-Aquí tienes. Tus drogas- agarre la bolsa negra y la abrí, dentro había unas 20 paquetes pequeños de color marrón, sonreí al verlas. "Estar sin esto sería una tortura".
-Gracias David- le dije mientras le entregaba un fajo de dinero.
-Un placer hacer negocios contigo- respondió, agarrando el dinero y contándolo.
David, un hombre de 27 años, delgado de unos 1.89 de altura, sus ropas sucias y descalzo, de ojos verdes y cabello rubio despeinado. Un drogadicto y distribuidor ilegal de drogas y cualquier medicina. La droga lo había destrozado pero el seguía consumiéndola de vez en cuando.
Después de hacer negocios, recogí al cachorro de mi casa y nos dirigimos a la cueva.
Jueves 7 de la tarde, entre a la cueva, limpie el piso, la barra, las mesas y acomode las sillas. El cachorro se quedo encerrado en la sala de descanso.
Al terminar, encendí el letrero de neón, que indicaba que la cueva estaba abierta, me puse detrás de la barra y me apoye en esta mientras esperaba que los clientes llegaran.
Ayer el soldado no había aparecido, lo que era bueno, ya que no quería lidiar con el "faltan dos días ¿creo? Solo dos días" pensé mientras veía como mi mano temblaba.
El temblor era fuerte, llegando por todo mi brazo, lo que es anormal, mi mano era lo único en donde se notaba el temblor. Que todo mi brazo este temblando era preocupante.
Temiendo que me agarre un ataque y que alguien me viera en esa forma, solo pensarlo me alarmaba, me dirigí a paso rápido a la cocina, encendí una hornalla y puse una pava llena de agua. Espere que el agua burbujeara y cuando lo hizo, apague la flama. Agarre una taza y la puse en el meso, llene de agua y fui hasta a la sala del descanso. Saque de la campera un paquete pequeño marrón, acaricie al cachorro y volví a la cocina.
Abrí el paquete con cuidado y tire su contenido en el agua, esta se hizo de color marrón oscuro y en ella flotaban varias ramas y hojas pequeñas, la agarre con mi mano temblorosa.
Volvió a la barra, me senté en una de las sillas y después de soplar varias veces, tome el primer sorbo, sabia a tierra, amargo y con algo de picante.
Hacia frio, yo solo tenía puesto una remera manga corta de color negro y unos vaqueros negros, solo compre una campera, que la usaba como correa para la cuna del cachorro y para cubrirlo del frio.
Termine de tomar mi "droga" espere a que llegaran nuestros clientes fieles. La puerta se abrió a las 8 y entro el soldado amargado y otros. "¿Ahora son dos?"
Ambos se acercaron, el hizo una mueca al entrar y el otro miraba el lugar. Cuando llegaron a la barra, profundizo su ceño fruncido y sus ojeras más oscuras como notables, tenía apenas barba y su pelo despeinado como desarreglado.
-Hola señorita ¿usted no vio nada raro en estas semanas?- me pregunto su compañero, flaco, delgado, sin nada de musculatura, rubio de ojos azules "rubio bien estereotipado" con el mismo uniforme.
-No – respondí cortante, su compañero no dejaba de ver mi falta de brazo derecho.
El gruñón lo golpeo con el codo, su compañero lo miro y solo lo miro con una mirada fría.
-Perdón, no era mi intención. Gracias por su tiempo- dijo sin más y se fue. Pero el gruñón se quedo hasta que el otro soldado salió.
-¿Por qué huiste el Lunes? – me pregunto el soldado amargado.
-Hice una retirada estrategia. Mi cordura dependía de ello- respondí mientras agarre un vaso para limpiarlo.
- Mi trabajo requiere retiradas tácticas, tu solo corriste al vernos- dijo frunciendo su ceño a más no poder.
-Bueno, no me quería meter en lo que fuera que era eso- dije, rindiéndome al intentar limpiar el vaso con una mano temblorosa.
-Bien, mi hermana me conto que ayudaste a su estúpido prometido – escupió esas palabras.
-¿Hermana?- pregunte confusa mientras me apoyaba con mi brazo en la barra.
-Me conto que salvaste a su prometido en un mini-supermercado de esta zona- me informo.
-¿La chica exótica de rulos?- pregunte dudosa.
-Sí, es mi amiga de infancia y hermana –
-Sabes, no te entiendo ¿A qué quieres llegar?- dije con aburrimiento.
-Es mi amiga y nos adopto una familia a los dos- dijo sin más con el ceño fruncido.
-Bueno, entiendo –
-Bien, ellos querían juntarse contigo para darte las gracias- dijo mirando a la televisión por breve momento.
-No, gracias. Ando muy ocupada respirando- dije con gracias mientras sonreí.
-Hablo en serio- dijo con voz fría y enojada.
-Ya tranquilo – dije levantando mi mano en forma de rendición.
- Bueno, te avisare el donde y cuando- me informo mientras se disponía a irse.
- ¿Por qué vinieron y me pregunto eso tu amigo?- le cuestione con curiosidad.
-Es mi compañero no mi amigo y han desaparecido muchas mujeres por esta zona- me informo, me resulto aburrido "¿mierda porque no un asesino serial?"
-Bueno ¿Por qué no viniste ayer y anteayer? – pregunte con curiosidad, ya que aquel
-Investigando las desapareciendo de esas mujeres- se dio la vuelta y se fue sin saludar ni nada, empezaba a creer que no tenía otra cara que no sea el de un amargado.
Hola, perdón por no subir capítulos y no usar el instagram para avisarles cuando subiré un capitulo, todavía no lo se manejar aunque para ustedes suene estúpido pero yo no entiendo el instagram.
Estuve ausente por que había perdido las ganas de escribir e intentare publicar en insagram un día antes por lo menos de que publique un capitulo en mis historias
"solo, intentare"
Muchas gracias por leer mis historias y por favor da tu opinión si gustas o lo que quieras. gracias por dar tu tiempo en mis historias.
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LAS COSAS RAMDON Y TODO LO DEMAS
Diversos¿Que pasa cuando no tienes nada que justifique tu existencia? ¿Y si tienes total libertad? Aprovechando de las situaciones que suceden de manera random a los demas, buscando obtener ventajas y beneficios de esta. Evitando las consecuencias o dejando...