NARRA ALENA
Habíamos vuelto del viaje, y durante 3 meses, continuamos con nuestra vida normal.
Yo seguía siendo la persona más feliz del mundo con Samuel a mi lado. Cada día con él era un momento especial, único e irrepetible. ¿Rutina? ¿Qué es eso? ¿Se come?.
Alex conoció a una chica, Mica. Alex la vió en un bar y se quedó totalmente colgado, tanto que fue ella la que se acercó a preguntarle si le pasaba algo, y así comenzaron a hablar. La chica era aún más bajita que Alex (que ya es decir), de pelo oscuro muy largo y liso, pálida, y con unos ojos azules transparentes. Era impresionante. Además era muy del rollo de Alex, siempre con gorro a lo Vlogger, con un aro en una aleta de la nariz., siempre con playeras, camisetas grandes y sudaderas...Parecían hechos el uno para el otro.
Por otro lado, Willy seguía tan divertido pero tímido con las mujeres como siempre, y Frank seguía siendo tan bala perdida.
Lana ya estaba embarazada de 6 meses, teniendo ya una preciosa panza. Hace poco le habían informado de que iba a ser niña. Anne. La verdad, no sé quién se emocionó más al saberlo, si Lana o Luzu, quien corrió a contarnoslo a todos dando saltos de alegría.
Yo estoy de 3 meses, y todavía no se el sexo del bebé. Samuel y yo estamos totalmente emocionados. Tanto es así, que poco después de llegar decidimos transladar nuestros escritorios a la zona de atrás del salón, que como ya sabeis, es bastante amplio, y colocar en la habitación donde estos estaban el dormitorio de nuestro hijo. No os podeis imaginar lo desesperante que fue llegar a un acuerdo con Samuel para que el dormitorio no fuera totalmente morado, siendo al final lila y verde, estos en tonos pastel.
Ya lo teníamos todo. Cuna, cambiador, ropa, carrito, sillita...Todo. Estábamos pletóricos, y los meses parecían años. Cada poquito que echaba de tripa, era una fiesta en casa.
Pero no todo era de color morado...
Siempre había oído hablar que el 3er mes era el peor, pero estaba totalmente machacada. Las nauseas, los vómitos, los mareos...Eran constantes. Había días que tenía que pasarles enteros en la cama, sin moverme, días que no podía comer nada...Samuel se preocupaba mucho por mi cada vez que esto ocurría, pero no podía hacer nada, tenía que aguantarlo yo sola.
Samuel y yo estabamos tirados en el sofá, viendo una película, como tanto nos gusta hacer cuando tenemos ambos tiempo libre. De repente, sonó la alerta de llamada de Skype en uno de los ordenadores.
-Ya voy yo.- Samuel me besó la frente, y se levantó a atender la llamada.
-Hola tortolitos.- la voz de Luzu. Me levanté y fui al lado de Samuel para ver a Luzu por la pantalla, sonriente. Parecía renovado. Le estaba sentando bien la paternidad.- ¿Qué tal va el horno?
-3 meses...ya sabes.- respondí, tocándome la poca tripa que tenía.- Pero bien.- sonreí, y él sonrió aún más. Tito Luzu...-¿Y Anne?
Luzu me hizo un gesto, que venía a decir que todo estaba perfecto.
-Bueno chicos, seguramente, si miran el correo, verán que nos han ofrecido ir en una semana a un evento de videojuegos en Londres.- miré extrañado a Samuel, y me senté en el otro ordenador. Chequeé mi correo. Tenía razón.- Los chicos ya han dicho que iban, solo faltais vosotros.
-Por mi vale.- asentí mi asistencia, pero Samuel me miró extraño.
-Alena, sabes que no estás llevando bien este mes. Quizá, no sé, sea demasiado.- me miraba, preocupado, lo que me enternecía.
-Samuel.- rodeé su cuello con mis brazos.- Vamos a ir, porque no sabemos cuando podremos volver. Estaré bien.- bajé la cámara de un golpe, y le besé.
-Eh, estoy aquí.- Luzu intentaba llamarnos la atención. Yo subí la cama.- Menos mal...
-Vamos.- miré a Samuel, que asintió, y después miré a la cámara, sonriente.
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Tras una pantalla. (Vegetta Fanfic.)[COMPLETADA.]
FanficHistoria que refleja que, en todos los lados, en cada esquina, puedes encontrar aquello que te falta para ser feliz. No sabes quién ni cuando, ni como será, solo sabes que tienes que luchar hasta el final por aquello que más quieres, aunque la vida...