en la pequeña mesa.

LAS COSAS RAMDON Y TODO LO DEMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora