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Las quemaduras en mi cuerpo arden pero tan solo son superficiales Y eso lo agradezco por que aún Puedo seguir respirando.

Todavía me mantiene encerrada y la cadenas hacen fricción con mis quemaduras.

Lo poco que llevó de ropa hace que tenga frío y me congele constantemente en las noches.

Y de nuevo soy alzada y me llevan de nuevo a el baño pero esta vez dejando me sola sin ningún amarre o algo.

Con mi mirada busco una bata o algo para tapar mi casi desnudes pero es fallido, es una despacho con un baño que jamás se utilizo, que es lo que realmente me acuerdo.

La puerta se abre de golpe y un hombre entra cierra de nuevo y se sienta en el suelo.

El me ve fijamente y me recuerda a alguien pero no se a quien exactamente, se que el era mi amigo pero me imagino que no lo suficiente para tenerme aquí cautiva.

- Amelía.- mi segundo nombre sale de sus labios y lo recuerdo.

Tan solo lo veo porque no puedo decir absolutamente nada.

- ¿No piensas hablar?- dice casi enojado y desubicado- ¡¿No me digas que no me vas hablar por lo que paso cuando teníamos 12?!

Toda mi vida ha sido un sufrimiento desde el principio hasta ahora, y como casi todos mis momentos este ha sido uno de los peores ¿Y como olvidarlo? Si dejo de ser mi amigo tan solo por una simple broma.

- ¡¿No lo harás?! ¡¿No hablarás estúpida?!- me grita levantando su mano y yo me protejo con mis brazos- No te haré daño por el simple echo de que estas en fachas y me das un asco terrible.

Las lágrimas se acumulan en mis ojos y apretó mis puños en mis piernas.

- ¿Por que no me hablas?- rueda los ojos- No entiendo, ¿Todavía resentida?

Y con eso exploto me levantó del suelo y lo empujo con fuerza.

- Atrevete a volver hacer eso y seras "Puta muerta".- dice tomandome por el cuello.

Lo golpeo tratando de que me suelte porque no me deja respirar, y es hasta cuando doy un golpe en su costilla y me suelta dejando me caer en el suelo.

- Ahora si me las vas a pagar.- toma la tijera que estaba desde el primer día que entre aquí.

El corta en primera mi sujetador y me tapó por que simplemente me da vergüenza, esto es vergonzoso.

Luego procede a cortar mis bragas y niego varias veces con las lágrimas rodando por mis mejillas, no quiero ser violada de nuevo, no quiero.

El la corta y si de nuevo me tapó pero el me lo impide dando palmadas en mis muslos.

Trato de pelear con el pero el me toma de los brazos y me encierra entre el y la pared.

- No quiero mas provocaciones de tu parte estúpida, así que ahorra te los llantos y golpes, solo te falta un poco para que te haga "mía".

El me tira de nuevo al suelo con fuerza y lloro con frustración, no puedo hablar, no me puedo defender y estoy desnuda, y de paso a cargo de puros sádicos, loco y violadores y no puedo hacer nada.

- Te traeré ropa.- dice dejando me sola.

Me hago un ovillo en una esquina tratando de tapar mi cuerpo y vergüenza.

Una parte de la puerta es abierta y tiran prendas de ropa, cuando la vuelven a cerrar me paro de mi puesto con vaciló y tomo las prendas y me visto porque me rehusó a quedarme en como estaba.

Luego de que me he puesto las prendas quiero ver si la puerta esta abierta, no estoy segura si hay personas afuera o no.

Tomo la perilla con algo de miedo y la giro teniendo éxito, veo hacia afuera y no hay nadie, es muy sospechoso.

Camino hacia donde se encuentra Perrie y mi sobrina y tomo las llaves que ponen lejos de nuestro alcance, sierro la puerta con seguro y me dedicó a quitar las cadenas que las separan.

Se que Perrie no me pregunta nada por mi condición pero ella parece sorprendida porque he llegado con ropa limpia y también he llegado a sacarlas de ese encierro.

Perrie se decide por abrir la puerta con su hija atrás y un estallido suena afuera del despacho y nos agachamos.

- A la cuenta de tres abro y salimos corriendo ¿Bien?- pregunta.

- Bien.- dice mi pequeña «no tan pequeña».

Y yo tan solo asiento.

- Uno.- otro disparo suena- Dos.- tan solo es silencio pero me siento con miedo- Tres.- ella abre la puerta y salimos corriendo fuera del despacho.

Las caras conocidas que están afuera me hacen desesperar y mucho mas me hace desesperar el que esta postrado en el suelo desangrándose.

- Vamos mueve te ¡______!- grita mi nombre Perrie.

Me acerco a Louis corriendo y lo arrastro conmigo.

- ¡No!- Harry grita.

- No te atrevas, no te atrevas.- un estallido suena de nuevo y caigo junto con Louis.

Alguien corre hacia mi y carga todo mi peso y corre con fuerza, corre como esquivando todo.

Estoy llorando y no específicamente por el dolor de la bala si no por el chico que hemos dejado atrás.

Cuando ya estamos saliendo de la casa policías entran corriendo con una velocidad inexplicable, los médicos de emergencias corren hacia Harry y a mi con una camilla, el me recuesta ahí y ellos se dedican a preguntar cosas que claramente no puedo responder.

- ¡Tanto el chico como la chica necesitan con urgencia que los operen!- dicen cuando depositan a Louis en una camilla- ¡No podemos esperar mas!

...

- No lo puedo creer, ni siquiera puedo pensarlo.- dice negando Zayn.

- ¿Como le harás?- pregunta Harry- No sabes hablar por señas.

- No creo que sea permanente.- añade Perrie.

- Necesito a la persona encargada de Louis Tomlinson.- la doctora dice y todos nos vemos a la cara extrañados, su madre llegara en una hora.

- Iré yo.- dice Zayn saliendo conjunto a la doctora.

Yo agacho la mirada aburrida, queriendo ver a Louis, pero yo se muy bien lo que ha pasado no soy estúpida ni mucho menos ingenua, yo se muy bien que se murió, desde que lo vi fuera del despacho era evidente que no iba a sobrevivir.

Las lágrimas me abandonan y todos me ven extrañados y Perrie es la primera que raciona y me abraza con fuerza.

- ¿Por qué lloras?- pregunta Harry sentándose justamente al lado de Perrie.

- Es evidente.- dice Perrie- Se ha muerto.

Zayn entra con lágrimas en los ojos y varias cartas en sus manos, unas de esas es de color dorado y dice mi nombre en letra cursiva.

El deposita una carta a cada uno en sus manos y yo tomo la mía con nostalgia y miedo de lo que pueda decir ahí con miedo de leer sus ultimas y preciadas palabras.

- ¡Fue mi culpa!- digo entre lágrimas.

Todos me ven extrañados y sorprendidos, sus lágrimas han dejado de rodar, y Zayn se acerca a mi.

- ¿Puedes de decir algo mas? ¿Y no echarte la culpa?- esta vez me ve algo lloroso por la emoción de que he podido hablar a lo largo de 6 meses.

Intento decir algo pero no puedo, no se porque pero no sale nada no puedo decir nada así que solo niego haciéndole entender que no puedo.

Amor a GolpesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora