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Sabía que estaba mal y que estaba jugando con fuego, pero debía hacerlo, para aclarar sus dudas aun que eso significaba usar a MinHo. Porque ahora sus notas ya subieron más aun cuando llegaron tres cartas de diferentes universidades aceptándolo a él.

Su pecho se lleno de aquel aire que no le hacía falta pero él creía que sí, y a pesar de que JongHyun estaba a una cierta distancia él tampoco podía disimular la sonrisa y de aquella felicidad que había en el ambiente. Pero KiBum de nuevo se había puesto a estudiar, significando que de nuevo dejo de tener la vida social que tenía ahora porque ahora sí tenía una razón para estudiar día y noche.

Ahora más contento y decidido que nunca porque esas tres cartas de aceptación no se vieron afectadas a las notas bajas, y tampoco él iba a dejarlas así con esos números rojos, cada día se esforzaba más y más, porque no faltaban muchos días para graduarse.

Y ahora está haciendo un "festejo" porque sus notas subieron, aun que las bajas anteriores no le perjudicaron del todo, porque ahora podía volver a tener esa vida social que nunca supo tener.

MinHo se deja hacer de todo por el rubio porque ahora ese menudo cuerpo era el que mandaba, porque le pareciera raro que el mismo rubio lo incitara a veces en lugares públicos, provocando la excitación de tocarlo sobre la ropa y tratando de evitar que su notoria erección sea descubierta. Porque a veces se besaban de una manera pasional, tan desenfrenada que MinHo cada vez quería más pero el rubio lo detenía diciéndole que no tenía exactamente esas ganas.

Ahora están ahí, en la habitación del rubio, siendo la primera vez de Minho estando ahí. Porque siempre era la casa del alto o un hotel donde podían gritar a gusto. Y Porque en el mensaje de JongHyun decía que podría llegar a la hora de la cena o un poco más tarde, y eso no detuvo al rubio. Porque en su mente aun estaba en ese cuento fantasioso que el mayor le supo contar, y según Internet y las miles de historias, más la misma palabra del moreno la luna llena sería el punto clave, donde él se sacaría las dudas, aunque eso significaba arriesgar su cuerpo.

También el hecho de que el alto estuviera ahí, porque si los perros podían diferenciar a sus dueños por el olor, JongHyun no se quedaba atrás. Porque era algo parecido a los caninos, y más cuando él olfato al mayor nunca le fallo.

Él debía tener olor a MinHo, la cama, la habitación, la casa, todo debía tener olor a MinHo porque si eso llegara a funcionar significaba que JongHyun decía la verdad, y eso también significaba el futuro de ellos dos. Porque no puede estar con alguien mitológico, no puede estar dependiendo de alguien que pierde el control, que no es considerado Humano y ni si quiera es considerado licántropo.

Pero desde esa historia su mente no deja de pensar y divagar y sacar teorías que a veces él las consideraba locas. Porque claramente donde en las miles de veces que el murmuraba para sí mismo él otro podía escucharlo a la perfección, diciéndole entre burlas "oídos biónicos", porque a veces no podía creer que tenga tan buen sentido auditivo, al igual que las miles de noches en la oscuridad del bosque cuando eran más pequeños.

JongHyun siempre tenía la buena vista, siempre sabia donde ir y donde frenar porque él nunca podía ver el charco de agua con sus simples ojos y siempre necesitaba la ayuda de la linterna, al igual que el recorrido de regreso a casa, las mil veces que entro en el bosque no sabía el punto donde debía regresar, porque siempre iban a lo más profundo. Donde no había ruidos de motores de auto pasajeros a las altas horas de la noche, como las luces de las farolas o de las casas del barrio.

Solamente se podían oír los ruidos de los pequeños insectos, el ruido del crujir de las hojas cuando ellos dos corrían, solo se escuchaban sus risas y sus voces al querer gritar cuando el otro hacía trampa.

Mil nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora