Su acompañante.

3.2K 118 8
                                    

NARRA SAMUEL

Julio llega sin haberme dejado notar el paso del tiempo, de los días, y de las noches. Einstein era físico, si, pero también sabía mucho sobre la vida. Tenía razón, relatividad, sobre todo la del tiempo, es asombrosa.

Desde que estaba...¿Casado? Si, bueno, podríamos llamarlo así, aunque no lo es exactamente. El caso es que desde aquella noche en los Angeles, con ella, su vestido, sus ojos, la luna, su sonrisa...Las cosas parecen haber cambiado, pero para mejor.

Los detalles se multiplicaron, las largas noches en las que incluso esperabamos a ver amanecer también, los ratos juntos eran mejores que nunca, la dulzura, la pasión y el deseo subían sus niveles más allá de lo que nunca he conocido.

Yo soy feliz, y Alena también. Todo nos va perfecto. Por fin, los problemas nos han abandonado, podemos respirar tranquilos, sin penas ni preocupaciones, sin angustia. Lo teníamos todo lo que de verdad merece la pena, y nos teníamos a nosotros. La vida nos sonreía de oreja a oreja.

Me daba cuenta de la suerte que tenía cuando la veía salir de la ducha, con el pelo mojado y envuelta en una toalla blanca, sonriendo al espejo, en su estado natural. O cuando se ponía su camiseta holgada y su moño deshecho para ver una peli, o cuando salíamos a pasear y simplemente con una sudadera y unos vaqueros parecía la mujer más bella del universo. Y es que lo es, al menos para mí.

Ahora, que la veo con un vestido bicolor, de blusa blanca de tirantes arriba con abertura a la espalda, la cual era tapada por su largo pelo rubio oscuro y un collar de piedras de colores adornando su cuello, una falda negra de tubo que cae hasta la parte alta de las rodillas con una floritura en el lateral, unos tacones altos de color negro, y esa mirada enmarcada en negro y esos labios carnosos, también era consciente de que a mi lado tenía a la mujer perfecta, a mi mujer perfecta con imperfecciones.

Incluso no podía evitar verme pequeño a su lado (No físicamente, sino psicologicamente.) Una camisa gris, unos pantalones negros y unas playeras grises era lo que llevaba, y quedaban lejos de la elegancia natural de Alena.

No me la merezco, soy afortunado, y por eso tengo que hacer todo lo posible por mantenerla a mi lado, siempre.

Estábamos en un bar con Willy, Alex y Luzu. Frank no podía salir y Lana tenía que madrugar al día siguiente, así que estábamos sólo nosotros.

Hablábamos, reíamos, bailábamos, bromeábamos lo pasábamos bien, como siempre que nos reuníamos. 

También soy afortunado por tener los amigos que tengo. Siempre se puede contar con ellos, incluso en las más duras. Nunca te abandonan, siempre tienes su empuje para avanzar, y sus bromas para animarte. No estaría donde estoy sin ellos. Ni yo, ni Alena. Tengo mucho que agradecerles.

Alena se acerca a mi con aire sensual, y acerca su boca a mi oído.

-Voy a pedir algo a la barra, luego vengo contigo. No te escapes.- me mira con aire travieso, y después me roba un beso y se va.

Observo como se aleja, contoneándose, dirigiéndome miradas selectas de vez en cuando. Es mi mujer. Así es, mi señora.

Pero al girarme por segunda vez, veo algo que hace que la sangre me hierva en las venas. La rabia me llena y la adrenalina acelera todo a mi entorno.

Un hombre habla con Alena en la barra mientras le agarra de la cintura, y Alena intenta zafarse, por lo que puedo ver, discutiendo con el hombre y empujando el brazo que la tiene presa.

Aparto a una persona que tenía enfrente y me dirigo lanzado hacía donde están ambos. Casi puedo escuchar los gritos de Alena al hombre, y como este intenta persuadirla sin dejarla respirar tranquila.

Cuando llego, agarro la mano del hombre y de un tirón la aparto de la cadera de Alena. Después la rodeo yo con mi brazo, y me planto frente al hombre, firme y frío. Alena me dedica una mirada de agradecimiento, y yo asiento levemente mirándola para después mirar al señor, que nos observa asqueado.

-¿No se ha dado cuenta de que la chica no quiere nada con usted? Además, ya tiene acompañante.- le dedico una sonrisa frívola. El hombre era bajito y poco agraciado, y su masa capilar tendía a ser nula. Era el típico moscón de discoteca cuya técnica era la de la insistencia. Pero dicha insistencia tiene un límite.

-¿Este es tu novio?.- dice a Alena mientras me apunta con un dedo. Los pelos de la nuca se me erizan y noto como la furia recorre mi cuerpo, creando en mi un estado de alerta. Alena le mira y asiente con la cabeza alta, por lo que vuelvo a sonreír a Alena.

-Alena, cariño, ve con estos. Ahora voy yo.- ordeno a Alena, que se resiste. Tras un duelo de miradas que gano, acaba marchándose. Entonces me dirijo al señor.- Mire usted, me da igual si tiene algún problema o no, pero espero que no vuelva a molestar a la señorita.- le miro fríamente, y el señor comienza a reírse de manera cínica.

-Oh perdone usted.- responde en tono chulesco.- no sabía que tenía dueño. Pero es que madre mía.- veo como dirige a la zona donde está Alena una mirada furtiva y luego vuelve a mirarme.- Seguro que es una guarra en la cama.- me guiña un ojo, y ríe.

Y no se muy bien si es el alcohol, su actitud, la rabia, que hablase así de Alena, que la intentase obligar a algo antes, o el conjunto de todo, pero pierdo totalmente los estribos. Sin pararme a pensar, le arreo un puñetazo en el lateral de la nariz y después le inmovilizo por el cuello.

-¡No te vuelvas a atrever a hablar así de ella!.- grito, a la vez que oigo como se ríe entre bocanadas de aire.

No tardo mucho en ser rodeado por varias personas desconocidas que nos separan y me sacan de la discoteca inmovilizado por los brazos.

Y justo en ese momento veo como Alena me mira, horrorizada y totalmente paralizada, golpeando el hombro de Luzu para llamar su atención, sin entender la situación, pero teniendo miedo de ella.

----------------------------------------------------------------------------------------------------

QUE PASARAAAAAÁ?

Enserio, no presupongan nada, porque de esto saldrán muchas cositas, y Alena lo va a pasar muuuuuuy mal...SOLO PUEDO DECIR ESO.

A pesar de que últimamente no puedo escribir mucho, están participando más que nunca, y estoy muy contenta por ello, de veras. Si participan es que les gusta, y si les gusta es que soy capaz de transmitirles lo que Alena y Samuel son y sienten, y eso es lo que quiero . ^^

Además, muchisimas gracias porque ya son MÁS DE 5000 LECTURAS!! (Casi 6000, llego un poco tarde, pero bueno xD)

Ya saben que en los comentarios pueden participar como quieran, que yo los leo, los agradezco, los respondo, y me pueden ayudar un muchitooo. Que creeis que pasará en el próximo capítulo? Dejenlo abajo!

Un saludo y un besote chicos ^^

Tras una pantalla. (Vegetta Fanfic.)[COMPLETADA.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora