Amor a Golpes

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Hace más de una hora se escuchaban gritos y golpes, y solo puedo abrazar a los dos pequeños niños, mi mente no descansa de pensar en cuantas cosas nos pueden hacer o pueden pasar, pero la puerta es abierta de una patada.

Mi piel se pone de gallina cuando veo a los agentes de policía que me ayudaron la primera vez, y espero que esta vez si haya funcionado todo.

-Todo ha estado planeado, ya pueden salir. -dice un de ellos y siento como mi semblante cae.

-¡¿Qué?! -digo obviamente sorprendida.

-Vamos a esperar que estemos en un mejor ambiente y discutamos sobre el tema. -su nivel de profesionalismo nunca baja mientras habla y me hace sentir un poco más desesperada y enojada.

¿Cómo que todo fue un engaño? Osea todo fue planeado ¿Por quién? Si yo nunca apoye nada de esto, la primera vez casi muero, si lo hiciera la segunda vez es un decisión muy tonta.

Ha llegado una ambulancia y nos han subido a ella y han comenzado a revisarnos, hasta tomar muestras de sangre a cada uno, y me acomodo en el asiento en el que pusieron, para tranquilizarme un poco, he dejado que le den algún tipo de tranquilizante para que se duerman un rato, se que es una completa locura hacer eso, pero me encuentro realmente desesperada.

No ha pasado nada grave pero no dejo de pensar que ha sucedido, ¿Fue Louis el que planeo todo? Porque si tenia ganas de estrangularlo con mis manos, casi todo sale mal, pero hizo algo que yo no pude hacer.

—¿Todo esta bien? —llega Harry cuando ya nos han establecido en una habitación—. ¿Por qué dejaste que sedaran a los niños? ¿No podías esperar un poco mas? —dice desencajado e imito su cara, he pasado la noche en no se donde, he calmado a los niños incontables veces ¿Y me regaña por que es lo mas cuerdo que he hecho hasta ahora?

Me hundo en mi puesto sin contestar y me cruzo de brazos y el levanta sus cejas en forma de aceptación.

Estaba algo asustada aun, y aun no logro entender porque llega así, quizás después de todo el fue el que planeo todo por la discusión de ayer en la tarde, si acepto que me pase de la raya diciendo y haciendo, pero me había sacado de mis casillas y ayer tampoco estaba dispuesta a perder la pelea por lo que le había dicho a Louis pero sus explicaciones hacían que todo tomara sentido para mi, pero obviamente me deje ganar por el orgullo.

—¿Te sientes bien? —pregunta e imagino que para comenzar de nuevo.

—Si gracias —no quería estar fingiendo que no estoy afligida con el.

—Es impresionante como cambias de humor repentinamente —dice como si fuera algo muy relevante—. Hace un rato cuando llegue parecías asustada ahora estas así. —trata de imitar mi cara pero hace una mueca que me llega a parecer tierna y graciosa a la vez.

Una risotada se escapa de mis labios y el pasa su brazo por mi espalda acercándome a donde esta el, el calor de su cuerpo hace que mi piel se ponga de gallina, su mano se une con la mía y besa mi mejilla.

—¿Ves? Eres muy expresiva —dice y trato de poner mi semblante duro pero se me hace casi imposible.

—Lo siento —dice acercándonos un poco más—. No quería hacerlos pasar por esto, pero se salió de mis manos repentinamente —lo veo extrañada—, quería ayudarte, hace varios días llamaron para decirme que tenían otro plan, y yo lo deje en veremos, y no quería que lo escucharas porque aceptarias sin importar nada, y llegaste ayer enojada y ya sabes, pensé que iba a ser una buena idea.

Me trago cualquier tipo de insulto que pueda imprimir, ayer había colmado su paciencia ayer, sabía muy bien que todo esto es mi culpa por hacer de todo un show.