La imagen era tan clara, pero aún así quería convencerme de que tal vez no significaba lo que era obvio.
-Vamos Sophie-me obligue a quitar mi vista de encima de ellos, y a tragarme todas mis putas emociones.
-¿Qué no veníamos por Dylan?-la miró mal y ella asiente, me conoce demasiado y sabe cuándo algo no anda bien, así que se levanta y camina hasta donde estoy.
-Hasta luego-le digo a modo de despedida al susodicho de nombre Christian, este asiente y le sonríe descaradamente a mi mejor amiga.
Me apresuró a dar pasos fueras de aquel apartamento. En cada paso la opresión que se había estancado en mi pecho aumenta pues tenía la vaga esperanza de que Dylan me seguiría, de que diría algo para convencerme de que todo estaba bien entre nosotros.
Aunque a quien le miento nosotros nunca hemos estado ni estaremos bien.
Además no se le da explicaciones a tu hermana del porque llevas a alguien más a la cama ¿Cierto?.
-¿Todo bien?-Asiento ante la pregunta de Sophie, ella guarda silencio, aunque se que no me ha creído.
Él no me detuvo y eso me dolió, mucho de hecho.
Cambio, narración tercera persona.
El coronel aprovecho que se había quedado solo en casa para ir hasta el cuarto de su hijastra.
Al entrar se quedó pegado a la puerta, tratando de contenerse, intentando dejar de pensar en ella como mujer, pero fracaso notablemente.
Dándose por vencido y respirando profundo, dejo la puerta y se adentro aún más en aquel cuarto de colores pasteles, pulcros y bellos como lo era su dueña.
Con su dedo índice recorrió el colchón como si se tratará del cuerpo de su hijastra, con cautela, entusiasmó y ganas comprimidas. Posterior a esto el coronel camino hasta el gavetero en donde descansaban algunas fotografías entre ellas una de su difunta esposa, tomo la foto y la beso, luego le coloco una toalla encima porque sentía que hasta una simple fotografía lo juzgaría si llegara a ver lo que él hacía cuando se quedaba a solas.
Abrió una gaveta que ya conocía de sobra, la de las ropa interior.
Cogió en sus manos unas tanga de color rojo vino, la olfateo, olía a ella, a su sexo, a su piel. Aspiro el aroma y empezó a imaginarse a Ana con aquella prenda como único cobertor de su magnífica y tentativo cuerpo. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no dedujo el momento en que una de sus manos fue a parar a su cremallera, cuando fue conciente de la creciente erección se ayudó con ambas manos para liberarla.
Colocó la tanga encima de su parte íntima y empezó a autocomplacerse todo mientras seguía pensando en ella. En su pelo negro, sus ojos oscuros, en sus curvas y piel delicada, empezó a jadear según avanzaba el movimiento de su mano sobre su extremidad, así permaneció un buen rato. Cuando sintió que se iba a correr la foto de una Ana más joven llamo su atención. En esta se le podía ver con un vestido blanco y dos colectas perfectamente amarradas, su carita de aquel entonces era aún más inocente y para los ojos de aquel animal también era más provocativa.
Agarro la foto y la coloco frente a su pene y se vino encima de ella, para el eso fue como venirse sobre la misma Ana.
Descanso hasta recomponerse, limpio todo y finalmente abandonó la habitación como si nada hubiera pasado.
Narrativa primera persona.
Para cuando vine a llegar a casa ya era bastante tarde, pues me había quedado con Sophie por un par de horas.
James me había enviado un mensaje diciéndome que habían surgido asuntos y que llegaría mañana temprano. En el fondo agradecí el hecho de que estaría sola, así me sentiría mejor y podría poner mis pensamientos en su debido lugar.
Más claramente trataré de aceptar que Dylan es mi hermano, que no debe gustarme como me gusta, que él me odia y que tal vez tiene razón al hacerlo.
Me duche y luego fui a la cocina por algo de comer y para leer un poco, esto último me ayudaba muchísimo a ordenar mis ideas.
-Mi existencia se resumiría en dos frases: condenación y muerte-estuve tan absorta en el libro que cuando escuché su voz me tembló todo del susto tremendo que me dio-Esa es mi frase favorita de ese libro-explico, ya se había bañado y estaba más arreglado.
-"Vete a la mierda", esa es mi frase favorita de cualquier libro-al escucharme me sonríe de ese modo que se me hace inrresistible.
-Asi que los traidores también se ofenden-resalta con burla, toma asiento frente a mí y ya no quiero seguir leyendo.
-Mira tú, los hijos de puta también existen-Algo dentro mío se complace de que estemos discutiendo, es algo sumamente raro pero cuando discutimos para mí es como si volviéramos a la normalidad.
Me roba un puño de frutos secos y los lleva despreocupadamente a su boca.
Al terminar se inclina hasta estar más cerca mío.
-La traición y la violencia es exponerse a emplear un arma de dos filos con la que puede herirse el mismo que las maneja-continua citando líneas de Cumbres Borrascosas.
-¡Perfecto! ya quedó desmotrado que lees, ahora pierdete-cada momento que nos mantenemos cerca es un momento en el cual pierdo toda sensatez, y solo me surge el impulso de asaltar su boca a besos y robar todo tipo de caricias que pueda proporcionar su cuerpo al mío.
Incluso el cólera por el hecho de verlo con otra chica disminuye cuando sus ojos que siempre me han parecido divinos, se centran en mi.
El me pierde, me cambia y eso me asusta.
Pienso en las opciones:
Seguir pretendiendo que todo está "normal".
Esperar a que sus indirectas aumenten y el tema de Jahson salga a flote.
La tercera es huir y la extra es...
No me responde.
Cuando mis labios han hecho contacto con los suyos mil emociones me han invadió, pero un segundo después me embargo la decepción al notar que no respondió a mis besos como esperaba que lo hiciera.
-Imbécil-tengo ganas de llorar, por lo que me levanto para huir antes de que me vea derramar lágrima alguna, siento una vergüenza terrible.
Apresuró mis pasos por las escaleras cuando siento los suyos detrás. Corro hasta mi habitación pero no me da tiempo a cerrar la puerta.
-¿Vas a seguir humillandome?-no puedo evitarlo, una lágrima se me escapa.
No responde, toma mi rostro entre sus manos y traga en seco, intenta besarme pero le quitó la cara.
Hace que le mire.
-Mienteme-casi que susurra.
-¿Qué?-pega su frente a la mía, su pulgar pasea por mis labios.
-Mienteme-repite sin soltarme-Vamos a mentirnos. Tú dime qué no me has traicionado, yo te voy a decir que nunca he tratado de herirte
-Dylan-quiero detenerlo, no quiero escuchar verdades, pero me hace callar con un beso breve.
-Pretendamos que no somos hermanos, que no me odias y que no te quiero...
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Esclava De Una Obsesión [COMPLETA]
Mystery / ThrillerEl volvió de un internado militar en Suiza tan sólo para cobrar venganza por algo que ella desconoce, Ella lo ha odiado desde siempre y lo odiara aun mas después de su regreso. El padrastro siempre ha cuidado de ella, pero cuando su madre muere, tod...