Dialogo; -Bla bla bla-
Pensamiento "bla bla bla"
Camine hacia el local de Dolores. Aquella dueña que tan amable sin saber nada de mí, me dio un trabajo y que ahora mismo confía tanto llegando dejarme a cargo de su tan preciado bar.
Hacer caminatas me relajaba y ayudaba a vaciar mi mente. El sol ya se estaba poniendo y la brisa del mar me golpeo que fue más que bienvenido "bueno a ver que quiere Dolores "pensé al ver aquel lugar frente a mis ojos opacos.
La cueva se encontraba cerca de la playa y del centro, un lugar ideal para un negocio pero por desgracias no es muy concurrido pero se sostenía gracias a sus clientes habituales que entraban a beber y comer para olvidarse de la mierda de la realidad.
Desde afuera parecía muy simple de paredes blancas sucias por el tiempo y rayadas por la gente como posters pegados por doquier. Solo un cartel mediano de neón amarillo que decía "la cueva" aparte de eso nada más.
Al entrar, fui recibida por un ambiente tibio y de luces bajas, un olor a comídalo impregnaba, el sonido de un suave violín lento de fondo, su interior era minimalista, sillas y mesas normales, paredes de madera y un piso de baldosas de un amarillo suave, como siempre poca gente, todos hombres casi ninguna mujer entraba a este lugar.
Algunos inmersos en la televisión u otros tomando y comiendo, charlando entre ellos algunas veces.
Como siempre tranquilo, frente a la entrada la barrada también sencilla marrón, donde trabajo, sirviendo toda clase de bebidas desde la más simple a las más complejas, fuertes y suaves. Al lado derecho de las bebidas una ventanilla horizontal donde podía ver cocinando Matías y la izquierda de esta una puerta solo para personal.
Entre por esta, donde se encontré una escalera que lleva al almacén y antes de las escaleras otra puerta. Al abrirla fui golpeada por un fuerte olor a papas fritas.
-Buenas noches Yu.- me saludo Matías.
Un hombre alto de unos 40 y pico de años moreno, gordo y peludo como un oso con su barba estilo casi Jesús. Es también nuestro gorila pero como el lugar es muy poco concurrido y nuestros clientes se conocían muy rara vez surgían conflictos.
-Hola Mat, ¿Cómo vas?- levante mi mano en señal de saludo.
-Nadie pidió mi nueva creación- respondió con una cara de decepción. Lo que me provoco curiosidad.
-Pues yo tengo hambre, seré tu ratón de laboratorio- al terminar de decirlo su cara se ilumino al escucharme, agarro un plato sopero con su sopa y con una radiante sonrisa expectante me lo puso en mis manos.
-¿Es sopa esto?- pregunte con un poco de duda al verlo, era de un color rojizo, podía ver los fideos, arvejas y otras verduras.
-Sí y no, ahora ¡Pruébalo!- exigió con su voz teñida de anticipación o exageración.
-Como guste, señor- hice mi voz como los militares, lo que le saco una risita le sonreí.
Llene la cuchara, luego de soplarlo varias veces me lo lleve a la boca, Matías me miro esperando mi degustación.
Con impaciencia pregunto - ¿Y qué te parece? –
Mi rostro al probarlo canturrie como respuesta mientras asistía como niña retrasada – No te pienso devolver el plato- respondí con mi sonrisa habitual.
-Es como una especie de rameen, encontré en internet la receta y le añadí mi toque mágico- explico orgulloso – Soy un genio culinario, ¿No lo crees?-
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LAS COSAS RAMDON Y TODO LO DEMAS
عشوائي¿Que pasa cuando no tienes nada que justifique tu existencia? ¿Y si tienes total libertad? Aprovechando de las situaciones que suceden de manera random a los demas, buscando obtener ventajas y beneficios de esta. Evitando las consecuencias o dejando...