Decisiones

18

Wook mordió su labio inferior mientras observaba el resultado, con un rodillo lleno de pintura beige en su mano izquierda comenzó a idearse como sería su sala de estar acogedora y perfecta. Habían pasado tres días desde la mudanza y él estaba encargándose de las remodelaciones mientras Jong Woon se iba a trabajar, estaba dispuesto a distraerse con sus hijos mientras terminaba de crear el hogar perfecto para su familia, su esposo lo había apoyado en todo y le confiaba la tarea de escoger los colores y muebles para decorar el lugar, en el momento lo único medio organizado eran las habitaciones, Wook había decidido que estuviesen ubicados en la primera planta mientras los bebes crecían, ahora con niños pequeños en la casa debía ser muy cuidadoso de elegir enchufes con tapas de seguridad y ubicar los cables eléctricos de una forma que los gemelos no pudiesen tocarlos cuando comenzaran a gatear o a caminar con el pasar de los meses.

Cansado de haber pasado toda la mañana pintando las aburridas paredes Wook decidió ir a bañar a los pequeños, estaban tranquilos en su cuna, Wook había instalado parlantes en la habitación de ellos y el principal era portátil de esa forma podría saber si necesitaban algo, debía cuidar que ellos no olieran cosas fuertes porque aún estaban muy pequeños y podrían enfermarse.

En los tres días que llevaban allí las cosas parecían funcionar bien, casi no existían discusiones con Jong Woon y pese a que le molestaba que este llegara tarde por cosas acumuladas en la oficina todo parecía mejorar. No podía quejarse ya que Jong Woon iba a dejar el trabajo para cuidarlos pero le gustaba más que se distrajera en la oficina a que estuviese pensando todo el tiempo en su padre.

De aquel hombre no tenían noticias, seguramente seguía en Okinawa aunque en algunas ocasiones Wook presentía que no era así, estaba asustado de que los encontrara por esa razón aunque no le gustaba tener policías en su casa estos vigilaban el lugar. Wook tuvo que apoyar la única condición de su esposo, quería que este comprendiera algunas cosas pero tampoco era tan tonto como para colocar a los gemelos en riesgo, primero moriría antes de permitir que su padre los tocara.

― Bueno es hora del baño ¿Quién quiere ir primero?—los gemelos sonrieron al escuchar su voz y Wook no pudo evitar hacer lo mismo, ser padre era otra de las mejores cosas que le había sucedido pese a que él nunca lo planeó, tal vez si Jong Woon no hubiese escondido sus pastillas él en este momento estaría solo, la idea de no tener a los bebés consigo le aterraba—comencemos por ti pequeño Jong Woonie—se aseguró de que el agua de la tina azul estuviese a una temperatura agradable, sostuvo al pequeño con una mano mientras con la otra cuidadosamente lo lavaba con jabón de bebé, ambos amaban bañarse y eran muy tranquilos, se parecían mucho al mayor pero en las madrugadas parecían aliarse para llorar y pedir comida, Wook dormía una siesta junto a los pequeños sobre las tres de la tarde, entre cuidarlos, estar pendiente de Jong Woon y encargarse solo de las remodelaciones su cuerpo le pedía un descanso—ya estás listo, es turno para tu hermano—se encargó de secarlo y vestirlo con un pañal antes de hacer lo mismo con el pequeño Hyun Wook, amaba a sus hijos pero también deseaba pasar algo más de tiempo con Jong Woon, la última vez que habían disfrutado de una cita agradable fue antes del nacimiento de los gemelos, en su luna de miel, después de eso solo existieron discusiones y celos.

No obstante Wook atesoraba cada minuto que podía pasar al lado de su familia, desde pequeño entendió que la importancia de tener cariño era muy grande. Cuando lo abandonaron en el orfanato él tenía miedo de todas las personas que le rodeaban, las continuas acusaciones de su padre sobre que nadie lo iba a aceptar con cicatrices le destrozaron la vida, eso hasta que se hizo amigo de Sungmin y fue cuando entendió que no era el único con un pasado difícil.

Los años pasaron, Wook se convirtió en un hombre fuerte con excepcional talento para la creación de lugares únicos e increíbles, se dedicó al diseño y estudio su carrera profesional con ayuda de una beca y algún dinero que las hermanas del orfanato le habían regalado para completar su título como profesional. Entonces Wook ya podía sonreír sin miedo a nada, sus piernas solo eran el recuerdo de que no debía mostrarse débil nunca y que si se lo proponía podía llegar a lograr grandes cosas en el futuro, justo ahora pensando en ello comprendió que Jong Woon no había sido una simple coincidencia, ambos temían a que volviesen a lastimarlos y de alguna manera terminaron encajando perfectamente como si fuesen dos piezas de un puzle.