Capítulo 13: Te creo

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El mayordomo caminaba a pasó tranquilo mientras Terrence lo seguía a una distancia prudente, el joven inglés fue llevado hasta una gran estancia la cual reflejaba el lujo así como el buen gusto de los habitantes del hogar, en dicho sitio ya lo aguardaba Albert quien desde las ocho de la mañana se encontraba despierto trabajando en asuntos financieros, lo hacia temprano debido a que George Johnson se hallaba de vacaciones y no deseaba importunarlo, por lo menos no hasta pasando las fiesta desembrinas, así que aprovecho el anuncio de la visita para tomar un descanso además de un buen desayuno junto con sus sobrino quienes ya estaban avisados que en media hora deberían de estar en el comedor.

A penas el mayordomo dejó solos a los hombres estos se dieron un fraternal saludo, pero antes de poder decir cualquier otra cosa otro rubio de ojos azul cielo hizo su aparición muy contento de poder platicar con su buen amigo Terry, quería contarle que la chica de la cual platicaron unas cuantas veces durante su estancia en Londres ya había regresado a su vida y estaba dispuesto a dar la lucha contra un aparente pretendiente. Después de más saludos todos tomaron asientos en sendos sofás para inmediato el castaño, quien tenía el tiempo medido pues debía presentarse a las once del día en el teatro, comenzará a hablar.

—Bueno seré sincero esta no es una visita exactamente de cortesía.

—Lo supuse por la hora –habló Albert–, pero que te parece si desayunamos y luego platicamos.

—Agradesco el ofrecimiento pero en una hora a más tardar tengo que partir para llegar a tiempo al teatro.

—Pues dinos.

—Ya sé cómo se llama –al decir aquello una sincera sonrisa apareció en los labios ingleses.

—¿Quien? –con otra sonrisa pero pícara le cuestionó Anthony con toda la intención de poner a su amigo en aprietos.

—Ya lo sabes Tony.

—En verdad que no –el joven mostró todos sus blancos dientes mientras su tío reía abiertamente.

—La "Enfermera Pecas" –soltó finalmente el castaño como si fuese del dominio público aquel sobrenombre.

—¿Quien? –ambos rubios preguntaron.

—Ella, la chica que conocí el día del accidente, es enfermera.

—¿Enserio?, no me lo creo –comentó Anthony–. Yo también me volví a encontrar con la joven de la que te platicaba en el San Pablo, y también es enfermera.

En ese instante las risas de Albert se esfumaron por completo.

—«Enfermera "Pecas", oh por Dios, que no sea lo que creo» –pensó el patriarca.

—Pero ya suelta el nombre y luego te platico de Candy –la amplia sonrisa que hasta entonces mostró Terry se borro al oír aquel apelativo convidado con lo que acababa de escuchar sobre que era enfermera, su mente voló a las narraciones que hace años Tony le contó de su amor de casi niñez, no con muchos ánimos soltó el nombre para confirmar o negar lo que comenzó a sospechar.

—Se llama Candice Johnson –dijo por lo bajo logrando que la tercera sonrisa se perdiera, Terry lo supo al instante su mejor amigo estaba enamorado de su enfermera, ella era de quién le platicó en tantas ocasiones, mismas en las cuales realmente nunca puso toda su atención menos al nombre de la susodicha pero que seguramente alguna vez a de haber escuchado–. Su papá George Johnson trabaja para ustedes.

—Tú... no me lo creo –el rubio sé llevó una mano a su cabello, Terrence no podía ser el chico que esa mañana estuvo con Candy, y si era él, ¿por qué y dónde la había llenado? Anthony sabía perfectamente que la mayoría de las cosas que se contaban de su amigo en el San Pablo eran habladurías, que él realmente no era un patán como todos decían, pero ene esos dos años ¿qué tanto pudo haber cambiado?, de momento sólo una pregunta surgió de los labios del rubio menor –. ¿Dónde la llevaste esta mañana?

Ojos color marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora