Su culo destacaba por encima de los demás. Ella estaba de espaldas, agachada arreglando algo en los cascos de aquel caballo y yo miraba descaradamente, pese a tener al señor Pedro al lado, que estaba pendiente de otras cosas, por lo que no se dio cuenta.
Se me escapó una sonrisa pensado en el sueño de anoche, en la fantasía de anoche. No me la podía quitar de la cabeza.
Hoy había decidido ponerme un poco sexy. Apenas me había maquillado, solo tenía las pestañas postizas. Me había puesto unos leggings de galaxias violeta oscuro y un top rosa, dejando al descubierto mi piercing del ombligo y mis seis piercings de la baja espalda. Desde luego me lo estaba currando, si me decía que no, o salía huyendo, definitivamente no le interesaba.
Pero no desistiría, ¿a quién voy a engañar? Haría que se interesase por mi, no aceptaba un 'no' por respuesta, de momento.
Había ideado un plan que la cogería por banda y sería favorable para mi, tuviese el resultado que tuviese.
- Alexandra - Pedro intentó llamar su atención.
Esta se levantó y se dio la vuelta hacia nosotros, sorprendiéndose cuando me miró pero sonriendo luego.
- Buenos días.
- Buenos días - respondió Pedro, yo le dediqué una sonrisa -. Me ha dicho María que has entrado a trabajar mucho antes de la hora.
- Sí, ayer me acosté pronto y no tenía sueño así que decidí ponerme a trabajar...
Sabía que eso era mentira, pues ayer me pase sobre la 01:00 por su habitación y estaba despierta con Aless. Supongo que cuando la dejé siguieron hablando más y no durmieron hasta más tarde, veía sus ojeras desde lejos.
- Ya sabe, señor, para adelantar trabajo y tener la tarde libre para el entrenamiento con Ivonne - aclaró.
¿Entrenamiento? Cazzo.
- De eso mismo veníamos a hablarte - comenzó a explicarle Pedro -. Verás, la señorita Lamborghini ha reservado un paseo en caballo por el monte hasta la cascada para esta tarde - ella se limitó a fruncir el ceño -. Y, bueno, ha dicho que te quiere de guía a ti, porque eres a la única a la que conoce un poco y ya le enseñaste las instalaciones...
No pude evitar sonreír ante su cara, que era de confusión. Sabía que las actividades se reservaban con una semana de antelación y con el personal que toque, pero solté unos billetes de más y nadie se quejó. Ese es uno de los poderes que el dinero te otorga: el poder de manejar a la gente a tu antojo.
- Bueno, señor. Sabe que el entrenamiento de esta tarde es muy importante y faltan dos semanas para competición...
- ¿La competición de doma? - pregunté y asintió.
Sono una stronza. Lo último que quería hacer era joderle unos planes tan importantes, así que pasé al Plan B, que, en principio, lo pensé por si directamente se negaba a ser mi guía o algo.
- Don Pedro, - dije mirándolo - ¿le importaría dejarnos unos minutos a solas para hablar...?
- No, no, por favor. Voy a darme un vuelta por aquí que hace días que no me paso - y se despidió.
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Domadora {Blumettra} AU
FanfictionCon pasión se gana cualquier guerra. Novela erótica. "Cada lector o lectora puede elegir con qué detalles quedarse. Sobre todo, espero que el libro le haga pasar un buen rato, y que durante el tiempo que dure la lectura no lo pueda soltar de las m...