MEANT TO BE ||Neji Hyūga||[1]

CAPITULO 12 | Descanso

Me encontraba con Jiraiya-san, el cual revisaba mi sello. Con nosotros estaban Kunio, Kai e Ichidaiji.

—Sí, no lo rompió. —dijo finalmente. —Sin embargo lo desestabilizó bastante ¿Cómo te sientes?

—Ah.. bien 'ttebare. Aunque cuando lo desestabilizó sentí que iba a vomitar todos mis órganos vitales. —dije. Él se rió.

—Siempre tan especifica. —me dijo.

—¿Entonces qué hacemos Jiraiya-san? —le preguntó Kunio. Él suspiró.

—Orochimaru esta aquí infiltrado, si devolvemos a _______ y a Kai a la aldea lo más probable es que los siga.

—Y pondríamos a todos en peligro —dije. El asintió.

—Aunque el plan era romper el sello, lo haríamos de poco en poco. No tan repentinamente como lo hizo ese idiota. —suspiró. —La única que puede volver a la normalidad el sello es Aissha. Pero...

—No vendrá a Konoha —terminó Ichidaiji. Lo sabíamos, esa señora era necia y orgullosa a niveles extremos.

—No se preocupe Jiraiya-san, estaremos bien, tendremos mucho cuidado —dijo Kunio. Él asintió.

—Lo sé, sólo no bajen la guardia. E intenten alguno de los dos volverse chunin para que Konoha confíe en la aldea —dijo, Kai y yo asentimos.

El motivo por el cual solo Kai y yo decidimos pasar a la final era porque necesitábamos que alguien fuera a buscar a Jiraiya-san o a Ichidaiji, si lo hacíamos Kai o yo lo más probable es que ese tal Orochimaru nos siguiera, pero de Kunio jamás sospecharía. Y funcionó.

Finalmente, Jiraiya-san nos invitó a comer para reducir un poco el estrés.

—¿Y ya encontraste a Naruto, ______? —me preguntó él, pase mi bocado rápidamente y asentí repetidamente.

—Aunque hubiera sido más fácil si me hubieran dicho que era rubio 'ttebare —él sólo se rió de manera escandalosa.

—Cierto, olvidamos decirte que era la viva imagen de su padre.

—Y también olvidaron decirme lo del clan Uchiha —dije, y su sonrisa se borro.

—Lo siento —dijo después de unos momentos.

—Esta bien, sé que lo hicieron para no hacerme sentir mal... Pero me hubiera gustado saberlo 'ttebare.

Él asintió. Terminamos de comer, Ichidaiji se fue con Kai a entrenar, Kunio se fue con Jiraiya-san y yo decidí ir a tomar el aire. Lo único bueno de Konoha eran sus hermosos paisajes.

Estaba pensando en como acercarme a Naruto, ¿Qué podía decirle? ¿Cómo reaccionaría? Ni siquiera pude hablar con él en los exámenes chunin porque nada salió como quería.

—Ya sé que estas ahí, no te vayas —dije. Y de los arbustos salió Neji.

No dijo nada, sólo me observaba, no pude evitar pensar que parecía un gatito, de esos que tienen constante expresión de molestia. Golpee el pasto a un lado mío indicándole que se sentará.

Inesperadamente me hizo caso.

—Tranquilo. Yo sé que no odias a Hinata —le dije, aquello pareció tomarlo por sorpresa.

—No opines de cosas que no sabes —me dijo.

—Tienes razón, no sé nada... No he sabido nada en toda mi vida. De donde vengo, todo es diferente... Y me doy cuenta que vivi en una burbuja. Pero si de algo puedo darme cuenta es de la naturaleza de las personas. Y tú no eres una mala persona, Neji.

Él se quedó en silencio.

—Yo estoy destinado a ser de la rama secundaria, no importa cuanto intente, o que sea un genio. Ahí nací, y ahí moriré —me dijo, yo sonreí entristecida por su pensar.

—Yo nací con una especie de defecto —le dije, él me miró. —Mi cuerpo no está diseñado para soportar mi chakra, y tal vez nunca lo este. Debí morir al instante de nacer... sin embargo aquí estoy. —reí. —Kiro-san dijo que soy tan aferrada y necia que me aferre a la vida como nadie.

Él se quedó en silencio.

—Nacemos bajo determinadas condiciones, pero las personas no somos con lo que nacemos o donde crecemos, somos lo que decidimos ser. En mi caso, decidí no morir a los días de nacida y estar aquí para proteger mi aldea, dattebare. —lo mire. —¿Tú qué quieres ser Neji? ¿Quieres ser de rama secundaria? ¿O vas a tomar las riendas de tu vida? No sé si lo notaste... pero Hinata ya lo hizo aún estando en la rama principal y sin haber nacido con las habilidades que tú posees.

Él me miró sorprendido por unos minutos. Y suspiró.

No dije nada y me recosté en el pasto, él no dijo nada e inesperadamente se recostó a un lado mío. Lo mire a un lado y le sonreí, el me miró de reojo y se volteó. Reí ante aquello.