Tras una pantalla. (Vegetta Fanfic.)[COMPLETADA.]

Anne.

NARRA SAMUEL

6 meses...Alena esta embarazada de 6 meses. Solo quedan 3, y por fin seremos padres. Todo va sobre ruedas. Después del 3er mes, el embarazo para Alena se ha hecho mucho más llevadero, y nos ha otorgado grandes momentos.

3 meses, y Samuel Jr. vendrá al mundo.

Alena duerme justo enfrente mío, y yo la observo, como tantas veces he hecho. En su cara algo diferente que no soy capaz de describir, pero la hace más hermosa de lo que ella ya es. Sus pestañas contrastan con sus pómulos, y una sonrisa continua se dibuja en su rostro. También veo su tripa, donde lleva con ella a nuestro hijo. ¿Se parecerá a mi? ¿O a su padre? ¿Cómo será? ¿Que caracter tendrá? Con una madre así...seguro que será un niño precioso. Todavía no está conmigo, y ya le quiero hasta morir. Cierro los ojos, y me imagino un niño rubito corriendo, jugando, riendo...Frágil y delicado como su madre, pero a la vez fuerte como un toro.

Algo mío, y de Alena. Nuestra huella en el mundo. La muestra de todo lo que hemos pasado hasta llegar aquí gracias al apoyo del uno y del otro. Eso significa Samuel Jr.

-¿Cuánto tiempo llevas observándome?.- me pregunta Alena, sin abrir los ojos, sacándome de mis pensamientos.- Te has quedado alelado.- abre los ojos y me mira. Me pierdo en ese verde, en ese brillo...Sonríe. Bendita sonrisa...

-Un rato...- me reí.

Una llamada nos interrumpió.

-¡Samuel, Samuel, Samuel!.- Luzu estaba muy nervioso, hablaba de manera precipitada, y podía oír su rápida respiración.

-Tranquilizate, Luzu.- Alena me mira, extrañada.- Dime, ¿que pasa?

-Que ya viene, Samuel.- No entendí nada.- ¡Anne! ¡Lana va a dar a luz!.- abrí los ojos de par en par. Alena lo noto, y comenzó a preocuparse.

-Vamos ya.- y corté.

-¿Que pasa?.- me preguntó.

-Que Anne pide salir.- contesté, sonriente. La sonrisa de Alena se abrió de oreja a oreja.

Llegamos al hospital, y allí estaba Luzu, sentado en una silla, esperando.

-¡Luzu!.- le llamé, acercándome corriendo.- ¿Lana?

-En el paritorio.- información un poco obvia, gracias...- No he sido capaz de entrar.- Creo que nunca le he visto tan nervioso.

-Bueno, tranquilo, ya verás que todo va bien. Todo es muy normal.- posé la mano sobre su hombro, reconfortándole.

-Es lo único que quiero ahora, que todo vaya bien...- entonces Luzu mira a Alena.- ¿Y tú que tal? Se ve a Samuel Jr. grande, ¿eh?.

-Gracias por llamarme gorda.- Alena le giña un ojo a Luzu, divertida, y todos nos reímos. Experta en eliminar la tensión...- Muy bien, aunque creo que el niño va a salir peleón, porque vaya patadas...¿Y el resto?

-¿Nos llamabas?.- la voz de Alex hizo que nos girásemos. Willy, Frank, Alex. 

Estábamos todos juntos, otra vez, como siempre.

Los minutos parecían horas, y las horas, meses. La espera era interminable. Lana estaba allí dentro, dando a luz a una niña. Luzu estaba desesperado, Alena sin uñas, y el resto no parábamos de levantarnos, caminar por el pasillo, sentarnos, y volvernos a levantar.

Finalmente Lana salió en silla de ruedas del paritorio, empujada por enfermeras, y con una sonrisa. Entre sus brazos, un pequeño ser, rubito, rechoncho, con los ojos cerrados. Una naricilla, y unos labios diminutos que se abrieron para soltar un bostezo. El primero de su vida. Era como una muñeca de porcelana, suave, delicada, dulce...Podían apreciarse rasgos de Lana, y también de Luzu.

Abrió los ojos. Negros, intensos, brillantes, alegres. Los mismos ojos que su padre.

Luzu se acercó a Lana, y tomó a Anne en brazos. Era consciente de que la vida de esa niña dependía de él, de que el destino de su hija estaba en sus manos. Anne comenzó a llorar, y Luzu la calmo, mirándola de una manera que pocas veces antes había visto. La ternura, la dulzura, el instinto protector, la emoción...todo ello en los ojos de Luzu.

-Hola, chiqui...Papá esta contigo.- Luzu sonrió. Era fascinante ver como se puede amar tanto a algo tan pequeño...