Todo estaba sucediendo muy de prisa.
Los gritos, el dolor, la ira y el sentimiento de estar perdiendo algo importante nuevamente.
—¡Dylan! —Alguien grito mi nombre con ímpetu, yo seguía intentando retener a Oleh quien aun quería llegar hasta James para continuar haciéndole daño.
Cuando alce mi vista en dirección hasta Christian Sebastián y James, un sentimiento familiar me embargo de golpe al ver el estado de este ultimo. Esa opresión en mi pecho, la sensación de que me falta el aire y las ganas de correr y socorrerle me abrazaron con fuerza.
—Dale —Oleh había notado el dilema que empezaba a surgir en mi mente —¡Ve y ayuda al hombre que te dejo sin madre, dale la mano a quien siempre te ha hecho sentir menos! —cada palabra era una aguja camino a mi pecho.
El rostro de mi madre se dibujo en mi mente, su sonrisa cálida, su cabello negro y espeso, su silueta delgada y esbelta, y sus ojos azules y profundos como los míos.
"mi principito"
El susurro de un recuerdo que cada vez que podía me atormentaba de la misma manera, hoy se escuchaba diferente. Como si aquellas palabras hubiesen sido pronunciada por alguien mas y no por el Ada que visitaba mis sueños de vez en cuando, a la cual yo llamaba con cariño, Mamá.
—¡Dylan el coronel esta ardiendo! —Mi mejor amigo volvió a llamarme y aquello me hizo salir del breve transe al que me había sumido sin querer.
Di dos pasos, antes de que Oleh se colocara frente a mi evitando con esto que llegara hasta donde estaba el.
—Lo vas a ayudar? —Mire hasta donde estaba James sostenido por mi mejor amigo, tumbado y vulnerable, temblando y con piel quemada, su rostro ensangrentado y su semblante adolorido. Apreté mis puños porque nunca lo había visto así, mire a Oleh y sentí rabia por el, quise hacerle lo mismo que le había hecho a James.
—Míralo bien —apunto hasta el coronel y luego clavo su vista en mi —Es el asesino de tu madre, de mi hermana —rabia, dolor, impotencia y ganas de gritar ya basta a todo pulmón. Ganas de entender todo aquel desastre sobre el que había crecido.
¿Quién me decía la verdad, quien me estaba mintiendo?
—Déjalo morir sobrino, es lo mejor que puedes hacer por mi hermana
—Dylan esta hirviendo, esa quemadura esta muy cerca de las venas —Sebastián nunca había compartido mi visión de odio contra el mundo, para el la vida era dura pero buena y su filosofía era basada en ser feliz y hacer el bien sin mirar a quien, yo le había hecho romper varias veces esa forma de vida, cosa por la que me sentía culpable —Es tu padre Bro —El había visto morir el suyo, y mas de una vez me había dicho lo mucho que deseaba que este estuviera a pesar de que no había sido el mejor.
—Es quien te dejo huérfano —Oleh me retaba a dejarlo morir.
—Es tu padre Dylan —mi mejor amigo me insistía en salvarle, el podía ayudarlo, pero también me estaba poniendo a prueba.
Sino le ayudaba no solo corría el riesgo de perderlo a el sino de perder a mi mejor amigo, a mi hermano de vida.
Esquive a Oleh y eche a andar, pero entonces una pieza mas cayo y se ajusto sobre el tablero.
—Siempre supe que no había nada Kinderman en ti muchacho, pero aún así te di la oportunidad de sorprenderme —Un click bastante conocido se hizo oír —No lo recuerdas, ¿verdad?, peque.
El tono de sus voz, la escena, todo pareció muy claro de repente.
Flashback
Un lugar desértico, húmedo y con arboles.
un bosque.
Una melena suelta, larga y oscura se balanceaba con el fuerte viento, su vestido estaba rasgado, era de su color favorito, rojo. Su piel estaba sucia como si hubiese caído en el lodo.
—Vamos cariño, no pares —Un niño iba sujeto a su mano, estaba cansado, agitado, estaban corriendo, no ellos estaban escapando.
—Estoy cansado, no quiero correr mas —se quejo el pequeño de apenas unos 6 o siete años.
—Lo sé peque, vamos a jugar un juego —ella se arrodillo hasta quedar a la altura del niño —¿recuerdas cuando jugamos a escondernos de papá?—el pequeño de ojos azules asintió.
Ella lo abrazo con fuerza y escondió por unos segundos su rostro en el cuello del pequeño quien no entendía del todo lo que pasaba en aquel momento.
—Vas a esconderte en algún árbol, te quedaras allí sin hacer ruido y no saldrás hasta que yo, o papá vengamos por ti ¿de acuerdo peque?
—No quiero jugar mas, tengo miedo —su labio inferior tembló como aviso de su llanto.
—No tengas miedo mi pequeño mar, mamá va a cuidarte, pero debes ser obediente y esconderte, estamos? —el niño asintió y nuevamente su madre lo envolvió en un abrazo, sin saber que aquel iba a ser el ultimo que le daría.
—¿Me encontraras? —lagrimas surcaron sus mejillas.
—Claro que si, siempre te voy a encontrar, mamá te ama mucho peque. Ahora corre y escóndete.
El niño corrió tanto como sus pequeñas piernas se lo permitían, miraba hacia atrás para ver que su madre aun siguiera allí, cuando se sintió demasiado cansado se detuvo y volvió a mirar atrás y entonces vio como aquel hombre alto y de cabellos largos arrastraba a su madre quien intentaba zafarse a duras penas.
Su primer instinto fue socorrer a su madre pero un paso en falso lo hizo caer y golpearse la cabeza fuertemente, lo ultimo que vio y escucho fue el grito desgarrador de su madre y las pulseras artesanales que estaban sobre el cabello de esta.
El resto de la historia es confusa, y lo que todos conocen es que la mecánica y diseñadora sufrió un accidente junto a su pequeño hijo, su cuerpo nunca fue encontrado y nadie excepto el coronel se intereso mucho porque apareciera, el niño sufrió un fuerte golpe que le dejo en coma durante meses y al despertar no recordaba nada mas que su nombre y el rostro de su madre, ni siquiera a su padre recordaba.
le costo años empezar a tener leves recuerdos y aun así nunca recordó todo. Hasta hoy...
Fin de Flashback
—¿Por qué? —Me voltee para enfrentarlo, sostenía un arma en mi dirección.
—No lo entenderías muchacho —tantas emociones me embargaron y las respuestas que busque por años empezaban a llegar por si solas.
Recordé como nos habían empezado a perseguir ese día a mi madre y a mi, cuando íbamos de camino a donde la abuela. Ella era buena conduciendo pero dos coches arrollándola y disparando fueron suficiente para frenarla. Recordé su miedo a que me hirieran, a no poder protegerme.
—¿Por qué? —pregunte nuevamente, sentía como de a poco se me nublaba la razón.
—Para entenderlo tendrías que conocer más a los Kinderman—camine en su dirección sin importarme que pudiera disparar.
—Voy a dispararte sin intentas la mínima cosa sobrino —ya lo creía capaz de todo.
—Era tu hermana, mi madre, ¿Cómo pudiste? —no pude evitar llorar, dolía tanto que hacerse el duro ni siquiera era opción.
—Ya te dije, tendrías que conocer a los Kinderman para entender lo que hice —reí, reí como un loco, con amargura, con dolor. Me sentí tan roto, tan tonto e iracundo.
—Sabes que voy a matarte, verdad? —Ese aire de superioridad con el que había llegado se hizo mas evidente que nunca.
—Puedes intentarlo
—Lo hare, te lo prometo —no eran palabras vacías, iba a matarlo.
—No —cansada y lejana se escucho la voz del coronel, había despertado —Yo lo ha...re, eres hom...bre muer..to perro —completo con esfuerzo.
Sentí una mano fría en mi hombro y después de ahí todo fue caos, ruido
RUINAS.....
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Esclava De Una Obsesión [COMPLETA]
Misterio / SuspensoEl volvió de un internado militar en Suiza tan sólo para cobrar venganza por algo que ella desconoce, Ella lo ha odiado desde siempre y lo odiara aun mas después de su regreso. El padrastro siempre ha cuidado de ella, pero cuando su madre muere, tod...