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"Si todo sale bien no volveremos a separarnos"


Ryeowook creyó morir cuando lo vio regresar sin su pequeño, estaba temblando de miedo ante la posibilidad de perder lo que más amaba pero sobre todo de que el pequeño Jong Woon sufriera la locura de su padre, por ello mientras el hombre había salido Ryeowook trato de buscar un arma o algún artefacto que le ayudara a enfrentar a su padre, lo único que encontró fue un cuchillo y nada más que eso. Volvió a sentarse cuando escucho el chillido de la puerta principal abriéndose y con una sonrisa se le acercó, Wook permitiría que el hombre le hiciera lo que quisiera siempre y cuando su hijo saliera ileso de todo, incluyendo alguna marca que le destrozara la vida.

― Vaya que has llamado la atención, parece que muchas personas quieren matarme—Wook no dijo nada, su padre tenía el arma en la barbilla y la movía de un lado a otro como si no fuese peligroso que en algún momento se disparara—fue fácil negociar con ellos

― ¿Don-donde está mi hijo?

― En manos de la policía—sintió un pequeño alivio al escuchar esas palabras—debo entregar al otro mocoso y entonces tu y yo podemos huir

― ¿Huir?

― Si, ese fue el trato—se rio—los mocosos a cambio de ti—mordió su labio y acaricio su entrepierna—bájate los pantalones, quiero follarte—Wook negó

― No hasta que no entregues a mi otro hijo

― ¿No?—negó de nuevo

― Si lo regresas podemos huir y si eso sucede puedes hacer lo que quieras conmigo—el hombre volvió a pensarlo y aunque Ryeowook pensaba que lo había convencido eso no fue suficiente. En menos de nada su padre se giró dirigiéndose hasta la habitación donde se encontraba el otro niño, no parecía querer devolverlo, le apunto con el arma mientras pensaba en las ventajas de matar al pequeño

― Si no lo regreso y lo mato aquí mismo de igual manera podemos huir—Ryeowook al escuchar esas palabras no lo dudó dos veces.

Él no iba a permitir que ese hombre tocara o lastimara a su hijo, se lanzó sobre él y este comenzó a moverse tratando de liberar las manos que Wook sostenía con toda su fuerza

― Suéltame

― ¡no!

― Maldito hijo de puta, suéltame—Wook resistió los golpes, incluso cuando sus manos bajaron la pistola a un punto peligroso siguieron forcejeando, él hizo todo lo posible por hacerlo retroceder y entonces cuando cayeron al suelo el arma se disparó.

Todo había terminado.


***


Jong Woon ya no podía esperar más, la media hora estipulada por el psicópata había pasado y él no estaba nada tranquilo. Trataba de entender lo que quería decirle Kangta, mantener la calma y esperar a que la policía hiciera su trabajo. Sin embargo la sola posibilidad de que ese hombre tocara a su esposo era inconcebible, Ryeowook ya había sufrido lo suficiente como para ahora tener que soportar otra herida, estaba lleno de cicatrices por su pasado y aún no había superado todo lo que había vivido en su niñez.

― Ya ha pasado media hora—exclamó angustiado, estaba desesperándose, estaba perdiendo todo el control

― Lo sé, le direm...

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