CAPITULO 13 | Hablemos de familia

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Estaba sentada en un árbol observado a Naruto, llevaba un para de días entrenando con un tipo raro de lentes.

Suspiré y entonces vi pasar a la chica de cabello en chonguitos.

—¡Hola! —la saludé. Ella me miró sorprendida.

—Oh, hola —me dijo un poco sorprendida.

—Oh... ¿y el resto de tu equipo? ¿Neji y Lee? —le pregunté. Ella apartó la mirada.

—Oh... bueno, de Neji no he sabido nada, debe estar entrenando para las finales. Y Lee... —apartó a mirada.

—¿Ah? ¿Qué pasó con Lee? —le cuestione.

—¿No lo supiste? —me preguntó. —En las semifinales, todo salió mal en su combate contra Gaara. —explicó.

—¿Qué? ¿Tan malo fue? —le pregunté. Ella sólo asintió.

Me sorprendí ante aquello. Si yo hubiera estado ahí, ¿Hubiera podido hacer algo para ayudarlo?

—¿Vas a ir a verlo ahora? —le pregunté. Ella asintió. —¿Puedo ir contigo?

Ella me miró levemente sorprendida pero asintió. Así ambas nos dirigimos al hospital.

Entramos y observe a Lee... estaba en coma. Si le pudiera ofrecer la mordida de la cura ¿Serviría de algo en este momento?

—Lo siento —le dije, Tenten negó.

—No es culpa de nadie, son los riesgos de ser un ninja. —me dijo. Yo volví a mirar a Lee y le deje una flor.

¿Kiro-san podría hacer algo? Si tan solo olvidara su rencor por Konoha. Me despedí de Tenten y camine por la aldea, tenía mucha hambre, demasiada.

Busque a mi alrededor y me encontré con un puesto de ramen. ¿Ramen? ¿Qué es eso?

—Adelante —me dijo una chica de cabello castaño.

—Oh, muchas gracias. —le dije y entre.

—Oh, bienvenida —me dijo un señor bastante amable, y entonces se me quedó viendo bastante sorprendido.

—Gracias —dije y vi el menú. —Me da un ramen por favor, 'ttebare —le dije. Él me seguía viendo como si hubiese visto un fantasma. ¿Tenía algo en la cara?

—Ah claro, toma asiento. —le sonreí. Y espere por mi ramen.

—¡Un ramen Teuchi! —casi me ahogó con mi propia saliva al escuchar aquella voz, era Naruto. Intenté ocultarme debajo del menú. —¿Oh?

Demonios, me estaba mirando. ¿Qué se supone que debía hacer? ¡Mis hojas! Había preparado un millón de primeras palabras. Pero no tenía idea de donde deje aquella hoja.

—Ey tú—fingí que leía el menú. —Ey, cabeza de cereza.

Voltee completamente ofendida ¿Por qué todos me tenían que poner apodos por el color de mi cabello?

—¿¡Qué dijiste!? —le grité.

Él me véia fijamente. Y por primera vez lo pude ver bien, ya que en los exámenes chunin estábamos todos mugrosos.

Su piel era bronceada, y su cabello completamente rubio, por supuesto que nunca lo iba a adivinar. Se veía bastante delgado y era bajito. Fácilmente le llevaba media cabeza o más.

—¿Quién eres? —me dijo. Yo mire a los alrededores pensando como escapar de la situación. —En los exámenes, escuche tu nombre... _______, Uzumaki ________. Somos... ¿Somos del mismo clan?

Quedé en blanco y suspire para darme valor.

—Más que del mismo clan —le dije. —Soy Uzumaki ______, y soy tu prima. Soy tu familia.

No pude describir su rostro, estaba completamente impactado.

—¿Qué? —murmuró. —¿Es una broma pesada o algo así?

—¿Ah? ¿Qué clase de sociópata bromearía con algo así?

—Yo no tengo familia, 'ttebayo —me dijo, aquello me tomó por sorpresa.

—Pues eso era antes, dattebare.

Él ladeo su cabeza, al escucharme mi muletilla.

—Salen dos platos de ramen —dijo el señor del restaurante, dejando los platos de comida ahí.

—Siéntate —le dije. —Tenemos mucho que que hablar. —Él no dijo nada pero me obedeció. —Mi papá y tu madre eran hermanos. —le dije. —Yo fui criada por una amiga de mi papá, por eso no crecí en la aldea... Y tampoco sabía de ti, hasta hace unas semanas.

—¿Por qué? ¿Por qué yo no sabía de ti? —me preguntó. No podía decirle que Aissha prácticamente me secuestro para alejarme de Konoha y de los Uchihas, y que también se lo intento llevar a él pero que por poseer al zorro de las nueve colas era considerado traición.

—Fue un favor. No sé si lo sepas, pero los Uzumaki tenemos una gran diferencia al resto, radica en nuestro chakra, y por lo tanto tenemos mayor resistencia y vitalidad que una persona normal...digamos que la mía era el doble de rara. Así que por ello me críe en la aldea del remolino.

—¿Y por qué Konoha no sabía nada de ustedes? —me preguntó.

—Oh... bueno, mi aldea no se parece en nada a Konoha, es más como... Como un feudo porque somos muy pocos y nos tenemos mucha comunicación con el exterior. Pero Konoha nos ofreció una alianza y por eso estoy aquí. —le dije, él asintió.

—¿Entonces... no sabías nada de mí? —me preguntó triste.

—No, te lo prometo, de haberlo sabido hubiera venido a buscarte desde muchísimo antes, dattebare.

—Cuando hablas así es difícil no creerte 'ttebayo —se rió, yo lo imite. Y entonces ambos comenzamos a comer.

—Wow, de verdad es delicioso 'ttebare. Nunca había probado el ramen.

—¿Qué? ¡Es mi comida favorita! —me dijo, y claro, se notaba por como devoró el plato.

—Tú... ¿A ti no te habían dicho nada de mí? —le pregunté. Era obvio que Aissha no me mencionó nada o no me iba a poder mantener en la aldea, así que lo entendía pero ¿Qué hay de él?

—Yo... ni siquiera sabia que mi mamá había tenido un hermano... bueno, ni siquiera sé quienes son mis padres.

Sentí una ira inexplicable rodear mi cuerpo. ¿Había escuchado bien? ¿Qué no sabía quiénes eran sus padres?

—¿Qué? ¿Entonces que sabes de ellos?

—Nada... nunca me han dicho nada, ni el Hokage... y desde siempre me han tratado con desprecio... ¡Pero no importa! ¡Cuando yo sea el Hokage todos me van a respetar y a admirar!

Sentía un fuerte ardor en la boca del estomago, eran ganas de vomitar combinadas con la fuerte ira que estaba sintiendo en aquel momento.

Mi tía Kushina, fue la jinchuriki del 9 colas. La jinchuriki perfecta para ser exactos, fue seleccionada con mucho cuidado y enviada a Konoha. Y aquel ninja, Minato Kamikaze logró controlar a la bestia cuando se descontroló. De no ser por ellos, toda Konoha habría sido destruida... ¿y cómo le pagaban a Naruto? ¿Con desprecio?

—¿Estas bien? —me preguntó. No me di cuenta que me había quedado completamente callada.

—Sí, lo siento, solo pensaba... ¿Y dónde vives? ¿Vives con el Hokage o tienes algún tutor?

—¿Ah? ¿Tutor? Pues... siempre he vivido solo en mi departamento y el Hokage solo me da mi manutención con la que compro ramen.

Bien, no sabía quien demonios era el Hokage... Ah, ya me acorde, era la pasita que nos regañó en las preeliminares. Bueno, ese señor se las verá conmigo. Si Aissha se hubiera llevado a Naruto, jamás habría tenido que pasar por todo esto. ¡Sólo era necesario ver su cara de cachorrito para saber que era incapaz de romper un plato!

Konoha, otro motivo para que te deteste.
Perdonáme Kiro-san, siempre tuviste razón.

MEANT TO BE  ||Neji Hyūga||[1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora