Epílogo

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  Después de todo lo que habían pasado juntos, después de todas las dificultades, secretos y misterios, su amor lo había vencido todo, y estaban más juntos y enamorados que nunca.
Ella miraba con ternura las rechonchas piernecitas de bebé que corrían por el inmenso jardín de la casa que se había construido a lo largo de su feliz matrimonio.
El, por su parte, veía la inmensa barriga de ella, la cual tenía dos semillas de su amor, dos bebés iguales, el no dejaba de besarle, sin duda él la amaba realmente, amaba a ella y todo lo que pasaron juntos, amaba su historia.
Al paso del tiempo ella descubrió muchos de sus secretos, algunos más obscuros que otros, pero su amor pudo más que todo, un amor puro es para siempre.
Ella había descubierto que después de todo, el no venía del aire.  

Vengo del aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora