Los niños arreglan sus uniformes con mucho cuidado, las niñas pasan divertidas sus peines sobre sus cabellos y todos llevan una sonrisa en el rostro, ríen y bromean, algunos incluso comenzaban a despedirse.
Día de adopción.
Según les habían avisado, tres familias iban camino a la adopción de un pequeño, y no era secreto que todos estaban realmente emocionado por la noticia, al final del día, tres niños tendrían ya una familia, tres niños estarían durmiendo en su nueva cama.
Todos estaban felices, por ello la emoción, por ello todos están riendo y jugando.
Salvo una pequeña, que a pesar de peinar su cabello no lleva una sonrisa, más bien una mueca de fastidio. Los demás la ignoran, no va dejar que esa niña les quite su emoción, sin embargo la pequeña termina de atar su cabello en una coleta alta y mira su flequillo que cubre un poco su ojo izquierdo. Alisa su vestido guinda con franjas verticales negras y se mira en el espejo. Frunce el ceño cuando siente el impacto de una almohada.
-No vas a ser adoptada y aun así te arreglas, no salgas anciana...- le dice uno de los niños y junto a su pandilla de "niños matones" sueltan una carcajada.
Los ignora, sabe que es una pérdida de tiempo hablar con esos niños que necesitan verla a ella para sentirse menos desdichados. Recoge su almohada y la acomoda perfectamente sobre la cama, se agacha a su buro para sacar del cajón una libreta con la imagen de la clave de sol en él y de fondo un violín, y poniéndolo en su pecho cruza la habitación para poder salir y dejar a sus compañeros de cuarto, escuchando las bromas que le dan, los insultos y los murmullos de lo feo que es su cabello.
Odia tanto su cabello. No es necesario que esos "mocosos" le digan lo feo que es para que ella se dé cuenta, ella sabe lo feo que es.
Plateado.
Sale de la habitación y suelta un suspiro cerrando los ojos regresando la calma a su cuerpo, sabe tan bien que nunca será adoptada, pero ya quiere crecer para poder salir de ahí, los niños como ella no son adoptados tan rápido, siempre vienen por los niños de cuna, siempre por los más tiernos, siempre los más educados y bien portaos, lindos. Nadie quiere a una niña de cabellos extraños y con pésimo comportamiento, casi grosero, extremadamente maduro para tener 7 años.
-Anna...- escucha a la cuidadora cuyo nombre no se ha aprendido porque es nueva, y además ella la evita.- Los niños están preparándose, sería bueno que tú lo hicieras también, vienen tres familias a adoptar...- se inca para quedar a su altura y pellizca sus mejillas con confianza.- No querrás que te los roben.- musita fingiendo una sonrisa presionando más su mejilla.
Golpea un poco su brazo para que la suelte y sigue su camino ignorándolo que le ha dicho la cuidadora.
-No me interesó ayer, y hoy no tiene por qué cambiar.- responde para no dejarla con las palabras en la boca y sigue caminando entrando a los salones donde sus compañeros toman clase, donde ella no toma clase con los demás, y donde es su refugio cuando las familias llegan.
Ella perdió las esperanzas hace un tiempo de ser adoptada.
Cierra la puerta con sigilo y se acerca a la estantería de libros que nadie de sus compañeros lee, toma uno de notas que muy difícilmente entiende y se sienta con sus libros en una de las bajas mesas a comparar las notas que ya conoce, haciendo movimientos con sus dedos y sonriendo por la paz que ella encuentra sola.
-Anna...- escucha la suave voz de la directora del lugar y se gira a la puerta para verla parada en esta, con las manos entre lazadas en su regazo mirándola con la misma expresión de unos años atrás, lastima.- ¿No vas a salir?- pregunta la mujer entrando para llegar a donde está la pequeña con sonríe fingidamente.- Las familias ya llegaron pequeña.
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Perdóname amor
Fanfic"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido" Dos almas que se aman. Dos almas que no se creen adecuadas para estar juntas. Dos almas que se hacen daño. Dos almas que la felicidad les hizo olvidar sus errores. Viktor ama a Yuuri. Yuuri ama a Vik...