Amor a Golpes

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Hace mucho que Joseph dejaba de dirigirme la palabra y hoy me sentía con un nudo con la garganta, ya que no he querido irme del apartamento sin antes resolver este gran problema.

Pero parecía imposible, el esta muy enojado conmigo, el ni siquiera me ve a los ojos cuando pongo la comida en la mesa.

Me sentía una intrusa, mucho mas de lo que era, porque me quedaba en su departamento sabiendo muy bien que el no me quiere para nada ahora.

La puerta se abre y su mirada se dirige a mi pero cuando se percata de eso solo rueda los ojos y sigue su camino.

El llega con varias bolsas del súper que deja tiradas al lado del mesón de la cocina.

Y me percato de un morado en su brazo, y cuando se va de la cocina me paro del sofá para verlo a la cara y su nariz tiene restos de sangre, el trata de evadirme rápidamente pero lo tomo del brazo con fuerza.

El se queda quieto, como si ya no le importará, y observo su cara mucho mejor de cerca y veo una parte de su párpado mas claro que el otro, y paso mi dedo ahí y el maquillaje queda en mi dedo mientras se ve el morado de su cara.

-Joseph ¿Qué sucedió?

-¡Solo dejame en paz! -me empuja con fuerza, logrando quitar mi agarre de su brazo.

El se va de nuevo a la habitación y se encierra ahí.

Yo me propongo a ordenar todo, y cocinar algo, pero Joseph no sale de mis pensamientos, los golpes en el era algo extraño, el es muy pacifico en todo, el odia pelear, por eso solo me evade porque no quiere una pelea que dure más de lo que llevamos de amistad.

Mientras dejo todo en la cocina ya listo voy a la puerta de la habitación de Joseph.

Toco varias veces hasta llego a decir su nombre, y es hasta que paso mas de diez minutos ahí y siento sus pasos acercarse hacia la puerta.

El abre y me ve un momento largo.

-Joseph la comida ya es...

Y me toma por sorpresa con un beso, algo que tomaría por precipitado pero lo sigo y hasta llega un momento en que lo disfruto.

El se separa por un momento pero luego vuelvo a juntar nuestros labios ansiosa por el toque suave y cariñoso que proporciona.

El carga mi peso en sus brazos, y enroscó mis piernas en su cintura, el me aprisiona entre su cama y su pecho, y sigue con los besos desde mi boca hasta mi cuello.

Pero solo me basta con pensar ¿Qué estoy haciendo?

-Joseph por favor para ya. -pongo mis manos en su pecho separándolo de mi.

El ve desesperado hacia los lados y finalmente termina en verme a los ojos.

-Yo... -balbucea-. Es difícil de explicar, tan solo lo siento.

Me sentía rara, me faltaba muy poco para ya "acostarme" con el sin siquiera sentir algo.

-Solo olvidalo -muerdo mis uñas-. Ya esta la comida.

Trago saliva sonoramente y voy con la cabeza abajo hasta la cocina.

-No te sientas incómoda -casi suplica -. Yo tengo la culpa y...

-Joseph lo siento, por todo.

-¿Por todo? -dice desentendido.

- Por lo que sucedió con Harry, por no poder corresponderte como quisieras, por no ser lo que en verdad mereces.