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CAPITULO 2.


By Kibum.

Ustedes estarán boquiabiertos ante tal suceso, ¿verdad? Claro, olvidé contar que mi hermano se toma muy en serio su 'papel' de gemelo mayor, por lo que siempre me sobreprotege. Cada vez que me hacen, dicen algo o están a punto de hacerlo, siempre que se entera, va a por el responsable y lo trae a la fuerza; le hace arrodillar en el piso y le ordena disculparse conmigo. Increíble, pero verdad.

- Oh... por supuesto que no volverá a ocurrir, porque si se repite algo como esto, date por muerto, Kim. - concluyó y yo desvié mi mirada, no podía mantenerla en aquella escena. ¡Mierda! Mi hermano realmente está demente.

- Tú ¿qué carajo haces aquí? - me preguntó con delicadeza, como ustedes podrán notar. ¿Qué tenía que contestarle? ¿Debo decirle la verdad? ¿Que vine a follarme una tía que conocí esta tarde? No le molestará en lo absoluto, ya me conoce.

- Salí a dar una vuelta. - opté por callarlo como podrán darse cuenta. ¿Qué sería de mi vida sin la mentira?

- ¿Por estos lados? - vale, ¿acaso hoy era el día de las preguntas y yo no estaba enterado?

- Sí, Minho. Por estos lados. - contesté cortante y él alzó una ceja. No se la había creído, desde luego; me conoce demasiado el maldito enfermo.

- ¿Y tú? ¿Qué haces por estos lugares a estas horas y con Myungsoo? - interrogué en el intento de evadir la obviedad de mi nerviosismo. Vaya uno a saber por qué.

- Vinimos a ajustar un par de cuentas. - contestó con toda la naturalidad del mundo. Perfecto. ¿Y a éste qué coño le pasaba?

- ¿Ajustar cuentas? ¿Qué se traen ustedes dos, ah?

- Nosotros... - intentó explicar Myungsoo, pero Minho, le fulminó con la mirada. Maldición, hasta a mi me hubiese dado menudo cague si me mirase así. Agachó su cabeza y no dijo nada más. ¡Qué poder de control el de este tío! Y qué sumiso se lo veía al pobre de Kim.

- No es nada de tu incumbencia, Nene. - contestó mirándome seriamente. Un escalofrío me recorrió desde la nuca hasta mi espalda baja. Canijo desvergonzado, sí sabía cómo dominar la situación. Le miré como para decir algo, pero no sabía qué. Era obvio que me importaba, ¡claro que me importaba! Todo lo que le pasa a él, me importa... ¿pero por qué? En fin, quedé con las palabras a punto de salírseme de la boca, pero tan solo le observé como típico niño enfurruñado y me lo guardé. ¿De qué me serviría insistir si siempre hacía lo que se le antojaba? Ya. Haz lo que se te venga en gana.

Ahora continuemos con lo que estábamos haciendo. - le ordenó a Myungsoo tomándole de la mano para ayudarle a levantarse del piso, ya que aún se encontraba sentado de culo en él. ¿Qué? ¿Continuar con lo que estaban haciendo? ¿Pero que...? ¡Oh claro! El chaval moribundo este, al cual estaban dándole una paliza, lo había olvidado.

- Minho, ¡espera! - le llamé al reaccionar y caer a Tierra firme. Se dio la vuelta de inmediato.

- ¿Pasa algo?

- Eso mismo es lo que me pregunto yo. ¿Por qué estas golpeando tan duramente a este tío? ¿Qué les ha hecho?.

Entornó los ojos.

- ¿Quieres saber qué me ha hecho? ¿De verdad? - no mentira, si lo pregunté porque me gusta hablar no más. Encima de loco, perico. Repetía lo mismo que le acababa de preguntar.

Asentí seguro. - Verás - comenzó - este maldito infeliz me pidió que le consiguiera mercancía de la buena; lo hice y ahora me sale con que no tiene dinero. ¡¿Qué clase de mierda es esa?! - gritó enfurecido mientras sacaba un arma de su bolsillo trasero. No... otra cosa de esas no... ¡Por la mierda, Minho! ¡¿Qué mierda estás haciendo?! Abrí los ojos como platos. No podía ser cierto. No... no otra vez, por favor.

P.O [MINKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora