Tras una pantalla. (Vegetta Fanfic.)[COMPLETADA.]

Reencuentro.

NARRA ALENA

El verano iba pasando, y Samuel y yo llevabamos ya 4 meses juntos.

Nos habíamos asentado en la misma casa, juntos, pero sin caer en la rutina. Disfrutabamos de momentos románticos, divertidos, intimos... Además, también grabábamos juntos, e incluso habíamos inventado una forma de LiveStreaming conjunto, que consistía que dejar la cámara en una balda de la estantería que estaba en perpendicular con respecto a la mesa y grabarnos así a los dos en sus respectivos ordenadores (De perfil, aunque, con lo expresivos que eramos ambos, era suficiente.). También grabábamos con Willy, Alex, Staxx, Luzu, Rubius, Sara...En fin, mucha gente.

Con esa misma gente era con la que solíamos salir algunas noches a tomar algo, y que normalmente siempre acababan en epicidad, locura o liada por alguno de nosotros.

Pero ese día era diferente. Había quedado con unas antiguas compañeras de instituto para salir nosotras solas por la noche a tomar algo y recordar viejos tiempos. No me acuerdo mucho de ellas, y de hecho no me llevaba ni con la mitad de la mitad, ya que yo siempre he sido una chica, digamos un poco "Rara". Tenía aficiones diferentes, era cerrada, muy abstraida, y el reciente fallecimiento de mis padres me hacía ser además una chica un tanto gris y triste.

Solo unas pocas me conocían bien, y por eso eran mis mejores amigas. Eran las que intentaban animarme, apoyarme, y con las que me reía mucho, y que no veo desde que hice Selectividad. Por eso me alegro de ir, porque volveré a verlas, y a contarlas que todo aquello que antes me atormentaba ahora está superado.

Samuel salió del estudio después de haber grabado y editado casi todos sus vídeos de hoy. Yo me acerqué a él y lo abracé.

-¿¡Que hay para comer, mujer!?.- me dice con tono autoritario y humoristico, y yo le doy un golpe en el hombro, para después reírnos los dos.

-Mira que eres tonto.- digo entre risas.

-Te encanta que sea tonto, así es como te enamoré.- responde, y después me besa lentamente en los labios. Este hombre...cada día me vuelve más loca.- ¿Que planes tienes para hoy?

-Pues hoy te voy a dejar un poco de libertad. Mis amigas de instituto han organizado un plan y salimos todas a tomar algo, y es sin acompañante.- me mira, poniendo pucheros.- Lo siento, Vegettita.- le respondo con un puchero, y él me da un suave golpe en el brazo.

-¡Samuel!.- ambos empezamos a reír.- Me parece muy bien, aunque te voy a echar de menos en el rato antes de ir a dormir.- me mira travieso.

-Tranquilo, no tengo intención de volver muy tarde y poder irnos juntos a "Dormir".- hago el gesto de las comillas con los dedos, y Samuel carcajea, contagiandomelo.

Estamos el resto del día juntos hasta que comienzo a arreglarme. Tampoco me esfuerzo mucho: Leggings, blusa blanca, collar, una americana y unos tacones negros. Para lo que es, me vale.

-Ten cuidado, quiero que vuelvas a casa.- me dice Samuel antes de salir de casa. Me abraza y nos besamos.

-¿De veras crees que nada me impidiría volver? No pienso abandonarte por nada.- respondo, tomando el bolso y besandole tiernamente los labios.- Hasta pronto.- digo, cerrando la puerta tras de mi.

Después de 5 minutos de trayecto en taxi, llego al local donde hemos quedado todas: Un bar de moda, lleno de gente hasta los topes. Un rollo que no me gusta nada de nada.

Estamos allí unas horas, contandonos los cambios que ha hecho nuestra vida, recordando momentos pasados, narrando expectativas de futuro, diciendo lo bien que nos va a todas...En fin, lo de siempre en este tipo de reuniones. Además, algunas (las que son mis amigas) me felicitan por Samuel y por Youtube y todas esas cosas que han llegado a mi vida hace bastante poco tiempo.

Me voy a pedir una cerveza a la barra. Desde el otro lado, me reclaman por mi nombre, así que me giro y hago un gesto para que esperen. Cuando me giro, la cerveza ya esta servida, así que la agarro y me voy.

Seguimos hablando, y yo me bebo mi cerveza, que por cierto, sabe rarísima. Pero estoy muerta de sed, así que no le doy mucha importancia.

Y de repente, la vista se me nubla, y la cabeza me da vueltas, y me sumo en un estado de letargo en el que no soy consciente de lo que me rodea.