XIII

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Parte II


No protesto cuando Jonghyun le había dicho que habían que irse "porque se hacía tarde" aunque Eun Kyung insistió mucho en que se quedaran un rato mas, solamente estuvieron por quince minutos donde ella no tardo en mostrarle al rubio el álbum de fotos de JongHyun siendo bebe, un bebe desnudo, con el culito al aire y mostrando su desnudes más tierna siendo un bebe gordito y hermoso, con más de treinta imágenes donde Eun Kyung las guardaba como oro y también fotos de ellos dos en sus iniciales de pareja.

El señor Jiwoon a sus treinta y tres años de edad había conocido a Eun Kyung cuando ella apenas tenía unos veintiún años. Ella era una mujer que iba muy recurrente a su farmacia, comprando cosas tan insignificantes con tan solo de verlo a él.

JongHyun parecía no estar contentó con la historia porque él seguramente sabía que detrás de ese cuento hay un lado B que por supuesto se lo evitaron decir.

Cuando de nuevo JongHyun volvió a decir que había que irse solamente tomo la mano del rubio y se levantó del asiento, saludando a sus padres con un ademán viendo como su madre de nuevo protestaba y el señor JiWoon fue quien la callo, diciéndole que los jóvenes necesitan su privacidad como nosotros. Encendiendo la mejilla del rubio al despedirse cordialmente mientras ellos mantenían esa risita cómplice.

—Tu mamá es muy joven. — es lo único que pudo decir entre el camino de la puerta de la casa hasta el auto, viendo como ya el sol no estaba y la oscuridad de la noche en ese lugar es más oscuro de lo que recordaba.

—Cincuenta y seis años y todavía puede escalar árboles. — dijo el mayor mientras el rubio asentía entrando al auto, no dudo en sentarse y ponerse el cinturón de seguridad.

Es la segunda vez que subía al auto del mayor, porque antes no se veía en esa necesidad de estar ahí o de querer emprender un viaje con el mayor, porque antes estaba MinHo y con él sí que fue a diferentes lugares a diferencia de JongHyun.

Y la única vez en donde subió a ese auto fue el día de aquel un incidente de su padre, donde despertó en la casa del mayor, donde no recordó absolutamente nada y es algo que hasta hoy en día lo deja pensando. Tampoco recuerda el camino de regreso a casa, JongHyun lo supo llevar hasta el auto porque apenas podía caminar y moverse, y en todo el camino desde el principio a fin se quedo dormido.

—No podrás llevarme a casa ¿verdad? El viaje es muy largo y la ruta es medio complicada.

—Tampoco puedo dejarte ahí con ellos.

—Si puedes, solo que no quieres.

El mayor encendió el auto y con el ceño fruncido dio marcha atrás mientras KiBum despedía desde sin asiento sacudiendo la mano de un lado a otro al señor JiWoon que salió a despedirlos junto a su esposa que lo agarraba del brazo con una enorme sonrisa.

— ¿Quieres escucharlos gemir? — se fueron, salieron de esa propiedad yendo directo a la ruta, metiéndose más en la oscuridad del bosque. El rubio arruga la nariz y niega agarrándose del borde del asiento. — Yo tampoco quiero escucharlos.

***

Era la segunda vez que estaba en ese lugar y la primera fue aquel día donde estaba mal herido y muy débil, tampoco tenías las energías para poder curiosear porque lo único que quería era ir a casa. Pero ahora está ahí, en esa habitación por segunda vez con ropa para dormir que el mayor le dejo sobre la cama.

El pantalón corto deportivo de aquel color azul oscuro, y esa remera del mismo color, que le quedaba grande y muy suelto. Suspira porque después de tanto tiempo el mayor si cambió, aunque sea físicamente porque ahora se ve más gordo de lo que antes era, ahora JongHyun tiene un poco mas de cachetes, mas piernas, mas brazos y en cambio él consiguió bajar de peso por comer poco, descuidarse por tanto tiempo.

Mil nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora