Domadora {Blumettra} AU

Capítulo X. Francis.

⚠WARNING⚠

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Escuché como alguien golpeaba la puerta fuertemente. Eran las 6 de la mañana y las luces se encendieron con bastante ajetreo. Me llevó unos segundos despertarme y me quedé tiesa, viendo a María asomándose desde la puerta.

Abrí los ojos por completo, mirando a mi alrededor sin señales de Elettra. Las sábanas aún estaban húmedas y estaba desnuda, tapada con una colcha seca y calentita.

María me miraba extrañada desde la puerta, mientras yo me recomponía en la cama.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? - le pregunté.

- Es Thunder, se ha puesto de parto.

- Oh, mierda. Voy rapidísimo.

Cuando cerró la puerta, me levanté deprisa y me di cuenta de porqué tenía esa cara de qué-coño-ha-pasado-aquí.

El camino que unía mi cama con el baño estaba encharcado de agua y en el baño, que tenía la puerta abierta de par en par, se veía mi ropa y bikini tirados junto con un par de toallas.

'Madre mía qué desastre' - dije dirigiéndome al armario.

Cogí lo primero que pillé y, antes de salir, me puse una chaqueta y cogí el móvil que estaba encima de la mesita. Al levantarlo, me di cuenta que había una nota con un número de teléfono.

'Háblame'.

***
Pov Elettra

Cuando se quedó completamente dormida, me levanté intentando no pisar los charcos de agua que habíamos dejado en el suelo. Lo de no secarnos e ir directamente a la cama, digamos que no estuvo muy acertado, pero en ese momento éramos de todo menos pacientes. Los marcos con las fotos de su familia seguían rotos, tirados en el suelo.

Me vestí y le tapé con una manta seca que había en el armario.

Cuando estuve con Aless, me pidió que no cuestionase a Alexandra por seguir con semejante gilipollas, ya que, en un pasado, le ayudó porque no tenía a nadie. Sus padres murieron, sus abuelos también y no tenía hermanos... estaba sola.

Pensé en coger los marcos y llevarlos a una tienda para que, además de arreglarlos, duplicaran las fotos a tamaño de bolsillo y así se las pudiese llevar siempre a cualquier lado con ella.

Cogí los marcos con cuidado de no hacer ruido, ni de cortarme, aunque Alexandra estaba completamente dormida aún teniendo la luz de la lamparita encendida.

La miré acurrucándose entre la colcha y se me ocurrió dejarle mi número en un papelito porque iba a estar todo el día haciendo cosas por ahí. Lo puse debajo de su móvil en la mesita y sin querer le di al botón haciendo iluminar la pantalla.

'02:26'

La foto de Andrés seguía en la mesita, al lado del móvil, donde la dejé cuando estuve ordenando un poco todo.

- Como te pille voy a hacer que te arrepientas de haber nacido, hijo de puta - cogí la foto y me la guardé en el bolsillo del pantalón -. Te lo prometo.

Y, quizás, debí haberme pensado más aquella promesa.

***

A las 7 de la mañana me desperté y miré el móvil. Había recibido tres mensajes de un número desconocido.