MEANT TO BE ||Neji Hyūga||[1]

CAPITULO 19 | ¿¡Qué la nueva Hokage qué?!

Me sentía desanimada, Kai y Kunio habían vuelto a casa a ayudar con unos asuntos, mientras que yo me vi forzada a quedarme aquí. Y Ayumi estaba supervisando las reparaciones en Konoha, a mí ni siquiera me dejaban ayudar.

Y Naruto se había ido con Jiraiya-san. Les rogue que me llevaran pero él insistió en que a Naruto le faltaba mucho entrenamiento. No pude negar eso, su taijutsu era pésimo y con suerte acertaba en el blanco cuando entrenaba con shurikens.

Suspire resignada. Era injusto.

—Vaya, vaya ¿Y ese milagro que Uzumaki ______ esta quieta? —escuché a Neji aparecer, me levanté y le sonreí.

—Los milagros existen 'ttebare —dije divertida, él sonrió. Lo miré bien. Sí era guapo. Pero no tenía porque gustarme. Era mi amigo.

Él se sentó a un lado de mí y me entregó una cajita que contenía galletas. Me sorprendí ante ello. Últimamente siempre que lo veía me obsequiaba algo. No entendía porque, faltaba mucho para mi cumpleaños.

—Gracias, 'ttebare. —le dije. Él aparto la mirada. —¿Todo bien? —le pregunté.

—Sí, tranquila. ¿Tú qué tal? ¿Por qué tan sola? —me comentó con gracia. Yo rodee los ojos.

—Todos se fueron o están ocupados... y yo estoy aquí, abandonada... —expliqué.

—¿Por qué no fuiste con ellos? —le pregunté. Me puse nerviosa por ello.

—Ah... te lo dire —le dije susurrando. Me acerqué a él. —Que porque me está buscando la ley —le dije.

Él se comenzó a reír a carcajadas. Me sorprendí levemente, jamás lo había visto reír de esa manera. Me contagió su risa. Y también empece a reír.

Sí, definitivamente me gustaba pasar tiempo con él.

—¿Y qué? ¿Ahora me vas a decir que eres un ninja rango S? —comentó cuando finalmente se le pasó el ataque de risa.

—Claro, ¿qué no se me nota? De hecho me llaman el Habanero sangriento en los bajos mundos 'ttebare.

—¿Habanero? Yo diría tomate.

Seguimos riendo por nuestros comentarios. Creo que él y Naruto hacían amena mi estancia aquí en Konoha.

Antes de poder seguir con nuestra platica, apareció Gai-sensei frente a nosotros.

—Así que Tenten tenía razón, si encontraba a Neji te encontraría a ti, ______ —dijo con su brillante sonrisa de siempre. —Parece que se han vuelto cercanos —comentó.

—Oh, hola Gai-sensei. ¿Qué lo trae por aquí? —preguntó Neji volviendo a su modo serio.

—______, necesito tu ayuda. Tanto Kakashi como Sasuke fueron expuestos a un fuerte genjutsu. Tú eres la única con la habilidad para sanarlos rápidamente. —me dijo. Aquello me sorprendió. ¿El chico Uchiha y el pelo de espantapájaros?

—Ah, claro. Ayudare con lo que pueda. —dije. —¿Vienes Neji?

El asintió. Y así nos dirigimos al Hospital de Konoha, ahí estaba Kakashi-san, el cual se veía agotado.

Ofrecí mi brazo, y él me miro confundido.

—Hágale, sin pena —le dije. Sé que era extraño para los de la aldea. Creo que no había nadie que tuviera esa habilidad, y aún así, Aissha me comentó que no es una habilidad que posean todos los Uzumakis, pero era de esperarse que yo sí, dado a mi abismal cantidad de chakra.

Finalmente él aceptó, pero no me dejó ver su rostro. ¿Qué tendrá bajo es mascara?.

—¿Estas bien? —me preguntó Neji notablemente preocupado por la mordida.

—Sí, sí. Todo bien, tranquilo —le dije y le mostré como la herida sanaba rápidamente. —No es la gran cosa 'ttebare.

Gai-sensei nos condujo a la habitación donde estaba Sasuke, él estaba mucho peor que Kakashi, su mirada estaba perdida. Ni siquiera reaccionaba a estímulos externos.

—Lo siento —dije. —No creo poder hacer nada, no mientras este en este estado, lo único que puedo hacer es sanar su brazo. Pero... al parecer el genjutsu lo daño demasiado psicológicamente... —explique. —Lo que va a necesitar es como diez años de terapia 'ttebare

Gai suspiró.

—Fue lo que pensamos. El maestro Jiraiya y Naruto fueron en busca de la legendaria Lady Tsunade.

¿Ah?

—¿¡Qué?! ¡¿Dijiste lady Tsunade!? —pregunté preocupada deseando haber escuchado mal. Él asintió. Oh no... si Kiro-chan se enteraba de esto...

—¿Todo bien, _____? —me preguntó Neji.

—No... ah... Mi maestra, Kiro-chan, y... Lady Tsunade... no son las mejores amigas que digamos.

Kiro-chan me había contado la historia cientos de veces. Como siempre peleaban por un hombre, que finalmente no le hizo caso a ninguno de las dos, pero logró romper su amistad. Llevaban más de 20 años sin hablarse. Ella únicamente mantenía contacto con Jiraiya-san.

Genial, pensé que Kiro-chan podría recuperar su relación con Konoha y ahora su mayor enemiga sería Hokage.

—¿Por qué no puedo tener paz? —murmuré deseando que el día en que se encontraran jamás llegará.