Capitulo 8: Trabajo: comienzo

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Después de toda la clase y de aprender la estructura como planos del terreno de los Long.

Volví a casa con el cachorro durmiendo en su cuna, entre con vagancia y mucho sueño. Me dirigí a la cocina, abrí la mini heladera, coloque mi única sartén en la hornalla, me dispuse a cocinar para ambos.

Son las 13:49 de la tarde al terminar de cocinar, corte en pequeños trozos la carne y le puse en su plato, al hacerlo el vino corriendo y tropezando a devorar su comida. Mientras me morfe mitad de la carne y me tire a dormir.

No sé cuánto tiempo paso de aquello, pero fui despertado bruscamente de el sueño por un fuerte dolor corporal "necesito mi droga... mi droga... duele" pensé al intentar levantarme.

El dolor era insoportable, me dolía y ardían las articulaciones de las piernas, dificultando mi andar, en mi espalda sentía escalofríos dolorosos, el lugar donde me faltaba mi brazo ardía y sentía tirones en la carne, mi brazo izquierdo temblaba y me dificultaba moverlo por el dolor, mis huesos crujían al caminar hacia la cocina, mi visión se nublaba, volviéndose negra y cubriéndose de destellos blancos.

Cada paso hacia la cocina es agobiante, sentí la sangre en mi boca aunque sabía que era una ilusión de mi mente, mi cabeza palpitaba y las ganas de estamparme contra la pared hasta quedar inconsciente se hacía cada vez más gratificante.

Al llegar a la cocina no tuve otra opción que apoyarme del lado derecho para usar mi brazo, dicha acción intensifico los dolores en todo mi cuerpo, busque con desesperación mi única tetera, abollada y desteñida de color.

Intente encender la hornalla después de fallar unas cuantas veces por fin lo logre, camine con dificultad hacia el lavamanos y la llene temblorosamente de agua. Al dirigirme de vuelta tropecé pero antes de llegar al piso, logre agarrarme del mesón lo que lanzo puntadas dolorosas, empecé a castañear los dientes ante el dolor.

Llegue y lo puse en la hornalla, derramando un poco de agua en el proceso, mientras se calentaba con dificultad saque de la campera un par de bolsas marrones. Regrese y abrí una con mis dientes, tirando un poco al piso le puse al agua, vi como caían pequeños trozos de hojas y ramas como hierbas desconocidas a esta, tiñéndola de un marrón, parecía agua sucia.

Espere unos minutos utilizando el mesón como soporte para evitar caerme al piso, el dolor que sentía es insoportable, los escalofríos se volvían más intenso como el temblor de mi brazo y mis piernas, comenzó a dificultarse mi respiración, se volvió más errática, ya no podía soportarlo, me acerque y apague la hornalla, agarre sin ver un trapo y coloque el liquido de color marrón en mi taza "menos mal que no la guarde" pensé cuando derramando la llene.

Sin esperar a que se enfriara, me lo trague, sentí el líquido quemándome la lengua y mi garganta pero no me importaba, solo quería apagar esos dolores.

Cuando estuvo vacía mi taza, me deslice hasta quedar sentada en el piso frio, note como los dolores iban disminuyendo y mis ojos se cerraron.

Me desperté al sentir algo halando de mi camisa, abrí mis ojos y lo primero que vi fue al cachorro, quien tironeaba de una punta de mi camisa, le sonreí y lo alce con mi brazo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de mi cara empezó a lamerme. Reí y le di un pequeño beso en su cabeza, lo baje con cuidado, me levante y me estire, quejándome y suspirando cuando crujían mis huesos.

Agarre la ultima bolsa que me quedaba, la guarde en el bolsillo de mi vaquero y busque la hora.

Faltaba una hora, rescontrándome en el sofá, encendí la televisión y empecé a cambiar de canales hasta que vi que ya era tiempo de ir a la cueva.

LAS COSAS RAMDON Y TODO LO DEMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora