Esclava De Una Obsesión [COMPLETA]

Se ha ido (editado)

Me habían dicho que duele perder a quien más quieres, pero nunca me dijeron que más que doler te hunde, te desborda, pierdes el sentido, deseas viajar con esa persona, te duele respirar y te duele no haber podido hacer nada para evitarlo, Duele reconocer que eres culpable...

Me desperté en una habitación que no era la mía, todo era blanco, cortinas azules y dos camas. La mía y otra, desvíe la mirada y hay estaba Dylan, conectado a mil aparatos y con sus ojos cerrados, y en el sofá estaba papá, llorando...

—James—lo llame en un susurro y camino hasta mi, al ver que había despertado—¿Que pasa papá? –pregunto con la voz entrecortada al ver la expresión de su rostro.

—Anabelle—hace una pausa y mi corazón empieza a latir rápidamente—Elizabeth se está muriendo—termina diciendo y no puedo evitar que mi mundo se venga abajo.

—Lo siento cariño pero no hay nada que hacer el impacto del camión dio de lleno en el lado del copiloto y prácticamente le rompió todos los huesos, ademas de una puñalada provocada por un trozo de cristal, solo respira y pronto se ira—niego una y otra vez mientras lagrimas se desbordan por mi rostro.

Duele, duele como si miles de clavos se estuvieran adentrando a tu cuerpo, como si ese camión estuviera pasado por encima mio justo ahora.

Duele porque se que sin ella estoy jodida, nunca podre superarla.

Miro hasta donde esta Dylan y continua igual.

—¿Dylan va a estar bien?—los ojos de James se vuelven hacia su hijo y asiente.

—Recibió varios golpes, tiene el brazo izquierdo fracturado, y unos cuantos cortes, pero va a estar bien—Se que el no estará bien, cuando despierte y nuestra madre no este, le va a doler tanto, o mas que a mi porque esta es la segunda madre que pierde. 

El doctor me permitió levantarme para ir hasta donde estaba mi madre, yo fui la menos afectada y tan solo tenia pequeños golpes alrededor de mi cuerpo.

No era justo.

—Solo podrás verla una vez—me recuerda la enfermera y me quiebro por dentro.

—¿Estará escuchándome?—No puedo evitar preguntar, tengo tantas cosas que decirle y que necesito que escuche, tengo que pedirle que no me deje y que se quede conmigo a ver realizados los planes que tanto hemos trazado a los largo de los años.

Debo decirle que la necesito, que James la necesita y que Dylan va a volver a herirse si ella se va.

—Es probable que no, y es probable que si—responde—se encuentra en un estado casi intermedio, tal vez su subconsciente este despierta, pero eso no es algo que yo pueda afirmar—me explica y me anima a adentrarme en la fría y melancólica habitación. 

De repente siento que no puedo avanzar tan siquiera un paso, que las fuerzas han abandonado mi cuerpo y que mi alma se ha roto en cuanto la vio tendida en aquella cama de sabanas blancas, conectadas a maquinas y tubos, sola, pálida y sin ese brillo tan característico de su persona.

—No puedo hacerlo—rompo a llorar.

—Solo tienes esta oportunidad—me recuerda la enfermera, pero no puedo, no puedo decirle adiós a la única persona a la cual le juraría mil veces un para siempre.

ella le hace seña a alguien detrás de nosotras y segundos después una mano se posa en mi espalda.

—Estoy seguro de que anhela escucharte—La voz de James intenta mantenerse, pero se le siente lo rota que esta.

Agarra mi mano y la entrelaza con la suya, para posteriormente caminar conmigo hasta donde se encuentra mi madre y su esposa.

—Te dejare sola—me dice, pero lo retengo apretando su mano.

—No puedo sola—le digo y comprende.

—mamá—la llamo con voz audible y con la esperanza de que me responda como siempre y me diga, "si cariño", pero no sucede así, sigue dormida y su respiración es lenta y forzosa—Siento mucho lo que provoque—mi llanto aumenta.

—No es tu culpa—James intenta hacerme sentir mejor, pero se que en el fondo, aunque no sabe como se dieron las cosas, me culpa, basta con verme a mi y ver a su hijo y a mi madre para darse cuenta de quien salio mejor.

lo ignoro y continuo hablándole a mi madre por un buen rato, mientras sostengo su mano con la que tengo libre, la otra aun continua entrelazada a la de mi padrastro.

—Vas a ponerte bien, lo sé.

—Debemos salir—La enfermera de antes esta parada al lado nuestro y luce incomoda por interrumpir el momento, pero es su trabajo.

sin muchas ganas me levanto y sostengo en mi padre.

—Señor Donovan, el doctor quiere hablarle—James asiente y posterior a esto la enfermera le indica a donde ir y a mi me acompaña de vuelta a la habitación.

—¿Quieres que te ayude a acomodarte en la cama?—me pregunta y niego.

La chica enfermera sale y yo decido sentarme en el sofá que queda justo al lado de la cama de Dylan.

Allí me quedo no se ni por cuanto tiempo, todo lo que hago es llorar en silencio y lamentarme por la perdida a la que pronto me enfrentare. 

—¿Cui..dando mis sueños?—la voz ronca y raposa de mi hermanastro, provoca que me llanto se detenga de manera abrupta.

No respondo, no se que responder ni con que hacerlo.

Dylan observa mi rostro y parece encontrar los detalles en este, soy muy expresiva.

intenta levantarse, pero se devuelve a la cama cama con quejidos de dolor, lo intenta otra vez y otra vez, se arranca el suero y otros cables, me levanto en modo de alerta cuando un hilo de sangre brota de su muñeca y de otras partes de su cuerpo, manchando la bata de hospital que trae consigo.

—Detente—le pido poniendo mis manos en su pecho, pero me da un manotazo y me aleja.

—No me toques—la frialdad en su voz me aparta.

—Mi madre esta muriendo—le digo y con pasos lentos vuelvo a mi cama.

—Anabelle—me llama y la vaga ilusión de que por una vez seremos los hermanos que ella siempre ha querido me embarga, pero muere cuando dice lo siguiente—si nuestra madre se muere—hace una pausa y centra sus inexpresivos ojos en mi— será tu culpa y ni yo ni mi padre vamos a perdonarte—lagrimas me inundan como cascadas, lo único que puedo hacer es asentir.

James vuelve a la habitación y luego de mirarnos a ambos, dice lo que ninguno quería oír.

—Se ha ido...

La vida siempre nos dará motivos para aprender y para cambiar sea para bien, o para mal.