92

80 5 0
                                    

___________

Me encontraba bien, bueno solo tranquila, no quería salir de aquí por lo menos no lo hacia la mayoría del tiempo ya que me negaba profundamente y Harry noble quedaba mas que aceptarlo.

Y no es solo por permanecer escondida, si no porque aquí realmente estaba lo que necesitaba desde hace mucho, se que yo fui la que me aleje de todo y todos, y me ha costado aceptar que nada más mi familia es la que me ha concedido esa tranquilidad.

Y volver a recuperar momentos que creía perdidos ha sido lo mejor, sobre todo con los dos pequeños, que ha mitad de tiempo yo me hago cargo de ellos y es una de la mejores cosas que puedo hacer aquí.

Y no puedo negar que hay cosas que me molestan solo un poco, y no me molestan en si, pero al ser insistente con el mismo tema llega a ser un poco fastidioso. Pero lo he aprendido a aceptar, porque si Harry insiste tanto a que vaya a un psicólogo es que busca algo, y no digo que sea algo malo pero ya me esta cansando.

Y si pienso aceptar esa propuesta, pero odio salir de la casa, de los brazos de Harry o los juegos de los mellizos.

—¿Piensas pasar todo el día acostada? —dice entrando a la habitación—. No tengo problemas con eso, pero ya pasa de mediodía y tu no has comido.

No esta demás decir que el me ha llevado a mis citas medicas con constancias a pesar de que ya no sufra lo mismo de antes.

—Estoy bien —le sonrió tranquilizando—. Aún no tengo hambre, pero he estado pensando algo.

—¿Qué exactamente?

—No me siento bien aquí, por lo menos siendo mantenida no —digo viéndolo fijo, tratando de que no hable y me deje terminar con lo que he comenzado—. La idea del psicólogo no esta mal, ya no quiero seguir aquí con miedo, tengo que seguir con mi vida y ya dejar de depender de las personas.

—No soy cualquier persona, por lo menos no ahora, voy a ser tu esposo si sales de esta.

—Y quiero que lo seas, por eso voy hacerte una promesa, y tu me tienes que hacer una a mi ¿Bien?

—Adelante.

—Yo prometo ir todas las veces que necesite con psicólogo, mientras tu prometas apoyarme a todo momento, a pesar de todo. —tomo su mano y la entrelazo con la mía.

Sus labios cálidos se juntan con los mios y sus brazos me envuelven hasta tenerme entre su pecho y sus brazos.

—Obviamente lo haré, ahora tu has pasado a ser una de las personas más importantes en mi vida es mas tu siempre has sido importante para mi.

Le sonrío con aprecio y me quedo un rato más entre sus brazos.

—Lamento ser el que termine con este momento, pero no puedo dejar a dos niños pequeños sin supervisión o si no ya sabes que pasa.

Los dos reímos, luego de unos segundos mas bajamos y respiro profundo cuando veo todo.

Harry no era firme, los consciente demasiado, y no lo crítico, pero he visto como los complace después de un regaño.

—Solo trata de mantener el regaño y esto acabara, sueno como un ogro pero creo que esto se sale de tus manos.

—¿Crees? —lo veo sorprendida y niego rápidamente—. Esta fuera de mis manos.

Las paredes rayadas ya era común aquí, lo tomaba como algo normal, pero el desorden era raro al menos que duremos mucho hablando lejos de los niños, pero hoy no duramos ni cinco minutos y ya todo esta muy jodido.

Nos separamos, mientras yo recojo un poco el desorden Harry busca a los dos niños.

Y es hasta que siento un peso en mis dos piernas.

Amor a GolpesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora