— Vamos Aza, por mi hazlo— le rogué, e hice ojitos de cachorro. Rodó los ojos y se levanto de la cama, a preparar esas ricas palomitas que hacia.
Ahora eso era para mi, de vida o muerte. No quería perder ni un pedazo de la serie, que supuesta-mente para Juls debería ver para ponerme al día.
Y no lo podía negar, estaba tan relajada, sin ningún problema, que parecía esto un sueño.
— Tus palomitas mi reina— su acento español, me podía y mucho. Se acercó y me beso.
— La regla era, nada de besos— dijo mi padre parado en la puerta, cruzado de brazos. Nos separamos de golpe.
— Lo siento papá, no volverá a suceder— y le sonreí, rodó los ojos y se fue, murmurando algo que no comprendí, pero que podía adivinar lo que iba diciendo.
Algo como; Mas le vale, si no lo echare de la casa.
Como si realmente lo hiciera.
Y si, esa era la regla nada de besos, porque ahora dormía Azael en la pieza de los huéspedes, llevaba unas semanas, mas exacto casi dos meses, viviendo con nosotros, mientras buscaba una casa para comprar, y pueden ver como buscaba, en mi habitación, tapados, con palomitas, viendo la serie "Por 13 Razones".
— ¿Amy?— murmuro.
— ¿Mmh?— emití apenas audible, acurrucándome, aun mas en sus brazos.
— Ya encontré la casa— dijo apenas moviendo los labios, pero al estar tan cerca de él, le entendí a la perfección, a lo que hice oídos sordos.
— ¿Qué? .
— Ya encontré una casa— dijo esta vez mas claro— Y en una hora debo salir, para ir a verlo, aunque por las fotos, ya estoy convencido.
— ¿Por que?— me arrodille frente a Él—¿Por que?— volví a preguntar, mirándolo a los ojos. —Yo creía que te sentías bien en casa, ¿acaso no quieres vivir mas conmigo?, ¿Ya te cansaste de mi?—me sentía una adolescente de nuevo, pero no me importaba, yo le necesitaba, y cerca le necesitaba.
— Claro que me siento bien acá, mi reina— tomo con ambas manos mi cara, no dejándome mirar a otro lado mas que sus ojos color miel.— Pero tu necesitas tu espacio, con tu familia. Yo no me iré lejos, y podrás venir cuando quieras— acaricio con delicadeza mi rostro, haciéndome sentir tantas cosas— Y por supuesto que no me canse de ti, quiero tener así, por el resto de mi vida, porque te amo, como nunca ame a nadie, quiero tenerte solo, y únicamente para mi, quiero que seas solo mía— me acerque, pasando mis brazos tras su cabeza, y uní nuestros labios en uno solo, bailando al compás de nuestros corazones.
— Esta bien, pero quiero ir a verla contigo— hable luego de separarnos del maravilloso beso.
— Me parece muy bien, ojitos— le sonreí, me encantaba que me dijera así. Y lo volví a besar, debía aprovechar ahora, que lo tenia las veinticuatro horas en mis brazos.
***
Miró de nuevo su celular, verificando la dirección— si, es acá— señalo la casa, que se encontraba frente nosotros, haciéndome rodar los ojos, tan él, era la casa.
Pero no podía negar, que me encantaba, incluso podía admitir vergonzosamente, que mis ojos brillaban, como esa casa.
— ¿Te gusta, mi ojitos?— pregunta, como si nada.
— Claro que si me gusta, me encanta en realidad— se mordió el labio, se acercó y me beso.
— Iré arreglar con el dueño, tu ve a mirar la casa— asentí, y entre que cada vez me adentraba mas a la casa, mas anonadada, me quedaba.
La casa se complementaba, con diferente alturas, y cubiertas con diferentes pendientes, ventanales enormes, dejando hermosas vistas panorámicas, y dando luminosidad increíble a la casa.
Tenia tres increíbles niveles, en el primero era mas para eventos sociales, y área de servicio. El segundo, era una sala de estar, con una biblioteca gigante, con un dormitorio para vídeo juegos, y una mini sala de cine, el tercer piso, eran las habitaciones. Tres en total, pero entré a la que mas me llamaba la atención, la suite principal.
Mire por el enorme ventanal, captando mi atención, un maletín, que entregaba Azael al ex dueño, y este le entregaba los papeles.
Ya le pertenecía.
En el frente de la casa, unos enormes arboles te daban la bienvenida, un hermoso jardín, le sigue al entrar , y una enorme piscina que te invita a sumergirte en el.
Me gire y comencé a ver la suite, la enorme cama gritaba "VEN", me acerque y toque la orilla de la cama, sintiendo la suavidad entre mis dedos.
Un escalofrió recorrió de mi cabeza a los pies, cuando unas manos se depositaron en mis caderas.
— Se que te encanta— susurro en mi cuello, para luego depositar besos en mi cuello, mi piel se erizo, y mis piernas se convirtieron en gelatinas en segundos.
Me gire, quedando frente a él, incline mi cabeza, dándole la bienvenida, me acorralo entre la cama y él, sintiendo su entrepierna en mi abdomen, bajo. Cada beso que depositaba entre mi cuello, y clavícula, mas miedo me daba de caer. Esas sensaciones que lograba hacerme sentir, jamas las había sentido, y lo sentí. Estaba ya preparada, ya estaba lista, así lo sentía.
Lo aleje apenas centímetros de mi, y me miro asustado.
— ¿Estas bien ojitos?¿ Te hice daño?— su voz de preocupación calo hasta mis huesos, me colgué de su cuello, y lo bese, dejando en mi pasado, lo pasado, borrando cada mal recuerdo, dejando solo los buenos, me incorpore sosteniéndome en su cadera, el tomo mi trasero para evitar que me caiga, y llevo a ambos encima de la cama.
Me coloco encima de las suave sabanas, con delicadeza, un pelo rebelde lo puso detrás de mi oreja — Te amo— susurro, y me volvió a besar.
Nuestra primera vez.
***
Me desperté, mire hacia el lado y Aza no se encontraba, busque a tientas mi celular, ya era las ocho de la noche, me levante de prisa ante que me viera desnuda, de nuevo.
Me puse su remera, mis bragas. Y baje.
— Supuse que iba a despertar con hambre como yo, así que me puse hacer pizza— dijo lo mas campante, cuando a mi me había dado un pequeño infarto al despertarme.
— Idiota— se giro y me miro risueño.
— ¿Disculpa?— se hizo el ofendido, se acerco sigilosamente.
— Mi idiota— le sonreí, quedándome atrapada entre la mesada y el, no me costaría para nada acostumbrarme, a quedarme atrapada entre el y algo, y no lo admitiría jamas, que me encantaba.
— Así me gusta mas, porque así como tu eres mía, yo soy tuyo, por, y para siempre— inclino su cabeza a centímetro de la mía.
— Te amo mi vida— le respondí yo, sin otra cosa que decir, porque eso era lo que sentía por él, amor. Mucho amor.
Termine cerrando el espacio que quedaba entre nosotros, y lo bese, dejando en claro cuanto lo amaba. Y no importo después comer las pizzas quemadas, porque nos amábamos.
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PERDÓN POR TARDAR TANTO MIS CIELAS, PERO TENIA LA COMPU ROTA, MAS EL TRABAJO, NO E TENIDO MUCHO TIEMPO.
PERO ESPERO QUE LES GUSTE, Y DISFRUTEN, QUE CASI ACABA.
NOS VEMOS PRONTO, GRACIAS POR EL AGUANTE.
LAS AMO, COMO SE AMAN AMY Y AZAEL.
NO SE OLVIDEN DE VOTAR, Y COMENTAR. :*
#SaryLectora94
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MUDA (EDITANDO)
Teen FictionAbrí los ojos lentamente, todo me daba vuelta. ¿Dónde estoy? Esa pregunta se repite, una vez tras otra dentro de mi cabeza. La oscuridad me rodea, e intento moverme pero mis manos están atadas en mi espalda. Lo intento, lo juro...