Capitulo 16: Nuevo Brazo

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-Entonces... ¿Cómo te hiciste eso?-

Me mire la herida en mi estomago que estaba cubierta por una venda que había visto días mejores, ya no era ni blanca, era marrón claro con manchas más oscuras de sangre seca y ahora con un ligero tono rojizo de mi sangre.

-David me apuñalo con una cuchara- dije alzando mis hombros sin importancia.

-¡¿Qué?! ¿Con una cuchara? ¿En serio?- dijo Marcus muy emocionado mientras se contenía de reír.

-Sip, merezco un reconocimiento ¡Un premio! ¿O algo así? No todos los días te apuñalan con una cuchara-

-Si un premio. Si te llegan a apuñalar otra vez con una cuchara ya tendrás un Guinness-

Marcus volvió a su motocicleta y yo solo mire corretear al cachorro en su jardín.

-Te cambiare esas vendas- dijo de repente, haciendo que despegue mi mirada del cachorro y verlo a él.

-¿Por qué?- pregunte mientras baje mi mirada a mis vendas marrones.

-No sé como lo haces, pero cada vez que te lastimas te pones las mismas vendas sucias y mágicamente tus heridas no se infectan- dijo señalando con una herramienta donde estaban mis vendas.

-La ventaja de crecer entre la mugre. Seguro sobreviviré a una epidemia- dije con gracia.

-Sí, no te importaría vivir en una alcantarilla ni compartir cama con arañas o ratas-

-Realmente no me importaría, ya vivo en la basura- le sonreí

-Bueno, pero yo no. Te regalare unas vendas como buen amigo y compañero que soy-

-¡Oh! Eres un buen samaritano, haz hecho tú obra del día. Que te den un Nobel o lo que sea- dije exageradamente con un sonrisa.

-Si lo sé, me lo merezco con todo y cena. Soy una persona de Dios-

-Si, como digas. Lo bueno de haber recibido un cucharrazo es que conseguí un brazo – volví a buscar al cachorro en el jardín.

-¿En serio? Bien por ti ya podrás atarte las zapatillas por ti solita-

Mostré una sonrisa de come mierda y le tire una llave inglesa que estaba cerca mío. le peino su cabello y choco con la pared, cayendo con un fuerte ruido en la mesa.

-Tranquila amorfa- levanto sus brazos con una sonrisa y salió del garaje, adentrándose en la casa.

Seguí mirando al cachorro, hasta que volvió con un rollo de vendas en la mano. Se sentó frente mío y empezó a sacarme la venda marrón.

-Por cierto, los Ryuu van hacer un movimiento- dijo mientras desenrollaba mis vendas viejas

-Ya se estaban tardando- dije sin despegar mi mirada del cachorro

-Sí, se armara una de película-

-¿En qué bando somos? ¿O nos creen?-

- De ninguno, los Ryuu saben perfectamente que no estamos de ninguna parte-

-Entonces ¿Tendremos asientos de primera fila?-

-Sí, veremos el quilombo con palomita y todo- respondió con una risa mientras yo solo sonreí al imaginarme el lio que íbamos a ver.

No dijimos ninguna palabra, solo se escuchaba el sonido de las hojas de los arboles provocado por el viento y los ladridos del cachorro.

-Me sorprende que te hayas cerrado bien la herida con un mano- me halago mientras pasaba suavemente las yemas de sus dedos por el hilo que mantenía cerrada mi piel.

LAS COSAS RAMDON Y TODO LO DEMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora